La plantilla de Garvey estalla

Los trabajadores de Complejo Bodeguero Bellavista (Grupo Garvey) emprendieron ayer las primeras acciones de protestas tras constituirse en asamblea permanente en señal de rechazo a la actitud de Back in Business, actual propietaria de Nueva Rumasa, y a la propuesta para la extinción de los contratos de la mitad de la plantilla.

Los trabajadores de Complejo Bellavista paralizaron ayer la producción de la bodega con el corte del suministro de luz, decisión adoptada en asamblea informativa convocada por las federaciones agroalimentarias de UGT y CCOO para comunicarles el contenido de la última reunión mantenida con los administradores concursales para la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo.

Según explican CCOO y UGT en un comunicado conjunto, tras la tercera reunión celebrada el martes dentro del periodo de consultas del ERE, que afecta a 38 de los 85 trabajadores de la bodega y cuyo plazo finaliza el 29 de abril, la plantilla mantiene su rechazo a la composición de las listas de afectados por los despidos y a la forma de pago de las indemnizaciones, de 20 días por año trabajado y con un máximo de una anualidad.

En concreto, los sindicatos denuncian que en la bodega hay directivos con salarios de entre seis y siete mil euros que no entran en el ERE, mientras que en el pago de las indemnizaciones, la empresa sólo está en condiciones de garantizar un máximo del 50%, que no garantiza el cobro para algunos de los afectados que están por encima del tope de 27.000 euros que establece el Fogasa.

"No se puede estar de acuerdo con la oferta de la administración concursal porque propone 20 días de indemnización pero sin aclarar cuándo, cómo y cuánto cobrarán los trabajadores", señalan los sindicatos en su nota, en la que rechazan los criterios utilizados para elaborar la lista porque "no son serios y son más propios de amiguismos".

En el mismo comunicado, los sindicatos critican la negativa de Back in Business a vender bodegas Valdivia a una multinacional que está dispuesta a asumir a toda la plantilla frente al despido de diez de sus 12 trabajadores previsto en el ERE extintivo de esta bodega, con el que los actuales propietarios de Nueva Rumasa prefieren seguir adelante.

La "falta de inversión" de Back in Bussines genera, a su entender, "un aumento de la deuda existente" y tampoco hay garantías de continuidad de la actividad en el resto de las bodegas sujetas a concurso: Teresa Rivero y Zoilo Ruiz-Mateos, en las que se prevé despedir a 13 y 18 trabajadores, a los que se unen otros nueve de las viñas de la segunda de estas firmas bodegueras.

Los sindicatos han iniciado una ronda de consultas con los trabajadores de todas las bodegas, que concluirá con una asamblea conjunta en la que acordarán movilizaciones de protesta. Entre tanto, la plantilla de Complejo Bodeguero decidirá sobre la marcha las acciones puntuales en la asamblea permanente constituida ayer.