"Ha quedado tal como soy, ni más guapo ni más feo"

"Ha quedado tal como soy, ni más guapo ni más feo, si acaso más guapo". El hermano Adrián del Cerro decía estas palabras poco después de descubrirse ayer su busto, realizado por el doctor Esteban Cosano, en el salón de actos del hospital Juan Grande, que se quedó pequeño para acoger el reconocimiento que se hacía al entrañable limosnero de la orden hospitalaria de los hermanos de San Juan de Dios. El hospital había querido esperar además al día de su santo. Guillermo García, prior de la orden en Jerez, fue el encargado de introducir el acto, destacando la figura de los dos protagonistas: el hermano Adrián y el autor del busto, radiólogo del Juan Grande desde hace 30 años.

El doctor Cosano recordó sus inicios en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, el trato con sus profesores de pintura, escultura y cerámica que "me soportaron porque todos eran pacientes míos como radiólogo y a casi todos les hacía radiografías cuando estaban malitos". Hizo mención a la disyuntiva que se le planteó a la hora de seguir una u otra vocación y el desenlace con la elección de la medicina como profesión. "El radiodiagnóstico le daba seguridad económica a mi familia y a mi y mucha satisfacción personal. La segunda, el arte, era una verdadera incógnita y ya tenía tres hijos". No obstante la llama artística siguió viva y más cercana su jubilación, Cosano ha retomado la actividad artística. "Dentro de poco quiero servirme de ella, sobre todo para sentirme vivo".

Contó el doctor Cosano que es la cuarta cabeza que hace. "Dado el tiempo libre que me queda entre consulta y sueño, en todas he tardado meses. Por el personaje, es la que me ha divertido más, de la que más estímulos he recibido y la más fácil de realizar". Argumentó que la orografía de los rasgos del hermano Adrián es tan acusada "que destacan muy bien sus diferentes proporciones". Y recordó también la cara del hermano Adrián, cuando "con una sonrisa socarrona", señaló el barro y dijo : "Soy yo" o cuando le comentaba: "Adrián, viendo las cosas tan estupendas que hay en el mundo: mujeres guapas, las comodidades que da el dinero, las facilidades que da el poder. Si volvieras a nacer ¿qué camino tomarías? y el hermano Adrián contestó de inmediato: "Sería de nuevo hermano de San Juan de Dios".

Seguidamente Cosano explicó mediante fotografías el proceso de elaboración del busto y cómo la boina que luce en la cabeza del religioso había sido el elemento que le había causado más dificultades.

El otro protagonista del acto, el hermano Adrián, vestido con su hábito negro, se levantó entonces para descubrir el busto, entre los aplausos de los asistentes y empezó su pequeño discurso dando gracias a Dios "porque nos tiene vivos, sobre todo, a mí porque después de haber pasado dos o tres caídas muy desafortunadas, he salido de ellas". Y se puso el hermano a contar su primera caída, de la cama al suelo y la otra en Jerez 74, donde cayó en una especie de zanja. "Eran cerca de las dos de la tarde, que si llegan a ser las tres o las cuatro y la gente de las oficinas se hubiese marchado ya, no sé qué hubiese pasado".

También tuvo palabras el homenajeado para Jerez, de la que dijo "que siempre se ha portado con nosotros maravillosamente bien" y se acordó de todos los médicos del hospital, de los hermanos y de sus superiores. "El pueblo de Jerez es bueno y hacen bueno a cualquiera aunque no lo sea como yo". Y en ese momento habló de una forma especial de "todas las personas que me han atendido, que me han dado limosnas, que me han llevado a casa en su coche". Agregó que "aquí estoy dispuesto a hacer lo que pueda por Jerez, que ya será poco, porque no puedo andar por las calles como antes, pero sí puedo ayudar con mi oración".

El superior provincial de la Provincia Bética de la orden, Julián Sánchez, también alabó la figura del hermano. "Qué tendrás Adrián, que has podido deslumbrar a un artista" y rememoró una de las muchas anécdotas que escuchó una vez del religioso, cuando éste pasaba por un calle y dos jóvenes en moto "por los que nadie apostaría mucho" se bajaron y le soltaron: "Qué grande eres Adrián". Sánchez quiso que fuese el homenajeado el que despidiese el acto. "Te pido que les pidas algo a los asistentes". Y el hermano Adrián dijo sin más: "Que me sigan queriendo y me sigan aguantando".