La primera semana de vendimia se mantiene por los cauces esperados, es decir, con una uva de gran calidad y los augurios de buena cosecha. De cualquier forma, el estado de la uva sigue siendo muy desigual en las casi 7.000 hectáreas registradas por el Consejo Regulador, por lo que aún quedan algunos días, e incluso algunas semanas, para que todas las viñas estén en el estado óptimo para su recolección, en concreto, las aquellas que están más próximas a la costa.

A día de hoy, según los últimos datos facilitados por el Consejo Regulador del Vino, son ya nueve los lagares los que se encuentran en funcionamiento del total de 32 bodegas de elaboración inscritas en esta campaña. Cinco de ellas pertenecen a Jerez, mientras que Chipiona, Sanlúcar, Trebujena, y Lebrija se encuentran con uno abierto.

En concreto, se han recogido 4,2 kilogramos molturados, mientras que la graduación media de la uva en estas primeras entregas ronda los 11,5 baumé, que superan holgadamente los 10,5 grados establecidos en el reglamento de la Denominación de Origen para el comienzo de la recolección.

Las previsiones son en general más optimistas que las que se tenían hace algunas semanas, pues está siendo un verano de temperaturas no excesivamente extremas y con un régimen muy moderado de vientos de levante. En todo caso, como ocurre siempre, las próximas semanas serán clave.

Por otra parte, tras unas campañas con otoños e inviernos secos y primaveras algo más lluviosas, a lo largo del pasado año agrícola se han invertido los términos, de manera que el otoño 2020 y el posterior invierno han concentrado las precipitaciones, mientras que la primavera ha sido más seca que en los últimos años. En invierno se han registrado algunos periodos de temperaturas muy frías que han favorecido la hibernación de las yemas y la acumulación de horas de frío necesarias para su brotación.

La primavera, aunque seca, ha traído importantes rociadas y temperaturas muy suaves, lo que ha favorecido una evolución muy gradual del estado fenológico y en general un estado sanitario bastante bueno, prácticamente sin mildiu y con escasísima incidencia del oidio y de la lobesia brotana.

Se ha detectado algo de presencia de mosquito verde y algo de melazo o cochinilla algodosa, pero sin daños de importancia tras los correspondientes tratamientos. Las graduaciones se presentan en general altas para lo que es habitual en nuestra denominación de origen y con una acidez también importante, lo que augura una vendimia de gran calidad.

Respecto a la producción, Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja, reconoce que “todavía es pronto para saber cómo va a ser la producción, al menos hasta la semana que viene no tendremos ya algunos datos”, asegura, si bien todo hace indicar que será mayor que la del pasado año, que alglutinó menos de 8.000 kilos por hectárea.

El representante de los viñistas independientes coincide en “la gran calidad de la uva de esta vendimia y asegura que “en algunas zonas está habiendo más cantidades que en otras, todo depende de si está en interior o en la costa, date cuenta que el rocío no llega a zonas de interior, aunque el hecho de que esté siendo un verano fresco, también puede ayudar”.

César Saldaña, director del Cosejo Regulador del Vino y el Brandy de Jerez, considera, en palabras a Europa Press, que la producción de esta vendimia 2021 “quizás, superior a la del año pasado, pero no mucho mayor. El año pasado apenas se llegó a 8.000 kilos por hectárea y este año, aunque es un poco pronto y depende de varios factores, se calcula que serán unos 8.200 kilos por hectárea con un máximo de 8.500”, recogiéndose al final de la vendimia “unos 50 millones de kilos”.