La ruta de la remolacha
La campaña remolachera supera la tercera semana sin mayores incidencias Las entregas en la azucarera del Guadalete superan ya las 136.000 toneladas
La recogida de la remolacha comienza a partir de las seis de la tarde, cuando la temperatura afloja un poco y no hay riesgos de pérdida de propiedades para el cultivo. En un máximo de seis horas, la remolacha recién recolectada habrá completado su recorrido desde el campo hasta la azucarera del Guadalete, donde hace tres semanas comenzó una campaña remolachera mucho más tranquila que la anterior.
La campaña de 2012 estuvo marcada por la escasez de producción, en línea con la reducción de la superficie de siembra a causa de los bajos precios del cultivo. La reacción de la industria y los cultivadores no se hizo esperar, y antes de que se cerrara la campaña sellaron un buen acuerdo, pleno de incentivos, que se ha traducido este año en la siembra de 8.500 hectáreas, el doble de la superficie destinada a un cultivo venido a menos por las sucesivas reformas de la PAC (Política Agrícola Común), en particular la de 2006, que dio al traste con las otras tres fábricas de la Zona Sur -las de Guadalcacín y Jédula en la provincia, y la de San José de la Rinconada en Sevilla-.
La remolacha, como la viña, era un cultivo de gran calado social por el elevado número de agricultores, jornaleros, transportistas y trabajadores que requería la campaña. En la actualidad, en la Zona Sur apenas quedan unos 900 remolacheros, tantos como "han contratado este año cosecha con Azucarera, lo que supone unos 60.000 jornales anuales destinados al cultivo, concentrados especialmente en la zona del Bajo Guadalquivir y Cádiz", explica la industria en su nota informativa.
La planta del Guadalete es la única que queda en pie en la Zona Sur, el último vestigio de la gran agroindustria en la campiña jerezana que un gigante inglés del sector -Associated British Foods- vino a rescatar la actividad tras la decisión de Ebro Puleva de desprenderse del negocio del azúcar. Azucarera -como se denomina ahora la filial de AB Sugar en España- inyectó en la planta jerezana 64 millones de euros para incorporar el refino de azúcar de caña, actividad complementaria "que permite garantizar la actividad y el empleo durante todo el año", explica la industria en sus partes sobre el desarrollo de la campaña. La compañía también detalla que emplea a más de 165 personas en periodo de campaña.
El último de estos partes, con fecha de 18 de junio y una semana después del inicio de la campaña remolachera, señalaba que la campaña avanzaba a buen ritmo, habiéndose molturado por aquellas fechas cerca de 70.000 toneladas.
Los cultivadores confirman el buen ritmo de molienda en la fábrica, en la que hasta el jueves ya se habían rebasado las 136.000 toneladas, con un descuento de 10,84 y una polarización -concentración de azúcares- del 17,3%, "dentro de la media", según el presidente del Grupo Remolachero de Cádiz, José Manuel Díez Pemartín.
El responsable agrario admite que los agricultores están "muy satisfechos" con la puesta a punto este año de la fábrica, y eso que esta semana hubo un parón de dos días a causa de la lluvia. El proceso, como la seguridad en la azucarera, ha cambiado por completo en los últimos años. La mecanización facilita la planificación en el campo y agiliza las entregas, que en tiempos se caracterizaban por las largas esperas de los transportistas con sus camiones a las puertas de la fábrica. "El proceso ahora es mucho más eficiente" y los agricultores, en función de sus cupos, "saben con antelación que días y a qué hora tienen entregar la remolacha en fábrica", señala Díez Pemartín.
La planta jerezana está ya a pleno rendimiento y así seguirá, salvo nuevo contratiempo meteorológico o de otra índole, durante algo más de dos meses, unos 70 días con sus días y sus noches, según cálculos de los remolacheros. "El volumen de arranque y entregas está siendo adecuado para el abastecimiento de la fábrica y el estado general de la remolacha que se está recibiendo es bueno tanto en peso como en contenido de sacarosa", indicaba la industria en su último parte de campaña, que concuerda con las afirmaciones del presidente de los remolacheros de la provincia, quien asegura que pese a la sequedad del año agrícola, el cultivo se ha desarrollado bien gracias a los riegos de apoyo y sin que se haya visto afectado por enfermedades.
Al cierre de la campaña, en la primera mitad de agosto, habrán entrado en fábrica del orden de 635.000 toneladas, el aforo estimado por la mesa zonal para la presente campaña. En la producción de este año se incluye la corona de la remolacha, que antes se quedaba en el campo, pero de la que también se obtiene azúcar, de ahí el acuerdo alcanzado con la industria para su entrega, a la que se aplica un descuento fijo.
La mayor parte de la remolacha entregada ya en fábrica procede del secano, de menor rendimiento y donde existe más riesgo de que se eche a perder el cultivo. La remolacha de secano apenas ocupa ya 500 hectáreas de superficie en la Zona Sur frente a las 8.000 del regadío. Y la superficie total sembrada este año en la provincia baja de las 3.000 hectáreas.
De cara a la próxima campaña, los cultivadores confían en cerrar antes de que finalice la presente un nuevo acuerdo que incentive las siembras. El presidente del Grupo Remolachero espera que la Junta renueve el apoyo al sector a través del Plan de Desarrollo Rural, que se negocia en estos días. De no ser así, "la remolacha se irá a hacer puñetas", afirma Díez.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Turismo de Ceuta
Contenido ofrecido por CEU en Andalucía