Ese toro negro de Osborne
El Rebusco
En el 250 aniversario de la bodega y en el 65 del toro diseñado por Prieto
José Luiz Gómez Bermúdez fue clave en el departamento de publicidad
YO nací el mismo año que lo hizo el toro de Osborne, en 1956. Los dos hemos cumplido 65 años. Yo a punto de jubilarme, el toro, en cambio, con más casta y bravura que nunca, como diría Iván Llanza, durante once años director del departamento de comunicación corporativa y relaciones públicas de la compañía, y en la actualidad director de la Fundación Osborne.
Un aniversario que coincide con otra fecha señalada para tan histórica bodega del Puerto de Santa María, sus 250 años de existencia.
Muchas historias se entrecruzan en tan largo periodo de tiempo, como los apellidos de sus propietarios, que con el tiempo entroncaron con miembros de la elite local.
Unos datos que han sido descifrados, y puestos al día, por parte de los investigadores Javier Maldonado y Alberto Ramos. Sus resultados se podrán leer en el libro conmemorativo que Osborne publicará en breve.
En este rebusco pretendemos una muy condensada historia en torno a un toro con apellido inglés.
De Duff a Osborne
A James Duff, nacido en Escocia en 1734, lo veremos situado en Cádiz en 1768, y unos años más tarde, en 1772, asociado con Juan Haurie, diligente empresario afincado en Jerez.
Por su apoyo económico durante la guerra de la independencia la corona le otorgaría, en 1813, e1 título de baronet de Halkin, aunque desde 1790, hasta su fallecimiento en 1815, en El Puerto de Santa María, ostentaría el cargo de cónsul británico.
A su muerte, al no estar casado, William Gordon (1772-1823), su sobrino, formaría la compañía Duff Gordon &Co., heredando también el título.
Tras la muerte de éste, su esposa, Caroline Cornewal, mantuvo como gerente de la empresa a Johan Nikolaus Böhl de Faber (1770-1836), a la sazón cónsul de Hamburgo en Cádiz, y casado a su vez con la gaditana Frasquita Larrea.
Por su parte Thomas Osborne Mann, nacido en Exeter, condado de Devon, en 1781, se estableció en Cádiz, trabajando para Lonergan y White. Además, desarrolló otras actividades a título particular, como la realización de préstamos a varios bodegueros de la zona y la inversión en la crianza y exportación de vinos.
A finales de 1829, Osborne canceló la sociedad con Lonergan, pasando a ser el banquero de William Duff Gordon, y su socio mayoritario, en 1832. Cosmo Lewis Duff Gordon (1812-1876), hijo de William, sería socio minoritario.
La colaboración con Böhl de Faber se hizo más estrecha al unirse en matrimonio, en 1825, con una de sus hijas, Aurora.
Cuando Thomas Osborne murió en 1854, sus dos hijos varones, Tomás (1836-1890) y Juan Nicolás (1838-1897), eran todavía menores de edad, por lo que la dirección de la empresa fue asumida por el marido de la hermana mayor María Manuela (1827-1894) llamado Francis Morgan (1821-1876), un productor de vinos de origen galés afincado en El Puerto de Santa María y con amplios contactos comerciales en el Reino Unido.
Tomás Osborne finalmente asumió la dirección de la empresa
mientras su hermano Juan Nicolás se dedicó a la diplomacia y obtuvo el título vaticano de Conde de Osborne.
Cosmo Duff-Gordon cedió a Tomás Osborne Böhl de Faber en 1857 todas las acciones del negocio, como la marca, que siguió con la misma denominación. En 1890 Duff Gordon & Cº, por razones legales, cambió su denominación a Osborne y Cia,
Muy posteriormente, ya en 1996, la compañía cambió su denominación a la actual Bodegas Osborne, aunque la marca Duff Gordon se sigue todavía utilizando en algunos países, como el Reino Unido o Canadá, donde era muy apreciada.
Parte de aquellas bodegas originarias de Duff-Gordon estaban radicadas en el conjunto bodeguero conocido como Bodegas Exportación de Osborne.
Desde El Puerto hasta Japón
Fue en 1956 cuando nació como símbolo el famoso toro de Osborne.
La empresá encargó a la agencia Azor una valla para publicitar en las carreteras su marca emblemática. El portuense Manolo Prieto sería su creador.
José Antonio Osborne y José Luis Gómez Bermúdez recorrieron entonces las carreteras españolas buscando emplazamiento para los más de 200 Toros de Osborne que se colocaron. El primero en Madrid, en 1957, en la localidad de Cabanillas de la Sierra.
Cuatro metros de altura. De madera. Los fenómenos meteorológicos degastaron ese primer toro. Hubo cambio de planes. En 1961 se fabricó el primer toro en chapa metálica, con 7 metros de altura.
Un año más tarde, un decreto ley reguló los elementos publicitarios instalados en los márgenes de las carreteras. Se retiró 20 metros toda la publicidad. Y el toro creció. Pasó de medir 7 metros a 14.
En julio de 1988 la Ley General de Carreteras obliga a retirar la publicidad de cualquier lugar visible desde cualquier carretera estatal, sin embargo una intensa campaña nacional para que mantengan los toros motiva a la Junta de Andalucía su declaración de Bien Cultural.
Por su parte, el Tribunal Supremo reconoció en 1997 el valor histórico, estético y cultural de la valla.
Hasta Japón ha llegado el toro ‘negro y enorme’. Esta iniciativa coordinada por Iván Llanza en el 2018 tiene como escenario la pintoresca población de Matsunoyama, en la región rural de Echigo-Tsumari de la Prefectura de Niigata.
Allí se celebra cada tres años, un importante festival de arte al aire libre en el que participan artistas japoneses e internacionales, cuyas obras están diseñadas para integrarse en el entorno y la cultura local.
La instalación del toro de Osborne fue promovida por el artista Santiago Segura bajo el título 'The black symbol' y como detalle, cabe destacar que fue fabricado en Japón utilizando las directrices de la marca, si bien, para la base de cimentación se emplearon técnicas antisísmicas.
El hombre que plantó los toros
El trabajo desarrollado por José Luis Gómez Bermúdez durante más de cuarenta años en el sector del Marco del jerez ha sido el de un verdadero titán que no conocía el desaliento. Con su peculiar estilo caballeroso, amable y de exquisita educación y cultura marcó una época en Osborne.
José Luis nació el 16 de octubre de 1930 en la que por aquellas fechas era la pedanía jerezana de San José del Valle.
Estudia por libre Magisterio, y, posteriormente, obtiene el título de Profesor Mercantil en la Escuela de Comercio de esta ciudad.
En 1955 es contratado como jefe de ventas por la reputada litografía Jerez Industrial, en la que permanece hasta 1960, año en que es fichado por el Grupo Osborne del Puerto de Santa María. En esta empresa se jubilará en 1996, después de treinta y seis años de activo y ejemplar ejercicio de su profesión como jefe de publicidad.
Entre 1962 y 1977 se encargó, junto a José Antonio Osborne, de la elección de los diferentes emplazamientos por toda la geografía española de la famosa silueta negra del toro que Manolo Prieto diseñó para la compañía.
En la actualidad, casi un centenar de estas emblemáticas figuras, consideradas patrimonio histórico y cultural desde....están situadas de forma estratégica por todo el territorio español.
Con la agencia EPSA, del cubano Juan Cros Arrue, y la productora Estudios Moro, coordinaría diferentes campañas publicitarias de difusión nacional que aún perdura en la memoria de varias generaciones de españoles y que ha dejado huella en la historia de la publicidad nacional.
Hay que recordar las llevadas a cabo entre los años 1964 a 1970 para el brandy Veterano, a los que ponían rostro la pareja formada por Elena Balduque y el jerezano Antonio Pica, amén de la intervención puntual de la famosa modelo inglesa Jane Shrimpton en1967, por la que cobró la cantidad de 750.000 pesetas.
Destacar su trabajo en todo el proceso creativo en la elaboración de la imagen del brandy gran reserva Conde de Osborne, que contó, allá por 1964, con la participación del mismo Salvador Dalí.
Su recuerdos y añoranzas las dejaría escrita en el libro titulado El hombre que plantaba toros (2007). José Luis fallecería en Sevilla el uno de enero de 2008.
Toro Gallery
La bodega María Manuela, uno de los cascos de la Bodega de Mora, alberga desde 2019 el espacio expositivo dedicado a los grandes hitos de Osborne desde su fundación en 1772 y, especialmente la historia del Toro de Osborne.
La exposición cuenta con documentos inéditos -como cartas de Washington Irving-, la misteriosa relación de la familia Osborne con Tolkien, quien escribió el famoso libro ‘El Hobbit’ y obras de grandes autores del siglo XX inspiradas en el Toro de Osborne -piezas de Salvador Dalí, fotografías de Annie Lebovitz, Richard Avedon y Helmut Newton, diseños de Keith Haring, o un Toro de Osborne con cristales de Svarowski entre muchas otras piezas del mundo del deporte, del diseño y hasta de la música. El toro tiene su representación cinematográfica más conocida en la película de Bigas Luna, Jamón, jamón, del año 1992.
La bibliografía está representada por obras como: ‘Un toro negro y enorme’ (1994), obra colectiva, ‘Manolo Prieto y el toro de Osborne’ (1995), ‘El toro de Osborne. La otra ganadería de España’ (2000), de Eduardo Marqués, y ‘Toro de Osborne: 60 años’ (2017), de Jaime Nuño con fotos de Pau Barroso.
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