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Lo primero que...

  • Nombres más y menos conocidos de la ciudad hablan de lo primero que harán cuando se pueda hacer una vida algo normal: naturaleza, peluquerías y familia son los destinos más cotizados

Ilustración de Miguel Guillén.

Ilustración de Miguel Guillén.

Hartos ya de este confinamiento, la mente busca un poco de paz en la salida. Sí, en ese deseado momento de ir a la calle con cierta ‘libertad’. Jerezanos más y menos conocidos hablan aquí de “lo primero que voy a hacer cuando se pueda hacer una vida medio normal será....”.

“Pues hacerme las uñas”, confiesa el guitarrista y miembro fundador de ‘Los Delinqüentes’ Diego Pozo. Será después de visitar a sus dos sobrinos, “a los que no veo desde que estamos encerrados, y a mi hermana, que ya me ha dicho que quiere que me quede con ellos un mes (ríe). ¡Y lo de las uñas es fundamental para un guitarrista!”.

El tenor jerezano Ismael Jordi, que pasa este tiempo en su tierra, dice que lo primero será “ir a ver a mi familia en la medida que nos dejen. Y lo que tengo es muchas ganas de salir a correr, sobre todo los días que hace sol. Ya después las cervecitas ya vendrán, con mis amigos del Tabanco Plateros”.

Por su parte, el cantante David DeMaría, desde su casa de Madrid, cuenta que lo primero que hará será “volver donde lo dejamos mi hijo y yo, con las maletas preparadas para bajar a Jerez, con los billetes comprados para el Viernes de Dolores... y no pudo ser. Nos tuvimos que encerrar en Madrid. Eso será lo primero, ver a mi familia, dar un paseo por el mar, abrazarnos, juguetear en la orilla y reírnos y celebrar que hayamos pasado esta pesadilla en principio porque creo que tendremos que aprender a convivir con este virus un tiempo”.

La soprano Maribel Ortega dice que lo primero será pasear, caminar libremente, por la playa, respirar aire puro y "moverme con libertad. Afortunadamente estoy pasando la cuarentena con mis padres. De todas formas, debido a mi profesión he pasado largas temporadas sola, sin ver a amigos o seres queridos, así que me tomo este confinamiento como si estuviera fuera. También echo de menos mi trabajo, pero eso creo que tardará bastante en normalizarse”.

El cantaor Jesús Méndez también lo tiene claro, “lo primero será abrazar a mi familia, mis padres, hermano, sobrinos... Y luego recuperar mi vida profesional, seguir con mis proyectos, grabación de disco y actuaciones”.

El historiador y concursante Manuel Romero Bejarano lo primero que hará será “ir a ver a mis padres. Y luego me encantaría ir a Menorca y a Tenerife, que ya quería antes de que empezara este jaleo”.

La escritora Raquel Lanseros sueña con “darme un chapuzón en el mar o correr varios kilómetros monte a través”.

El director de cine Juan Miguel del Castillo cuenta que lo primero será “ir a ver a la familia y salir con los colegas, por supuesto. Y dar muchos paseos”.

La empresaria y periodista Beatriz Trapote confiesa que lo primero que hará será “hacerme las uñas. Tú ponlo. Utilicé un desengrasante para el horno y no lo diluí en agua... La casa está más limpia que nunca (ríe). Y espero que esta necesidad la tenga mucha gente (regenta varios negocios al respecto) porque si no me voy a ver muy fastidiada”. Su marido, Víctor Janeiro, dice que lo primero será “irme a correr y echo mucho de menos el campo. En casa hago lo que puedo de entrenamiento... pero no es lo mismo que salir”.

El dibujante Alberto Belmonte no duda en que lo primero que hará será ver a su familia, ir a la playa y presentar, cuando se pueda y sin mascarilla, una obra en la que está trabajando. Su novia, Inés, habla de abrazar a sus padres y comerse un bocadillo de Nocilla en la playa con él y la familia

El guitarrista y compositor Agustín Castilla-Ávila desea volver a visitar exposiciones, ir a estrenos de su música... Pero, como vive en Salzburgo, en cuanto pueda vendrá a ver a su familia y “hacer el payaso con los sobrinos. Eso es lo que más triste me pone, no poder jugar con ellos”.

La escultora Serena Fortín habla de “poder salir con mi bici, ir a bailar. Hacer deporte fuera, necesito estar fuera, la naturaleza... Y ver a gente, aunque no se pueda abrazar, verla”.

El pintor Juan Ángel González de la Calle asegura que lo primero será “tomar café en un bar, mientras leo el periódico. Que un camarero me haga el café como yo lo quiero, esperar mi turno y disfrutarlo despacio. El café en un bar es para mí uno de los rituales más observado. Con toda seguridad será en La Moderna”.

La jugadora de rugby Laura Delgado dice que “sinceramente tengo ganas de hacer muchas cosas. Cuando salga de casa de mi hermano, lo primero que me apetece es abrazar a mi madre, pues normalmente vivo fuera por el rugby y estoy acostumbrada a pasar meses sin ver a la familia, pero el estar aquí y no poder ir a abrazarla está siendo duro. Ver a mi amigas, tengo ganas de irme con ellas a la playa y salir corriendo unidas de la mano (ríe), salir a tomar tapas al sol... Y, cómo no, jugar al rugby, coger el balón con mis compañeras e ir a la guerra más que nunca”.

Sus deseos, sus voces se unen a las de otros ciudadanos anónimos con la mirada puesta en ese día en el que todo vuelva al menos, casi, a ser como antes, o mejor. Nombres como Johanna, Almudena, Leticia, Belén, Roberto, Pedro, Marisa, María, Nuria, Lioba, Elo, Elena, Mercedes... Que hablan de que lo primero que harán será salir a pasear, visitar a la familia, valorar más las pequeñas cosas, tomar el sol, jugar con los niños en la calle, caminar sin rumbo y sin prisas, ir a la peluquería, ver a los amigos, abrazar (si se puede)... O María José, que confiesa que está deseando tener su rutina diaria y llevar a su hija al cole y darse un paseo por la playa. Eva habla de estar al aire libre y pasarse un día entero fuera. “Pero antes que nada, me voy a ir a casa de mi madre para darle y recibir un abrazo. Nos tomaremos un café, tranquilas, sin hora. Lo segundo será, a ser posible, la playa, familia y amig@s, todo junto”.

Aida quiere ¡naturaleza! y pirarse de Madrid en cuanto pueda, directa al campo, aunque si es posible, pasando antes por la peluquería. Eva quiere dejar de trabajar tanto, valorar más lo que tiene y los pequeños momentos de estar con amigos, de fijarse en desconocidos... disfrutar al aire libre... vivir... Dar muchos abrazos y demostrar más cariño.

Johanna muestra sus ganas de planear unos talleres en grupo y sesiones de coaching en persona, depende hacia dónde puedo desplazarse, y abrazar a sus padres, familia y amigos. Almudena sueña con el contacto con la naturaleza, aunque sea ir a un parque, más que estar en contacto con la gente.

Desiré quiere volver a bailar ballet en su escuela, con sus alumnos. Lidia quiere andar hasta que le duela todo y que sus hijos vean a los abuelos. María Antonia quiere achuchar a sus nietos. Inma quiere salir de Jerez, coger su furgoneta y tirar para el norte. Teresa echa de menos andar, sobretodo por la playa, y bañarse. Y también poder rozar a la gente al pasar por la calle sin darse cuenta como hacía antes. Sentarse en La Moderna u otro bar y escuchar el bullicio. Renata desea pasear por la playa y tomarse una buena cerveza en un bar. Por su parte, María Jesús tiene ganas de salir para poder ver a su hija, a su familia, a sus alumnos de piano (poder escucharlos en directo y no a través de un ordenador que se pierde toda la emoción). Poder ir a conciertos en directo, ir a la playa.... o simplemente ir a la compra con tranquilidad “y no sentirme como la que está haciendo algo malo”.

Ana, Rubén, Raquel, Irene, Maite, Vanesa, Orla, Sandra, Elena, Olga, Maripaz, Noelia, Reme, María, Pilar y Kenia ansían salir a correr, visitar a la familia, los amigos, estar en la naturaleza, sea cual sea, en espacios abiertos. Abrazos, muchos achuchones, incluso a un caballo, ‘Canastero’. Celebrar cumpleaños que se han quedado en poca cosa por el confinamiento. Hay quien desea incluso irse a Francia y coger un empacho de tanto comer hojaldre. Trabajar. Estar al aire libre, con las tortillas de patatas y los filetes empanados, y “lo de volver a la dieta habrá que ir haciéndolo poco a poco”. Y, por supuesto, ir también a la peluquería.

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