Los caballos olímpicos de Jerez

No hay sexto malo

  • Jerez ha aportado al deporte olímpico seis caballos de Pura Raza Española los últimos 20 años Hoy el panorama es distinto, no hay relevo Repasamos la vida y obra de 'Evento', 'Flamenco', 'Distinguido', 'Granadero', 'Oleaje' e 'Invasor'

El sueño olímpico de Jerez comenzó en Barcelona en 1992. El entonces director de la Real Escuela, Alvarito Domecq, se levantó de su butaca para aplaudir la destacada actuación de los caballos alemanes sobre la pista de doma. "Mis caballos españoles son capaces de hacer esto", pronunció. Álvaro es parco en palabras, así que no dijo mucho más. Actuó. Regresó a Jerez, a la Real Escuela, más motivado que nunca y con las expectativas puestas en dos súper caballos: 'Flamenco', de su propio hierro, y 'Evento', del jerezano Cortijo de Vicos. Dos caballos nacidos y criados entre los rústicos pastos del municipio habían sido llamados a pisar arena olímpica. Es el principio de una historia que escribe un final incierto. Vamos a repasarla.

Los caballos que había visto Alvarito en la capital catalana son los Nureyev del deporte ecuestre, bailarines clásicos de una belleza insultante. Pero el arte es otra cosa. El arte se baila por bulerías, Rachmaninov es para unos pocos. 'Flamenco' y 'Evento' eran bailaores gitanos, con pedigrí de Pura Raza Española, que se colaron en los siguientes Juegos Olímpicos para explicarles al mundo lo que era bailar sobre cuatro patas. Y se encontraron con que los jueces de Atlanta (1996) no tenían referencias para valorar aquellos ejercicios de aquellos caballos tan barrocos, tan diferentes estéticamente a la ingeniería alemana. Y no tenían referencias porque hasta entonces no se había visto un piafé olímpico como el de los españoles. Tiene su explicación. El caballo barroco o ibérico (lusitano, español, lippizano y en menor medida el frisón) es admirado desde hace siglos por sus majestuosos movimientos. Velázquez ya se dio cuenta mucho antes que Alvarito inmortalizando la corbeta del caballo castaño del príncipe Baltasar Carlos. Los movimientos elevados en doma clásica (piafé, pasage, pirueta…) junto con la expresión artística son dos de las tres notas más importantes de una prueba olímpica.

Dicho de otro modo. El caballo alemán o centroeuropeo es una creación moderna, del siglo XX; un caballo de laboratorio de sangre templada fruto del cruce del purasangre inglés o árabe (sangre caliente) y el caballo de tiro de sangre fría de la antigua Alemania, robusto, forzudo y muy muy poco ágil. La mezcla fue explosiva y es la base sobre la que hoy descansa la industria ecuestre. El caballo barroco por su parte hunde sus raíces en el esplendor del Reino de Castilla. Aunque en la actualidad se trata de un caballo bastante aligerado, sigue conservado su inmejorable carácter (nobleza) y sus expresivos movimientos. Pero sigue sin ser lo suficientemente ágil y potente.

Con el peso de la historia se presentó la delegación española en Estados Unidos a mediados de los noventa. 'Flamenco', el Pura Raza Española nacido en Los Alburejos y domado en la Real Escuela de Arte Ecuestre, finalmente fue baja por lesión en la pista de Atlanta, así que un joven caballo llamado 'Evento', casi verde para entrar a una reprise olímpica, fue el elegido. Ignacio Rambla sacó lo mejor del tordo de Yeguada Militar, tanto que su intervención se ha escrito en las páginas del deporte español. Su actuación fue heroica. No hubo medalla pero sí diploma y fotos, muchas fotos que aún cuelgan enmarcadas en bares y restaurantes hípicos de media España.

'Evento' ha sido un caballo total. Tenía fuerza, belleza y nobleza, aunque como reproductor no haya destacado especialmente. La retirada de 'Evento' a principios del siglo XXI fue aplaudida por miles de aficionados que habían crecido a la sombra del trío formado por 'Evento', Ignacio Rambla y Alvarito. Jerez había creado escuela y aquella afición ya era imparable.

La Escuela de Arte Ecuestre y la factoría ganadera de Álvaro Domecq siguieron dando deportistas olímpicos, aunque ya por separado. 'Granadero', de Los Alburejos, y 'Distinguido', de Romero Benítez, comenzaron a destacar en las pistas de doma, ganando campeonatos de España y empujando fuerte en citas internacionales. Pero fueron intermitentes y esto en el deporte de élite es la muerte. Como así fue. El tordo de Ducha es un hijo de 'Evento' y brilló fugazmente hasta 2005, cuando se apagó. 'Granadero', otro tordo de Álvaro Domecq, hizo lo suyo para que el equipo de doma consiguiera la medalla de bronce por equipos en Jerez 2002, pero se rompió rápido y murió finalmente de un cólico en 2006 en las cuadras de la Real Escuela.

Otro Pura Raza Española nacido en Jerez y que acabó su vida deportiva representando a España en unos Juegos Olímpicos fue 'Oleaje'. El negro de Yeguada Militar fue un atleta mediocre pero deslumbró por su belleza y su pelo. Tradicionalmente, el Pura Raza Española ha basado su selección en el pelo blanco; el negro se criaba para tirar de los carros fúnebres, por lo que su demanda ha sido muy escasa hasta hace unas décadas. Resumiendo, 'Oleaje' era un caballo bonito pero no era un buen caballo. Pero fue olímpico y lo fue gracias al trabajo de Rambla, que pulió las limitadas cualidades del PRE de Yeguada Militar disparando así su demanda como reproductor.

Y ahora 'Invasor', posiblemente el mejor caballo de la historia olímpica del PRE. Nació en 1989 en Los Alburejos y allí retozó hasta que llegó la hora de escolarizarlo. A los cuatro años ya estaba domado y listo para su primer concurso. A los cinco años pisó por primera vez una pista de competición. El debut corrió a cargo de Antonio Cid, otro gran jinete de la Real Escuela, pero pronto cayó en manos de Ignacio Rambla, por entonces el ojo derecho de Alvarito. Pero fue Rafael Soto quien finalmente se encargó de su trayectoria deportiva y equina. Para Soto, 'Invasor' ha sido el caballo más importante de su vida, por eso su repentina y sorprendente muerte le ha dejado destrozado. "Han sido muchos años juntos, montándolo y cuidándolo incluso después de su retirada deportiva. Ya tenía localizada un finca en Sevilla donde iba a pasar su vejez, descansando en libertad y cubriendo yeguas pero se ha querido morir en la Escuela, donde ha pasado casi toda su vida". En ciertas ocasiones, Soto ha comparado al caballo con los toreros, y de esto sabe un rato. "Los toreros se van cuando ellos lo deciden". Y así ha sido. 'Invasor' ha fallecido a los 24 años de edad después de sufrir un infarto, según el parte veterinario de la clínica del Recreo de las Cadenas, dejando el patio de cuadras a oscuras. Con la muerte de 'Invasor' el futuro deportivo de la Real Escuela se desenfoca. Hoy por hoy, la Escuela está erróneamente centrada en el taquillazo turístico de martes y jueves olvidando la esencia de la institución, para lo que fue creada: la doma de potros y la formación de jinetes.

Jerez pasa así la última página deportiva y se enfrenta al difícil reto de continuar escribiendo, esta vez sobre blanco, la historia del caballo español.

Pura Raza Española nacido en 1987 en el Cortijo de Vicos. Desde muy pequeño fue un caballo que presentaba grandes cualidades para el deporte, por ello y gracias al convenio de colaboración con la Real Escuela, el potro cayó en manos de Alvarito, que lo formó y lo proyectó a escala mundial hasta su retirada en 1998. 'Evento' fue simplemente un caballo genial. Actualmente, presta sus servicio público como reproductor en el Depósito de Sementales de Zaragoza. Tiene 26 años.

Pura Raza Española nacido en Los Alburejos en los ochenta. Este tordo de belleza clásica es el primer gran caballo de la fábrica de Álvaro Domecq Romero. En 1994 se convierte en el primer PRE en ganar un Campeonato de España. En el 95, su actuación fue estelar en el Campeonato de Europa, por eso era una pieza clave para Atlanta 96. Se lesionó y prácticamente desapareció.

Pura Raza Española nacido en la ganadería de Romero Benítez. Fue un caballo que se domó en la segunda etapa de la Real Escuela. Su trayectoria ha sido muy intermitente, dejando méritos como el de Sydney 2000, donde contribuyó a la séptima plaza por equipos. El hijo de 'Evento' no fue un caballo fantástico pero sí un buen atleta.

Pura Raza Española nacido en Los Alburejos. Pronto se convirtió en el segundo gran caballo de la factoría A.D., pero se rompió muy joven. El tordo escribió su nombre en la historia tras conseguir la medalla por equipos en Jerez 2002, pero no pudo demostrar mucho más. Las lesiones se sucedieron y en 2006 murió de un cólico en la Real Escuela.

Pura Raza Española nacido en el Cortijo de Vicos. Este caballo de pelo negro le tocó representar a España en Atenas 2004. Muy expresivo y de estatura media nunca fue considerado un súper caballo. Actualmente, presta su servicio público como reproductor en el Depósito de Sementales de Ávila.

Pura Raza Española nacido en 1989 en Los Alburejos. El tercer crack de Alvarito. Sin ningún género de dudas, el mejor caballo del grupo jerezano. En su árbol genealógico se leen nombres como 'Panadero', 'Lebrijano' o 'Valeroso', lo mejor de lo mejor de la raza española. Inscrito como reserva en Atlanta 96, campeón de España en 1998 y 1999, miembro del equipo de Sydney, bronce en Jerez 2002, plata en Atenas 2004 y diploma individual. Tenía ejercicios prácticamente perfectos y junto a Soto formaron uno de los conjuntos más singulares de la doma clásica mundial. Eran ovacionados como toreros. "Lo que más recuerdo es su mirada profunda, la de un caballo bueno", dice Soto.

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