Un técnico de Hacienda admite error al tasar la estación de autobuses

La tercera semana de sesiones que se celebra en la Sección Octava de la Audiencia Provincial por el 'caso Estación de Autobuses' ha entrado de lleno en las tasaciones que se realizaron sobre este 'apetecible' inmueble ubicado en la zona de Madre de Dios, un barrio que como es sabido da acceso al centro de la ciudad por su zona este.

Uno de los testimonios más destacados de la jornada fue el prestado por un perito tasador de la Agencia Tributaria, un hombre de 73 años que valoró el precio del inmueble en cuestión. Fue uno de los últimos trabajos que realizó durante su extensa carrera profesional antes de jubilarse.

Los interrogatorios de las defensas lograron poner en entredicho el valor de dicha tasación, ya que con una serie de preguntas lograron incluso que el propio tasador asumiera ante el tribunal que pudo haberse equivocado al hacer los cálculos que otorgaban a dicha finca un valor erróneo.

Como es sabido, a grandes rasgos, la estación de autobuses de Madre de Dios estaba tasada en 4,3 millones de euros pero se vendió prácticamente a mitad de precio, razón en la que se basa toda la investigación que ha puesto en el banquillo a siete personas (Pedro Pacheco, el empresario ubriqueño José Luis López, su socio Francisco Chaves, un ex gerente de la extinta empresa local del suelo Emusujesa y tres presuntos testaferros).

Las razones que fueron argumentadas por el letrado Manuel Hortas fueron, básicamente, que la valoración del edificio se realiza sin tener en cuenta los adecuados valores catastrales y de mercado, dando por buenos precios que en aquellos años del 'boom inmobiliario' cambiaban cada pocos meses, tal era la 'efervescencia' del mercado.

Junto a este veterano tasador de la Agencia Tributaria también declararon otros peritos El objetivo de las defensas fue, básicamente, demostrar que las tasaciones aportadas al proceso no se ajustan a una realidad inmobiliaria. Hay tasaciones que llegan a darle a la exigua zona donde se podían construir pisos un valor superior incluso al de toda la estación en su conjunto, la cual está ubicada como es sabido en la zona centro de la ciudad.

De otro lado, también declaró ayer una tasadora que fijó el precio de la estación de autobuses en 3,7 millones de euros si bien atestiguó ante el presidente de la sala que desconocía que dicho suelo estaba fuera de ordenación. Es decir, que no sabía que en ese momento no había preceptos 'legales' que ordenaran qué se podía y qué no se podía hacer sobre dichos terrenos.

Todo ello viene a suponer un golpe de efecto realmente importante al 'caso Estación de Autobuses' ya que también quedó probado, al menos para este medio, que las tasaciones venían a reflejar el precio máximo que podría llegar a pagarse por dicho edificio en el mejor de los casos. Todo ello, pese a todo, será debidamente analizado por las partes cuando presenten sus informes, cuando -digámoslo así- resuman el caso ante el tribunal. Los números, ya se sabe, pueden llegar a decir lo que cualquiera desee.

Igualmente, no quedó claro si las tasaciones 'oficiales' se realizaron con valores catastrales adecuados o, por el contrario, se utilizaron otros que no se ajustaban a la realidad inmobiliaria de la época.

Para la jornada de hoy se esperan nuevos informes de peritos aportados por los abogados defensores. Será a partir de mañana cuando las partes en litigio aborden sus informes ante el tribunal.

A estas alturas del proceso quien peor lo lleva es el empresario ubriqueño, que ha quedado muy marcado por los testimonios de su propio cuñado, Enrique Cervera, así como por las numerosas vinculaciones que se han apuntado entre las empresas que pujaron por la estación de autobuses de Madre de Dios y sus negocios. Han sido casos groseros como, por ejemplo, compartir el mismo apartado de correos o que el empresario tuviera potestad para retirar dinero de las cuentas de una empresas que, en teoría, no eran suyas.

En lo que a Pacheco se refiere hay que reconocer que las vinculaciones con el ubriqueño en este asunto no son tan claras como gustaría a la Fiscalía, al igual que la labor desarrollada por el ex gerente que se sienta en el banquillo queda en un ámbito administrativo un tanto difuso.