Una semana después de la muerte de Jairo

Las tímidas velas del pequeño 'altar' a Jairo Gómez en el 'botellódromo' brillaban la madrugada del sábado más que cualquier farola del recinto. Algunos jóvenes curiosos se acercaban al principio de la noche al lugar donde se encontraban las fotos, las velas, los rosarios y las flores ya mustias, que días atrás pusieron los familiares y amigos del joven apuñalado mortalmente hace tan sólo una semana. Casi todos los que pasaban por delante de este homenaje se santiguaban en un claro símbolo de recuerdo hacia el joven fallecido de 17 años.

La sombra de los acontecimientos ocurridos el pasado fin de semana pesó en una movida menos bulliciosa de lo habitual, donde el 'botellódromo' se encontraba de madrugada algo más desierto que cualquier otro día.

Para los pocos jóvenes que se concentraron en el recinto, éste está siendo un fin de semana como cualquier otro. Los chicos entraban y salían por delante del pequeño homenaje con toda normalidad, cargados de bolsas llenas de alcohol. Los coches con el maletero abierto situados en el perímetro del recinto eran el foco de atención para cualquiera que pasase por allí.

La música electrónica procedente de los automóviles fue la banda sonora de la noche y en el centro del 'botellódromo', donde la luz de una de las pocas farolas alumbraba mejor, se situaba una pequeña congregación de automóviles compuesta por una veintena de coches. En ella, pequeños grupos de personas que hacían 'botellón' se escondían entre las puertas de los vehículos.

Normalmente, antes de la muerte del joven Jairo el fin de semana pasado, las medidas de seguridad consistían en la disposición de una o dos patrullas de Policía Local bajo el puente que se encargaban de vigilar el tráfico y cortar la calle. Y otra se situaba dentro del recinto, un poco más alejada de la multitud que hace 'botellón'.

Este fin de semana el lugar se encontraba exactamente igual que los anteriores. Lo único que rompía la tónica habitual del 'botellódromo' era la presencia de una patrulla de Policía Nacional que hacía guardia junto con la Local en la mitad del recinto. "Tenemos órdenes de no movernos de aquí hasta que la última persona abandone el recinto", afirmaba uno de los policías nacionales.

La madrugada del sábado estuvo marcada por la cantidad de patrullas que rondaban con frecuencia las inmediaciones del 'botellódromo', aunque uno de los policías locales señalaba que "este seguimiento se hace todos los fines de semana".

Parece ser que las fuertes medidas de seguridad que se planteaban desde el gobierno local aún no se han llevado a cabo. Jóvenes de todas las edades, inclusive menores, entraban y salían a pie o en coche sin nadie que vigilase los accesos al lugar. Uno de los jóvenes que se encontraba en la pequeña aglomeración de la madrugada del sábado declaró que "normalmente el 'botellódromo' suele estar muy tranquilo en verano, porque la gente veranea fuera, pero este fin de semana en concreto está más tranquilo con respecto a los anteriores en este verano y supongo que la muerte de Jairo tiene mucho que ver".

"Si este hecho ha ocurrido en vacaciones, hay tener cuidado. A saber qué pasa cuando empiece el curso y el 'botellódromo' tengo la misma afluencia de siempre. No sólo hay que vigilar el recinto, sino sus inmediaciones. Hay veces que el parque González Hontoria está abierto y no hay nadie vigilándolo", explicó otro joven que se encontraba por allí.

Ni un rastro de aquella tragedia queda ya en el suelo del recinto, donde los operarios de limpieza se encargaron al principio de la semana de quitar hasta la última gota de sangre que pudiese desvelar el homicidio sucedido en la madrugada del pasado domingo. Un crimen que puede haber causado rechazo a la imagen que se tenía del 'botellódromo'. Un rechazo por el que se planteaba privar a los jóvenes de este recinto de 'ocio', el único en Jerez donde está permitido consumir alcohol en la vía pública.

Tanto la Policía Nacional como la Policía Local han confirmado que en la madrugada del sábado no se produjo ningún tipo de incidente y que, por lo pronto, van a mantener estas medidas de seguridad.