Uno de los primeros centros que aplicó la integración en las aulas

El colegio Jesús-María La Asunción es un centro educativo privado concertado católico perteneciente a la congregación de religiosas de Jesús-María, que permanece fiel al espíritu de su fundadora, Claudina Thévenet, aunque en la actualidad está regido por seglares. Es uno de los primeros centros de Jerez que aplicó la integración y se cuenta entre los que tienen mayor número de alumnos de este tipo.

Según explica su director, Cristóbal Díaz Beato, "un valor del estilo educativo de nuestra fundadora, Claudina Thévenet, es la atención a cada persona con preferencia por los más necesitados. Esto nos conduce a una búsqueda continua de metodologías adecuadas para dar respuesta a la diversidad del alumnado. Aprender a convivir con la diferencia, aprender de ella y vivirla como enriquecimiento para todos".

En este sentido señala que "todo el alumnado aprende junto, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. Se da respuesta a las necesidades educativas detectadas en los alumnos, adaptando la estructura, funcionamiento y la propuesta pedagógica, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y que participen en igualdad de condiciones". Para ellos, "un importante desafío de futuro es dar continuidad en el centro a la atención a la diversidad y a todo el alumnado de la zona que, por sus características, requieren de alternativas diferentes para su formación y posterior inserción laboral".

También consideran que "educar es transformar el mundo y para ello hemos de preparar a nuestro alumnado en las herramientas del mañana. Hacer una apuesta decidida por las tecnologías de la información y comunicación, su conocimiento y manejo son esenciales en la formación de nuestro alumnado".

El primer colegio de Jesús María en Jerez fue 'El Cuco', que abrió sus puertas en 1948, pero en 1953, en una reunión de antiguas alumnas, ya se planeó la fundación de una escuela en la barriada de La Vid, que estaba recién construida y a finales de noviembre de 1954 el alcalde Álvaro Domecq cedió dos pisos en la barriada de La Asunción para esta escuela, que se inauguró en diciembre con 75 niñas matriculadas y dos maestras: Adela Barea y Concepción Cristóbal.

En 1955 se había instalado en los pisos una capilla pero al ser insuficiente el local para la escuela se trasladó la capilla al Matadero. En 1956 se colocó la primera piedra de la nueva escuela y capilla en unos terrenos cedidos por el alcalde y presidente de la Junta de Fomento del Hogar, obra que finaliza en 1961.

El director destaca que en la actualidad hay escolarizados un importante número de alumnos de necesidades específicas de apoyo educativo y sobre todo de necesidades educativas especiales. "Hace unos veinte años -explica- este centro fue piloto en la inclusión de este tipo de alumnado en centros y aulas ordinarias. Fue una decisión unánime de toda la comunidad educativa y desde entonces es un reto y una experiencia muy enriquecedora cada día para todos". Asimismo, el colegio mantiene colaboraciones, programas y actuaciones conjuntas con entidades como Cedown, Once, Autismo Cádiz o Usmi entre otras.

Este además es el cuarto año en que las religiosas de Jesús María no se encuentran en las tareas directivas y docentes. El colegio tiene un carácter de 'tutelado' por ellas, motivo por el que han sabido conservar el mismo espíritu de las religiosas de Jesús-María. "La congregación -explica Amparo Durán, profesora de apoyo y miembro del equipo directivo- ha apostado por este centro y también hay religiosas mayores que participan en trabajos de apoyo al centro, en portería... Además, a nivel de equipo funciona bastante bien, porque el profesor que menos lleva da clases aquí desde hace catorce o quince años".

Como muestra del carácter familiar de este colegio Amparo señala que "te puedo decir el nombre de todos los niños". Ella es también la responsable de la Pastoral del centro, a la que viene un grupo de más de treinta personas.

Asimismo, hay también una pastoral escolar y entre todas las actividades que no son expresamente del currículum se pueden destacar el proyecto medioambiental 'Arcoiris', el proyecto de alimentación sana 'Fuerte y sano quiero estar' o el proyecto de salud e higiene personal 'La limpieza que buena es'.