De la reserva por teléfono a la venta directa online

En los últimos meses se ha cuestionado mucho la gestión de la venta de entradas en el Circuito de Jerez, una sistema que en estos días funciona a pleno rendimiento. Pero esta fórmula con la que se trabaja actualmente apenas lleva funcionando tres años. Fue en 2013 cuando, tras pasar el trazado jerezano a gestión pública, se puso en marcha un nuevo sistema de taquillaje, un sistema que a día de hoy controla controla con exhaustividad todos los accesos.

Con anterioridad, la venta de localidades se efectuaba por teléfono, de tal forma que el cliente reservaba las que quería y posteriormente efectuaba una transferencia bancaria. Era entonces cuando se le enviaba el pedido por paquetería.

En mayo de 2013 se estrenó el nuevo sistema, un trabajo de coordinación entre Cirjesa y Jessytel (ahora Servicios Informáticos Municipales). Se trata de un programa informatizado a través de internet que al margen de permitir a la dirección del circuito estar al tanto de todo el personal que entra en el recinto posibilita una mayor autonomía al cliente que puede imprimir desde su casa las localidades adquiridas.

El cliente accede a él desde la página oficial del trazado y ahí puede consultar las distintas zonas donde comprar su entrada. Hay que recordar que el Circuito, cuando pone a la venta las localidades para este gran premio, ofrece tres tipos de precios, uno denominado 'pack fidelidad', destinado a las personas que el año anterior ya compraron entradas y que mantiene el mismo precio; un pack preventa destinado a cualquier persona y en el que se incrementa ligeramente el precio, y el precio en taquilla cuando llega el gran premio, al que se añade otra pequeña subida.

El cliente puede comprarlas mediante tres formas de pago, TPV de la Caixa, Pay-Pal, muy utilizado en internet, y en taquilla, donde se puede usar efectivo o tarjeta. La posibilidad de transferencia bancaria, por su parte, sólo se utiliza con determinadas empresa, es decir, los 'grandes clientes' que pueden adquirir de una tacada entre mil y dos mil entradas, aunque este grupo es realmente reducido.

De todas las opciones, Pay-Pal y el TPV son las más utilizadas por los aficionados, dejando como tercera opción la compra en taquillas, tanto en efectivo o tarjeta. Un dato lo dice todo, el pasado año las ventas con dinero efectivo alcanzaron sólo el 12% del total.

Con este sistema, el Circuito controla de manera detallada los distintos accesos al recinto pudiendo comprobar la asistencia por tramos horarios, por día y por zonas. Para ello, desde ese mismo año se instalaron pistolas de lectura de códigos en cada una de las puertas, otra manera más de evitar posibles fraudes. No hay que olvidar que el código que genera cada entrada sólo puede usarse una vez, impidiendo así que cualquier persona salga del circuito con localidades ya usadas para que puedan entrar otras de nuevo. "En ese momento la CPU donde se manda toda la información detecta que ya ha sido utilizado, que la persona está dentro, con lo cual impide el acceso", explican los empleados.

En total están abiertas desde ayer 17 taquillas, cada una con una caja individualizada para el efectivo y un datáfono para el pago por tarjeta. A pocos metros encontramos la Oficina de Atención al Cliente, otra apuesta del circuito que cumple tres años y con la que se intenta 'mimar' todo lo posible a los clientes. Allí, un equipo especialmente formado para ello y con grandes dosis de paciencia aborda las posibles problemáticas de los aficionados en lo que atañe a las entradas, es decir, desde problemas en el código de barras, reclamaciones, extravíos o una ubicación errónea, por poner algunos ejemplos.

A la hora de analizar el perfil del motero o aficionado que adquiere entradas para el Gran Premio, el Circuito reconoce que existe un nutrido grupo de ellos que "vienen año tras año, muchos desde hace más de veinte, y lo hacen además en la misma zona incluso en el mismo sitio. Acceden al plano que se puede consultar a través de la página web del circuito y van al grano, saben lo que quieren año tras año", explican.

Esta circunstancia ha propiciado que el Circuito esté estudiando la posibilidad de personalizar determinados asientos, sobre todo los que cada gran premio son ocupados por las mismas personas.