Un regante, un voto

La comunidad del Guadalcacín quiere implantar el sufragio universal sin repartir las cargas del mantenimiento de la zona regable Asaja se opone a la propuesta de reforma de los estatutos

Un regante, un voto
Un regante, un voto
Á. Espejo Jerez

16 de febrero 2015 - 01:00

Se avecina tormenta en la zona regable del Guadalcacín. Este año tocan elecciones y la comunidad de regantes, de acuerdo con Asaja y Coag, coinciden en la necesidad de cambiar los estatutos para adaptarlos a los nuevos tiempos, en los que el riego por inundación de antaño ha dado paso al riego a la demanda y con contador.

Tras varias reuniones en las que se apalabró reformar los estatutos para implantar el sufragio universal, extendiendo el derecho a voto a todos los regantes con independencia de su superficie, pero manteniendo el estatus de los comuneros -a Asaja le interesa acercarse más al voto por hectáreas, y a Coag, el voto por persona-, la junta rectora de la comunidad se desmarcó de su compromiso verbal para presentar una propuesta que cambia por completo el escenario de la representación, dándole mayor protagonismo a los titulares de pequeñas parcelas, muchas de ellas huertos de ocio, y exonerándoles de hacer frente a la correspondiente de los gastos comunitarios en proporción a su nueva representatividad.

Asaja-Cádiz y su sectorial de regantes REGA entienden que el borrador publicado en el tablón de anuncios de la comunidad del Guadalcacín es del todo inaceptable, motivo por el que el jueves convocaron una reunión en la sede de la organización agraria en el parque tecnológico para informar a sus afiliados de la situación actual del proceso.

El cambio de estatutos, con más de medio siglo de historia, se considera necesario, pero para su modificación parcial o total se requiere el voto favorable de la mitad más uno del censo de más de 2.200 regantes, y no sólo de los asistentes a la asamblea en la que se votará, y que ha sido convocada para el próximo 24 de febrero.

La organización agraria recomienda a sus afiliados que no acudan a la asamblea, a la que mandará un notario para que de fe del proceso, con el que inicialmente se pretendía consagrar que todo el mundo tenga derecho al voto, sin moverse mucho del estatus actual, en el que el 32% de la superficie ostenta el 50% de la representación -a mayor superficie, mayor representación-.

Con el borrador, en el que se advierte además que el mismo está sujeto a cambios hasta el mismo día de la asamblea, Asaja denuncia que el 20% de la superficie tendría el 50% de la representación y sin que haya además un reparto equitativo de las obligaciones económicas para sustentar los gastos de la comunidad.

En la propuesta de la junta rectora de la comunidad, los titulares de hasta una hectárea tienen derecho a medio voto, duplicándose el número total de votos desde los 2.700 actuales hasta los 4.400. Hasta ahora, para votar había que tener al menos una hectárea, por lo que los titulares de superficies menores tenían que unirse para poder ejercer el derecho al voto.

De esta forma, Asaja asegura que los pequeños regantes de hasta cinco hectáreas pasarían de tener el 30% de los votos al 50%, aunque pagarían sólo por el 20% de la superficie, lo que consideran del todo injusto.

La organización agraria que preside Manuel Vázquez mantiene abierta la puerta a la negociación, si bien entiende que habría que retrasar la convocatoria de la asamblea para que la propuesta definitiva, y sin posibilidad de incorporar cambios, se expusiese con 15 días de antelación para conocimiento de todos los comuneros interesados.

En la reunión del jueves, los responsables de Asaja explicaron que presentaron hasta cinco opciones distintas que respetan lo apalabrado en las reuniones previas con la junta rectora y con Coag, pero el borrador publicado difiere por completo de lo acordado, y tampoco reparte las cargas económicas conforme a lo que establece la Ley de Aguas.

Es decir, con la propuesta de la junta rectora de la comunidad se duplican los derechos de voto, pero no se obliga a mantener los gastos comunes a los nuevos votantes.

El cambio de los estatutos fue una promesa electoral de la actual junta rectora en su campaña de las últimas elecciones. Pero si aquellas elecciones estuvieron marcadas por el enfrentamiento entre las dos opciones que concurrían por el coste de la modernización, ahora Asaja entiende que la gente no está en esas batallas y lo que quiere es rentabilidad de sus producciones, por lo que pide a la junta rectora que recapacite.

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