La política y el teatro

Manuel Moure

11 de octubre 2011 - 08:20

VAYA por delante que no entiendo que un político intente hacer una gracieta electoral (esas que sólo aplauden militantes y agradecidos) diciendo que lleva 30 años ganándole elecciones a su rival. Me parece fatal tanto por él, que ya debería dedicarse a otros menesteres desde hace muchos lustros, como por el rival, que debe tener el alma y la ideología repleta de moratones tras tantas palizas en las urnas. En cierto aspecto, la política también tiene su parte de teatro. Hay políticos que se ponen a parir en un ayuntamiento y a los pocos días se comen a besos en una diputación. También los hay que meten un joven cada cuatro años en las listas para aplacar así su mala conciencia. Lo malo de esta función teatral que es la política radica en que los actores son malos, se les ve venir de lejos, se repiten mucho, se van degradando poco a poco a los ojos de todos y, lo peor, como es el caso, que sus insensateces quedan a cada día que pasa más de manifiesto.

stats