La soledad y las penalidades de otro ‘padre coraje’

La soledad y las penalidades de otro ‘padre coraje’
La soledad y las penalidades de otro ‘padre coraje’
J.p.s. /Jerez

04 de febrero 2009 - 13:13

Manuel Jiménez Millán está parado. Como muchas familias, sale adelante pidiendo favores a la parroquia y a la beneficiencia. Recaudó dinero para ir a Londres a finales de diciembre y ver a su hijo. El dinero le daba sólo para sobrevivir. Un padre destrozado, sin conocimiento alguno de inglés ni de la ciudad y con poquísimas libras en el bolsillo, que se ve solo y perdido en Londres. Más solo que la una, celebró el fin de año en una triste habitación de un modestísimo hotel. Estuvo en la prisión para ver a Iván: “Tuve la primera vez tres encuentros. Luego volví con mi mujer: Le encontré muy mal, triste, sin afeitar, con ropa normal y una banda de color naranja que usan para distinguir a los reclusos... Y me repetía llorando: ‘Sácame de aquí, papá; sácame’. Manuel asegura que la depresión ha llevado a Juan a intentar suicidarse en tres ocasiones. “Creo en mi hijo. Ahora mismo, tengo muchos problemas pero una sola obsesión: sacarle de ahí y traerle a España”. Manuel dedica todo su día a hablar con amigos de Iván y mandos militares que le conocieron para que acrediten su buena conducta ante la Justicia inglesa, recoge firmas de apoyo pidiendo su liberación... pero encuentra poco apoyo. Sobre todo del Ejército. Es un padre desesperado que precisa de ayuda urgente, otro ‘padre coraje’.

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