Un año sin respuesta tras pagar la entrada de un cotillón ilegal

Uno de los afectados por la inesperada cancelación de una fiesta en la bodega 'La Plazuela' la última Nochevieja reclama aún la devolución de los 30 euros que desembolsó.

La Oficina de Atención al Ciudadano, abarrotada el pasado enero por las denuncias de los afectados.
La Oficina de Atención al Ciudadano, abarrotada el pasado enero por las denuncias de los afectados. / Pascual
P. F. Q.

29 de diciembre 2016 - 12:53

El día 1 de enero se cumplirá un año de aquella noche que apuntaba a fiesta y se quedó en decepción. Cientos de jóvenes que iban llegando ataviados con sus mejores galas a la bodega ‘La Plazuela’, en la calle Méndez Núñez, tuvieron que darse la vuelta porque los organizadores no contaban con la preceptiva licencia para llevar a cabo esta celebración. Había sido la Policía Local la que alrededor de las once y media de la noche del 31 se personó en la puerta para proceder a la cancelación del evento. Un año después, y a través de una carta remitida a ‘Diario de Jerez’ que se publica en la edición de hoy, Diego Pérez, padre de una de las afectadas explica que “no hay noticia de la devolución de los 30 euros” que costaba la entrada.

El organizador de la fiesta colaboró en un primer momento y prometió la devolución de este dinero. Muchos de los que se quedaron sin cotillón acudieron a denunciar los hechos ante la Policía Nacional.En comisaría, se les fue recomendando que pusieran los hechos en conocimiento de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (Omic), un órgano delAyuntamiento que tramita quejas de esta índole.

“Ni desde la Omic ni desde comisaría nos han solucionado nada”, denuncia Pérez, quien por el momento sigue a la espera de que se proponga alguna solución. “Hay otros afectados que han estado diciendo que deberíamos organizarnos, pero yo no estoy del todo de acuerdo, por lo menos por ahora”.

Una de las cuestiones en las que se escudan los organizadores, según dice Pérez, es en que “lo que se compraba no era la entrada, sino una invitación”. Si esto va a propiciar que les sea más fácil ‘esquivar’ la responsabilidad generada por la recaudación de dinero para un servicio que nunca se prestó está por ver. Asimismo, el padre de esta afectada señala que hubo “mala fe a la hora de vender la entrada como invitación”, porque “en ningún sitio pone el importe abonado”.

Esto está relacionado con una realidad propia de este tipo de fiestas de Año Nuevo. Por lo general, si un establecimiento consigue captar a mucha gente, las entradas puestas a la venta en los últimos días aumentan de precio, mientras que si las entradas no se venden a buen ritmo, se les intenta dar salida con el descenso del importe.

Hay que recordar que el caso de La Plazuela no fue el único problemático de la última Nochevieja. La Policía Local también impidió la celebración de otro cotillón en la finca ‘El Toro’, que reunía a afectados no sólo de Jerez sino también de El Puerto. La organización, independiente a la propiedad del inmueble, había incluso fletado multitud de autobuses para comodidad de los clientes, que a medida que fueron llegando a la finca se encontraron que no tendrían fiesta. Los organizadores del mencionado evento, alertados por la presencia de los agentes, no dieron la cara en ese momento.

La Oficina de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento recibió a un aluvión de afectados por sendos cotillones ilegales, llegándose a contabilizar en menos de una semana más de 600 reclamaciones, que fueron derivadas a la citada ‘Omic’. Fue a través de las redes sociales como los jóvenes decidieron masivamente realizar sus demandas.

Urbanismo ha autorizado sólo dos cotillones

El Ayuntamiento, a través del Área de Urbanismo, ha autorizado la celebración de dos fiestas de cotillón de Fin de Año, conforme a los requisitos establecidos en el Bando de ‘Fiestas de Cotillón 2016’ por el que se regulan las condiciones técnicas y de seguridad que deben de reunir los establecimientos públicos para este tipo de eventos. Según explicaba ayer el Consistorio, las dos fiestas de fin de año autorizadas son las que se celebrarán en la planta baja del bar situado en la calle Amianto 13, en el Polígono Industrial Autopista, y en el restaurante situado en la plaza Melgarejo 2. En ambos casos, se trata de establecimientos cuya licencia de apertura no ampara ni prevé expresamente la celebración de estos eventos, por lo que han precisado de la citada autorización como actividad extraordinaria, según lo establecido en el bando. Cabe recordar que, siempre según esta norma, aquellos establecimientos que cuentan con licencia de apertura para salas de fiesta, discotecas y hoteles no precisan de autorización como actividad extraordinaria, en la medida en que no se exceden del contenido de la licencia que ya ostentan. Por tanto, pueden acoger fiestas de fin de año sin necesidad del permiso municipal especial, lo que supone que, aparte de las autorizadas, pueden celebrarse también otros cotillones en este tipo de establecimientos.

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