Sucesos

Demasiadas pistolas sin control

  • La proliferación armas cortas en Jerez se vincula al auge de los cultivos de marihuana

  • El temor a que la cosecha sea robada ha llevado a armarse a muchos delincuentes

Un agente de la UDEV de la comisaría de Jerez muestra una de las pistolas recientemente intervenidas en sus operaciones.

Un agente de la UDEV de la comisaría de Jerez muestra una de las pistolas recientemente intervenidas en sus operaciones. / Manuel Aranda

La proliferación de armas de fuego en Jerez es uno de los grandes quebraderos de cabeza de las fuerzas del orden. Desde enero del año pasado, en la ciudad ha habido al menos once intervenciones policiales en las que las armas de fuego o las municiones reales han estado presentes. En muchos casos se ha tratado de operaciones relacionadas con el tráfico de drogas. La marihuana está detrás del hallazgo de muchas armas, especialmente cortas es decir pistolas, en los lugares donde se cultiva esta planta.

“El temor de los cultivadores a que otros delincuentes les roben la cosecha provoca que muchos de ellos se armen para hacer frente a un eventual intento de robo, más conocido en el argot como ‘vuelco”, asegura a este medio un agente de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Normalmente no se arman contra las fuerzas del orden. Cuando los agentes acceden con sus órdenes de entrada y registro es muy poco probable que los ‘narcos’ les hagan frente a tiro limpio. “Pero es que el cultivo de marihuana está provocando que muchos delincuentes se armen. Y eso es un serio problema”.

Recientemente, el jefe de la UDEV de la comisaría de Jerez reconocía a este medio en un amplio reportaje que “el hecho de que estén proliferando los ‘vuelcos’ (grupos organizados que roban la droga a otros grupos) ha provocado que las armas de fuego proliferen. Internet, nuevamente, cobra un papel protagonista”.

Internet, una vez más, está detrás de la compraventa de este peligroso material

Hace apenas diez años que un delincuente actuara armado era una ‘rara avis’ en el panorama delincuencial jerezano. Desgraciadamente ha dejado de ser así. Se ha pasado de la escasa probabilidad de que el arma que esgrimiera un ladrón fuera real (casi siempre eran buenas imitaciones) a que la situación haya dado un giro de 180 grados: ahora es más probable que el arma sea real que simulada.

Buena prueba de ello son los esfuerzos realizados por el ministerio del Interior a requerimiento de sus agentes para dotarlos de chalecos antibalas. La situación, ya grave de por sí, dio un enorme paso atrás cuando un patrulla del Cuerpo Nacional de Policía fue tiroteado por un peligroso delincuente de la zona sur el pasado día 22 de febrero, obligando a los agentes a repeler la agresión. Milagrosamente nadie salió herido.Para encontrar un hecho similar hay que remontarse al 24 de mayo de 2017 cuando el agente de la Policía Local José Maldonado redujo a los atracadores de una joyería en Madre de Dios. Llegó a ser encañonado pero al ladrón se le encasquilló el arma. “Me pudo haber atravesado el pecho”, destacó a este medio. Tres años después un hecho similar volvió a producirse en las calles de Jerez.

Las primeras pistolas que llegaron a la ciudad de forma ilegal procedían, en buena parte, de material vetusto y viejo de las antiguas repúblicas rusas y de la antigua Yugoslavia. Lo único bueno es que se trata de armas con escaso o nulo mantenimiento durante años, viejas y proclives a encasquillarse. Internet se erige en la vía de acceso a este peligroso material.

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