patrimonio

La ruta del tesoro

  • La iglesia de San Miguel inaugurará el próximo 26 de abril su Museo de Arte Sacro

  • El párroco, Manuel Lozano, hace un repaso por el recorrido

Visita al futuro museo de la iglesia de San Miguel / PASCUAL

"Nada de San Miguel es peor o mejor. Todo es una maravilla". Para el párroco de la iglesia, Manuel Lozano, cualquier detalle del monumento es como un hijo, a todos quiere por igual. Y todos son un tesoro. Un rico patrimonio que conformará la Exposición Permanente de Arte Sacro del templo, que se inaugurará oficialmente el próximo 26 de abril, a las 18,30 horas. Una iniciativa que se integrará en la visita al monumento a través de un recorrido guiado por flechas.

La entrada al museo de San Miguel se hará por la sacristía, una de las zonas más íntimas del edificio y hecha con una monumentalidad acorde a San Miguel. Un detalle curioso es la falsa sensación de profundidad que tiene su cúpula, que es más chata de lo que parece. Pura ilusión. Un espacio, con un labrado techo, en el que se expone en vitrinas y en un lateral toda la ornamentación antigua. Allí se guardaba antes la plata y la ropa. Ropas que datan desde el siglo XVI, aunque entre las piezas se exhibe un paño mudéjar. Se han colocado con esmero, con el mismo trato que se han conservado a lo largo de los siglos. De esta forma, la sacristía, con esta ruta, se podrá contemplar desde dos perspectivas: así, se pueden ver sus históricos muebles o los dos depósitos bajo tierra que han quedado a la vista y en los que se guardaban las velas para su mantenimiento, al fresco de la profundidad.

Tras esta estancia se encuentra el tránsito, un bonito paso en el que se expondrán algunos de los objetos de la plata, como dos magníficos custodios. Dicen los expertos que es la mejor colección de plata de Jerez, que data entre los siglos XVI y XVIII. También se muestran reliquias de santos de la época primitiva de la iglesia. Lozano recuerda que este tesoro ya lo estaba preparando el antiguo párroco, ya fallecido, Ángel Romero Castellano, "que se nos ha ido antes de tiempo pero que seguro que disfrutará de este tesoro desde el Cielo. Este museo, sin duda, es un homenaje a él. Yo le ayudé a montar la platería de San Miguel pero ya por fin se va abrir", dice Lozano.

En su día, Castellano confesaba que se sentaba en los bancos, solo, cuando la iglesia estaba cerrada. Y dudaba a veces entre hacer oración o recrearse en lo que ve: "tanto arte...". Algo que le pasa también a Lozano, cura del templo desde el pasado septiembre. Un antigua edificación militar que lo fue durante el tiempo de los musulmanes. Luego se reaprovecha y se transforma en ermita dedicada a San Miguel. Época en la que no había nada fuera de la muralla. Pero la ciudad, allá por el XV, crece y crece y esa ermita se queda pequeña. Se decide entonces hacer la iglesia que vemos hoy, obras que duraron un siglo, con grandes parones que se traducen en los diferentes estilos que conforman el monumento. Gótico, Renacimiento y Barroco conviven bajo el mismo techo. Una placa en una de las tres puertas habla de 1482.

La tercera parte del recorrido-exposición es el templo en sí. Desde el presbiterio ya se presenta lo que es el gótico y a las espaldas se asoma el impresionante retablo de Martínez Montañés, que lo asume casi en su totalidad durante más de tres décadas, pero no lo concluye por innumerables pleitos. Lo traspasa a José de Arce, que desarrolla las naves laterales. Intervienen también Zurbarán y Alonso Cano, es decir, pintores de primera fila.

El Cristo de la Salud, la Virgen de la Encarnación, el Cristo de la Viga... son otras de las piezas que están en esta ruta del tesoro. "Si lo que hemos visto hasta ahora es para reventar, pues imagínese entrar en el sagrario con esta portada barroca maravillosa, su capilla sacramental con más platería". El recorrido lleva hasta el altar de las ánimas, que es una joya de Pedro Roldán, un cuadro de Losada "que hay que sacar a la luz" porque está un poco escondido, la Virgen del Pilar, una capilla primitiva del monumento con su pila bautismal, "un precioso rincón"... Todo para pararse a continuación en el centro de la iglesia y observar el altar mayor, antes de llegar a la puerta renacentista de acceso a la sacristía, que sería la salida del recorrido.

"De la platería podemos distinguir todas las piezas. Pero la verdad, me cuesta destacar una cosa sobre otra. Esto se hizo imitando a la Catedral de Sevilla para darle esplendor, con muy buen gusto, todo original porque la cruz alada está en todos lados. En su tiempo fue posible, hoy no hay tanta capacidad económica. Se han hecho incluso estudios de los techos sobre la perfección con la que se han labrado".

El historiador Manuel Romero Bejarano califica de "magníficas" algunas de las cosas que se podrán ver en este museo, como un cuadro de Zurbarán y otro de Valdés Leal, la ropa de misa del siglo XVI y la de principios del XVII de Marcos Maestre y la colección de plata, que es "la mejor de Jerez". Las cajoneras de la sacristía de Diego Roldán (siglo XVIII), el retablo mayor del siglo XVII de Martínez Montañés y José de Arce y la imagen del Santo Crucifico, además de la propia arquitectura de la iglesia, "que es digna de ver".

Lozano apunta que este Museo de Arte Sacro responde "al anhelo de don Ángel de abrirlo al público. Él me pidió que le ayudara". Lozano es uno de los artífices del Museo de la Catedral, de la que es mayordomo. "La iniciativa de San Miguel es un ejemplo para otras iglesias, es una manera de decir que se puede". Quiere dejar claro que este museo "no es un negocio, no buscamos ganar dinero con esto, sino pagar el mantenimiento del templo, porque el castillo tiene muchos gastos, se lo va a comer todo". Esta iniciativa creará puestos de trabajo aunque aún no se han definido cuántos. "Con esta labor -explica- garantizamos también que el patrimonio perdure para futuras generaciones. Los objetivos de este museo son dar a conocer el patrimonio, colaborar para que a la ciudad llegue más turismo y enriquecer y sostener el templo. Y al jerezano le facilitaremos visitas guiadas".

Pero ojo, el párroco advierte que en esta ruta del tesoro de San Miguel "no lo vamos a mostrar todo, vamos a guardar cosas para más adelante. Como una serie, continuará, continuará (ríe)".

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