Al parecer, y para finales de este año, el histórico cine jerezano volverá a abrir sus puertas reconvertido en teatro con capacidad para unas 1.000 butacas. En el nuevo recinto cultural se tiene previsto celebrar grandes obras de teatro, conciertos, congresos y otros eventos.

Dos empresas, Rialto S.L. y Beon-Worldwide, son las que han adquirido este singular edificio a Unicaja, que anteriormente estuvo en manos de Comunidades del Sur y Gadicasa.

La edificación, que está protegida mediante el nivel 3 ‘Conservación Arquitectónica’ (art. 9.6.12 del PGOU), podrá intervenirse mediante la rehabilitación con reforma (art. 9.6.26. del PGOU), y la fachada deberá conservarse de forma estricta (art. 9.6.31 del PGOU). Su calificación urbanística (uso) es de actividad económica, es decir, no es posible el uso residencial.

En pleno boom inmobiliario se especuló con modificaciones urbanísticas que permitieran su derribo para ceder espacio a promociones de vivienda, aunque finalmente el PGOU de Jerez otorgó a la finca la máxima protección.

Vista aérea del edificio.

En el documento de planeamiento urbanístico se indica: ‘Deberá mantenerse la apariencia exterior y el espacio interior de la edificación. Se permite la redistribución de tabiquería sin modificar espacios conformados con techos de diseño singular y unitario. Deberán mantenerse siempre visibles las estructuras y elementos decorativos internos y externos originales, que revistan interés arquitectónico o histórico. Podrán reponerse elementos estructurales deteriorados repitiendo siempre los sistemas constructivos originales’.

Por su parte, la Junta de Andalucía lo ha clasificado lo ha clasificado de Patrimonio Histórico por la Ley 14/2007. por lo que su arquitectura exterior está protegida y se debe conservar en su totalidad.

Fachada del jerezano antes de su cierre en 1998.

Hubo intensas negociaciones con el Ayuntamiento de Pacheco para hacerse con ese gran negocio inmobiliario. Pero aquello se frustró. La Junta de Andalucía catalogó el edificio como protegido, por lo que su arquitectura exterior debía conservarse en su totalidad.

Inaugurado en 1948

El proyecto del cine se remonta a 1945, cuando el médico e industrial sevillano Luis Escuin Nicolau encarga la obra al arquitecto madrileño José María R. Garrido, en el terreno que ocupaba una nave de bodega.

Constaba de dos plantas, de un ambigú, un pequeño bar en su planta inferior y un aforo de 965 butacas.

No sabemos, a fecha de hoy, los motivos que impulsó a este médico a construir un cine en Jerez, tal vez fuera el capricho de un cinéfilo empedernido.

Fachada del proyecto inicial que presenta diferencias.

Según la crónica del diario el Ayer, su inauguración el 18 de abril de 1948 reuniendo a más cargos políticos y militares de la época que a público en general.

Escuín, como era costumbre, entregó al entonces al alcalde accidental, Guillermo de Medina y Fernández de Castro, la cantidad de 7.000 pesetas con destino a la Junta Benéfica Local. La comitiva que accedió a su interior encontró una sala amplia, cómoda y acogedora. Se proyectó un documental y una revista del NODO como complemento al largometraje estrenado para la ocasión, Amante secreta, una película de 1941 interpretada en su principal papel por la actriz italiana Aida Valli.

Programa de mano de Amante Secreta en su estreno en Jerez.

Una copia del proyecto de la obra se conserva en el Archivo Municipal de Jerez bajo el epígrafe 731 de los Protocolos Municipales.

De Sirius a los Hernández

Escuin, ajeno al mundo de la exhibición, explota la sala durante unos años, pero a mediados de los `50 pasa a manos de ‘’Sirius’, cuyo representante ere el jerezano Gabriel Navarro Rincón.

El monopolio de la exhibición que mantenía en Jerez Francisco Riba se rompe cundo surge el conglomerado Sirius (1956-1976), empresa presidida por Gabriel Navarro Rincón en asociación con su cuñado, Eduardo Delage.

Sirius llegó a controlar diversas salas de invierno y de verano, entre las primeras los cines Jerezano, Lealas (posteriormente Luz Lealas), y Delicias, entre las segundas estaban Santo Domingo, San Miguel, Victoria, Barceló, Terraza Jerezana, Terraza Sol, Terraza Delicias y Sol.

En los setenta, y ante la moda de las películas de destape y marcado tono erótico, Sirius vende los cines a los hermanos Hernández, de Sevilla, bajo la firma de ‘Cines de Jerez’. Con De esta manera, se haría con el control de todos los cines de la ciudad, tanto como propietarios como arrendatarios.

Tal como era la sala de butacas y la pantalla.

La aparición de los multicines en Jerez, de la mano de Unión Cine Ciudad (la familia Hernández), provoca la clausura de los cines del centro. El último sería el Jerezano, el 27 de agosto 1998. El operador que dio la última proyección fue Enrique Gavira Vázquez.

Enrique, nacido en 1944, era electricista de profesión, obteniendo el carné de operador cinematográfico tal como exigía el Ministerio de Gobernación por aquel tiempo.

Además de montar todo el cuadro eléctrico del Jerezano ejercía de jefe de mantenimiento del grupo, reparando los viejos proyectores de linterna con arco voltaico, que en 1980 se sustituyeron por las de lámpara que eliminaban el uso del carbón. El sonido, según sus declaraciones, ‘lo proporcionaba un altavoz con separador de frecuencia, con graves y agudos separados’, pero fue el propio Enrique quien, años después, ideó un sistema estéreo en el Jerezano.

Publicidad de la película estrenada en la inauguración.

Su carrera como operador cinematográfico terminaría en Jaén, donde fue enviado por la empresa. Cuando se jubiló, ‘habían pasado cuarenta años de su vida desde su primera proyección’.

Otro nombre vinculado al cine jerezano como operador de cabina es Manuel Farach Guerrero (Jerez, 1945). En sus inicios alternaba el trabajo en una relojería con el proyeccionista en el salón de actos del Círculo de los Luises, en el seno de la Compañía de Jesús. Sede, igualmente, del Cine-Clun Kostka (1959-1968).

En 1960 se incorpora al Jerezano de ayudante de Enrique, alternando en los cines Sol y Delicias.

Manuel conoció a la que sería su mujer, Ana María Narbona, cuando ella trabajaba de taquillera en el Jerezano.

Los operadores, como me confesaba Manolo, ‘se encargaban de recoger las latas de películas que llegaban hasta la plaza del Arenal. Luego las montaban y repasaban. Todas venían tocadas por su paso por multitud de salas. Empalmaban películas de hasta tres años. Las repasaban y verificaban hasta su proyección’.

Tampoco hay que olvidar la figura del gerente Miguel González Sánchez, al que solía pedir algún que otro cartel sobrante cuando de joven asistía a las sesiones de cine.

El Cine-Club Popular

En los inicios de las actividades de esta asociación cultural se llegó a un acuerdo con los responsables de la cadena para ofrecer a sus socios los ciclos de cinestudio en esta sala.

Estas se llevaban a cabo los martes, en sesiones continuas a las 20´00 y a las 22´00, en otras ocasiones un pase a las 21´15 o las 21`30. En ocasiones se hacía el coloquio en el mismo cine al finalizar la proyección.

Programa del Cine-Club Popular visto en el Jerezano en 1978.

La primera película se daría el 11 de noviembre 1976, ‘Historia una chica sola’, dentro del ciclo ‘Protagonista la mujer’.

A este le seguirían: ‘Panorama cine político’, ‘En clave de comedia’, ‘Un problema de Andalucía: la emigración’, ‘Orson Welles’, ‘Cine fantástico’, ‘Woody Allen’, Bogart, el ciclo dedicado al ‘Cine iberoamericano’, sería el último, entre enero y febrero de 1979.

A partir de esa fecha el Cine-Club pasaría a ofrecer sus sesiones en el Centro Cultura de la Caja de Ahorros de Jerez, en la plaza de las Marinas.

Escenario para ‘Miel de naranjas’

En septiembre de 2011, el director de cine Imanol Uribe, con la colaboración de la entonces Jerez Film Commission, rueda en Jerez su película ‘Miel de naranjas’.

El autor del artículo en el rodaje de 'Miel de naranjas'.

Parte de la historia tiene lugar en un cine, para lo que se consigue reabrir el jerezano por unos días.

Los responsables de la dirección artística se afanaron por dotar al edificio de un aspecto propio de la época. El thriller ambientado en la Andalucía de los años `50 cuenta trata sobre Enrique y Carmen, dos jóvenes que se enamoran profundamente nada más conocerse.

Exterior del cine en la actualidad.

El rodaje duraría varias semanas en diferentes localizaciones en Jerez. Los intérpretes principales fueron Iban Garate, Blanca Suárez y Karra Elejalde, protagonistas de esta historia que también contaría con el jerezano José Manuel Poga, entre otros

Como responsable de localizaciones de Jerez Film Commission realicé las gestiones necesarias ante la inmobiliaria Gadicasa, propietaria del edificio por aquel tiempo, para que se pudiera rodar en aquel lugar.