El presidente de las Cámaras pide una reacción del sector privado para salir de la crisis

Gómez-Navarro reclama cambios fiscales, laborales y educativos al Gobierno, pero llama a los empresarios a no quedarse de brazos cruzados y asumir el liderazgo social

El presidente de las Cámaras pide una reacción del sector privado para salir de la crisis
El presidente de las Cámaras pide una reacción del sector privado para salir de la crisis
Angel Espejo

29 de enero 2010 - 07:08

El Gobierno tiene la llave para salir de la crisis, pero aunque la mayoría de las recetas que ofreció ayer en la inauguración del ciclo ‘Foro Jerez’ el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, para acelerar la recuperación económica incumben a la Administración pública, el también ex ministro socialista hizo un llamamiento al sector privado, y en particular a los empresarios, para coger las riendas y no quedarse de brazos cruzados a la espera de que el Ejecutivo solucione todo.

“No podemos pensar que el Gobierno nos va a resolver el problema, que a lo mejor puede, pero hasta ahora no lo ha hecho”, por lo que Gómez-Navarro señaló que “la sociedad civil llega un momento en que debe reaccionar, tiene que ser capaz de tomar la iniciativa y recuperar la confianza en sí misma, porque la sociedad española ha superado tres crisis en peores momentos y circunstancias, pero hace falta un esfuerzo y que el sector privado tome la iniciativa”.

La presentación del acto, el primero del ciclo trimestral organizado por la Cámara de Comercio y Cajasol en colaboración con Diario de Jerez, corrió a cargo del presidente de la Cámara de Comercio de Jerez, Jesús Medina (v. página 4), mientras que su homólogo en Cajasol, Antonio Pulido, hizo las veces con el conferenciante, del que destacó su amplia trayectoria tanto en la esfera política como en el mundo empresarial, “suficiente para ofrecer una visión completa y rica para salir de la crisis”.

Antes de echar mano de las recetas, Gómez-Navarro se ciñó al diagnóstico de la crisis en España y sus elementos diferenciadores, la burbuja inmobiliaria y la falta de competitividad de las empresas que, a su juicio, hacían insostenible la situación en España con y sin crisis internacional.

El presidente de las Cámaras no ve salida a la crisis si no se actúa sobre esas dos áreas: la burbuja inmobiliaria, “que se ha congelado, no resuelto”, y por la que hay 325.000 millones de euros que los bancos prestaron a los promotores del sector, que difícilmente se podrán cobrar, provocando un recorte en cadena de los créditos que afecta a las empresas y al ciudadano de a pie; y el problema de competitividad, estrechamente ligado al “déficit en la balanza de la cuenta corriente que cuando estalló la crisis era superior al 10% del PIB (Producto Interior Bruto), lo que quiere decir que consumíamos 100.000 millones de euros más de lo que producíamos”.

Hay que tomar medidas para invertir esta situación, es decir, mejorar la competitividad de las empresas españolas para aumentar las exportaciones, y también hay que vender pisos, pero “para eso las entidades financieras tienen que reconocer pérdidas –como han hecho en otros países– y bajar los precios de las viviendas”, pues “las fusiones de las cajas alivian algo, pero van lentas”.

Hecho el diagnóstico, Gómez Navarro pasó a exponer la relación de las medidas concretas para mejorar la competitividad, la fiscalidad de las empresas y de aquellas otras que habría que articular en un plan global para salir airosos del envite, no sin antes reiterar su llamada al sector privado para que asuma su liderazgo social.

El Gobierno, sin embargo, es el que tiene la batuta en ese marco general de actuación que debe compartir protagonismo con el acierto del empresario y en el que tienen que producirse los cambios que favorezcan la economía, a través del esfuerzo y no esperando a que nos saquen de ella, como según el ex ministro, hizo el Ejecutivo de Zapatero al hacer una mala lectura inicial de la crisis, de ahí que España se haya quedado rezagada en la salida.

Entre las actuaciones, lo primero que defienden las cámaras no es abaratar el despido, sino reducir los costes del empleo, ya que “el sistema de protección social español es insostenible si se sigue financiando en exclusiva con impuestos sobre el trabajo, como son las cuotas a la Seguridad Social”.

“En España se financia sólo con los productos españoles, no con los de fuera, pero hay otros países, como Dinamarca, que financian el cien por cien del sistema de protección social, que es mucho más amplio que el nuestro, con el IVA, y la ventaja de financiarlo con un impuesto sobre el consumo es que pagan todos los productos que se consumen en el país, vengan de China, India, Vietnam...”, significó Gómez-Navarro, quien subrayó que, en el modelo español, se “lastra” la competitividad de los productos propios frente a los de otros países.

“Es un cambio imprescindible”, afirmó el conferenciante, que en cualquier caso puntualizó que “es un sistema que no se puede cambiar de la noche a la mañana, sino que hay que ir reduciendo progresivamente cuotas a la Seguridad Social y metiendo impuestos al consumo”.

En el ámbito fiscal, las Cámaras también abogan por “la exención de impuestos para las reinversiones, los beneficios no distribuidos, porque capitalizar las empresas es básico”, al tiempo que hay otras serie de medidas “más sencillas o coyunturales”, como el anticipo del IVA que deben pagar los empresarios por facturas que aún no han cobrado.

El mercado de trabajo es otra de las parcelas en las que el presidente de las Cámaras sostuvo que debe intervenir el Gobierno, en concreto en la dualidad de contratos fijos y eventuales que son una “bomba de relojería”, y más aun en ausencia de un acuerdo entre sindicatos y empresarios.

“Hay que plantearse un nuevo contrato, fijo y con el despido más barato”, dijo Gómez-Navarro, quien defendió igualmente, dentro del terreno laboral, la necesidad de que los salarios estén ligados a la productividad, en particular en sectores como la Administración pública, “en los que no tiene lógica ninguna que se vinculen al coste de vida o a la antigüedad”..

Los costes productivos también representan en opinión del presidente de las Cámaras un obstáculo al desarrollo económico, ya que, según estudios, “España es el segundo país más caro de la OCDE para producir y no vamos por buen camino, porque el año pasado aumentaron los funcionarios en 165.000 y, pese a la crisis, los salarios de los empleados públicos crecieron un 5% “, con lo que “la Administración da la espalda a la realidad”.

Otro de los problemas “serios y más difíciles de resolver” es el sistema educativo, “y el de España es un razonable transmisor de conocimientos, no así de habilidades” –inglés, nuevas tecnologías, hablar en público, trabajar en equipo, liderarlos, tomar decisiones...–, que “es lo que hace falta”.

La lentitud de la Justicia, el modelo energético, la innovación en su sentido más amplio y que afecta a todos los procesos y departamentos de una empresa completan la relación de cambios expuesta por Gómez-Navarro, sin olvidar el control del gasto público, que representa el 40% del PIB español y en el que “los ciudadanos tenemos que ser capaces de medir la eficacia del coste por la prestación de servicios, porque incide en la calidad de vida”.

Pese a todo, y a modo de conclusión, el presidente de las Cámaras dijo estar “firmemente convencido de que España es capaz de salir de la crisis, pero hay que poner los medios y los tenemos que poner todos”. “De las crisis se sale con más trabajo y nosotros tenemos una encuesta que dice que el 20% de la población está dispuesta a trabajar más. Yo no sé si hay que trabajar más, pero sí mejor, porque hemos vivido por encima de nuestra posibilidades y, para mantenerlo, hay que trabajar mejor”, apostilló.

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