Teresa Salgueiro: “Sigo buscando mi propio camino y sobre todo tener nuevas sonoridades”

Entrevista | Cantante

La cantante lusa regresa a Jerez 18 años después de su último concierto en el Villamarta con Madredeus

Con nueva formación promete novedades en su repertorio durante el recital que ofrecerá el 16 de agosto en los Claustros

Teresa Salgueiro actuará en Jerez 18 años después.
Teresa Salgueiro actuará en Jerez 18 años después.

Una de las voces más llamativas de la música internacional, la portuguesa Teresa Salgueiro visita Jerez de la Frontera (Cádiz). Tras convertirse en un referente durante dos décadas con el grupo Madredeus, la cantante lusa emprendió en 2008 su carrera en solitario gracias a una garganta poderosa y a una forma de concebir la tradición muy personal. Este sábado 16 de agosto aterriza en un enclave histórico como los Claustros de Santo Domingo, una experiencia única que permite, dentro de un formato reducido de público, disfrutar de la buena música en directo.

Pregunta.–¿Cómo lleva el verano?

Respuesta.–Bueno, llevo con alegría en lo personal porque los días son más largos, con más tiempo de luz, de la luz del sol y a mí me encanta disfrutar de ellos y la naturaleza. También es tiempo de relajarse y rebajar tensiones, de encuentro con amigos, y por supuesto, de continuar con mi gira de conciertos. Quizás, lo que no me gusta tanto es que sea un verano con muchos conflictos, hay gente pasádolo mal a nivel internacional, y eso no me gusta.

P.–Si tuviera que describir en qué momento artístico se encuentra a día de hoy Teresa Salgueiro, ¿cómo lo calificaría?

R.–Bueno, empecé en la música hace muchos años, en 1987 y desde entonces, he ido pasando por ciclos, ciclos que se abren y que se cierran pero que están conectados. En este momento, estoy preparando nuevas canciones, algo que llevo haciendo desde hace tiempo, porque también he ido cambiando la formación de músicos que me acompañan normalmente. Desde 2008 siempre he ido con un acordeón, un contrabajo, una guitarra, que a veces ha sido eléctrica y otras acústica, y otras las dos, una batería y una percusión. El año pasado cambié mi formación a una guitarra, batería, percusión y un violonchelo, y este año he apostado por una batería, percusión, un violonchelo y un piano o teclado. Estoy en un camino constante de búsqueda, tratando de encontrar una nueva sonoridad. Esto lo llevo haciendo ya desde hace unos años, y poco a poco las voy añadiendo a mi repertorio con la idea de grabarlas en un futuro próximo. Sigo en ese camino de búsqueda, de aprendizaje y de pasión por la música.

P.–Según mis cuentas, la última vez que vino a Jerez fue en 2007, entonces con Madredeus. ¿Qué le sugiere esta ciudad que a nivel musical, gracias al flamenco, es tan particular?

R.–Sí, la última vez que vine fue con Madredeus. La verdad es que conozco poco de la ciudad porque normalmente en los conciertos, suelo estar centrada en ellos. Tengo curiosidad por conocerla algo más, sobre todo por el flamenco, un género musical muy interesante.

“Mi vida ha sido un constante encuentro con la música, una identificación con ella”

P.–¿Qué ha preparado para su regreso a Jerez? ¿Qué tipo de concierto debe esperar el público?

R.–En Jerez presentaré el concierto que he estrenado este año con esta nueva formación de músicos que he comentado, es decir, batería, percusión, guitarra, una teclista y una violoncelista. Con estos músicos he hecho nuevos arreglos para canciones mías de los últimos dos álbumes originales y también otras canciones de otros autores de otras latitudes. También haré alguna que otra canción inédita. Son músicos maravillosos con quienes me da un inmenso gusto trabajar y estoy muy entusiasmada con este próximo capítulo de mi vida musical.

P.–Lleva casi dos décadas trabajando en solitario, ¿cree que ha encontrado el camino musical deseado o todavía lo sigue buscando? 

R.–Sí, es la realidad, son casi dos décadas de un camino en solitario en la música, después de dos décadas dedicadas a la música de Madredeus. La verdad es que en la vida estamos continuamente en un proceso de aprendizaje, de búsqueda, de encuentro y muchas veces sólo después de las experiencias que vamos viviendo, podemos mirar y entender que hemos dibujado un camino, que hemos dejado una marca. Con la música pasa exactamente lo mismo. En mi caso, más que un deseo de construir un camino, ha sido un constante encuentro con la música, una identificación con ella. Cuando estaba en Madredeus lo hacía con las canciones que se hacían para mí y no por mí, igual que cuando interpreto a otros autores o ahora con mis propias canciones donde expreso mis emociones y mi forma de ver el mundo. Mi día a día sigue siendo buscar un camino de libertad, de creatividad, un camino que jamás se completa pero con el que me identifico absolutamente.

“Madredeus fue una etapa que marcó mi vida, son ciclos que se abren y se cierran”

P.–Conoce bien el fado pero no es único género de Portugal. ¿En qué géneros se siente cómoda?

R.–Bueno, Portugal, y en concreto Lisboa, la ciudad donde nací, es un lugar por el que han pasado celtas, romanos, musulmanes, judíos, fenicios..., por eso, la mezcla cultural es enorme y eso a mí me encanta. Soy una apasionada de Amalia Rodrigues, que fue una revolucionaria y también he hecho colaboraciones con músicos como el guitarrista de fado António Chainho. Pero sinceramente, me siento cómoda en un universo musical que tenga este eco de memoria, con referencias al pasado, pero también a nuevos caminos. De hecho, en los últimos años, he hecho un disco dedicado totalmente a la música mexicana y de otros países de América latina, porque me siento muy cómoda también con el idioma castellano.

P.–Durante siglos España y Portugal han dirigido sus miradas a lugares distintos, sin embargo desde hace algún tiempo se perciben cada vez menos fronteras culturales. ¿A qué cree que se debe?

R.–España y Portugal tienen muchas similitudes, pero el carácter de su gente es muy distinto, y eso es una riqueza. Incluso en su mismo territorio, su gente es distinta. No es lo mismo el sur de Portugal que el norte, igual que pasa en España con regiones del norte y del sur. En cierto punto, si eso se consideran fronteras culturales, es interesante que se mantengan y existan, ahora bien, en España siempre me he sentido muy bien acogida y no sentí ningún prejuicio. Las democracias han permitido que la curiosidad por conocer cada país sea cada vez mayor en un lado y otro y que crezca el interés por apreciar nuestras diferencias. Eso es lo que ocurre hoy día y espero que siga pasando.

“Estoy trabajando en nuevos proyectos y espero grabar nuevo disco en 2026”

P.–La ‘Worldmusic’ fue un término acuñado a finales de los noventa, pero al final tanta globalización cansó y se tiende ahora a presentar lo local como elemento diferenciador. ¿Qué hemos ganado y qué hemos perdido?

R.–La worldmusic era una etiqueta que se asoció a la música étnica o más tradicional pero después se convirtió en una etiqueta que rotulaba la música que fusionaba diversas culturas. En mi opinión, aquello era demasiado integral, porque ya todo lo que tuviera una proximidad con la música tradicional, viniendo de donde viniera, era worldmusic. Era una necesidad de mercado, y por eso sí está directamente conectada con la globalización. Quizás podemos haber ganado una mayor conciencia superficial de lo que es la cultura de cada país, de lo que produce, de todo eso, pero siempre de un punto de vista de la producción que pueda ser utilizada en este mercado. El mercado es lo más importante en la globalización, no las culturas. Por eso, a lo mejor, ahora estamos ganando una conciencia de lo que se perdió, culturalmente hablando. Creo que nos ha creado una falsa noción de la realidad de la vida, un alejamiento de los ritmos naturales, de la naturaleza, y también a nosotros mismos de la naturaleza. Nos estamos alejando los unos de los otros, cada vez estamos más aislados, y ese aislamiento promueve una deshumanización. Las personas no se encuentran, no dialogan, y eso es muy serio, porque nos convertimos en seres que miramos al próximo, a nuestro semejante, como algo hostil, cuando la realidad es que necesitamos uno de los otros para sobrevivir. Al final, hemos perdido mucho más que hemos ganado. Deberíamos tomar conciencia de todo esto y cambiar nuestra manera de vivir, luchar por la unión, por el respeto entre todos los seres, por la libertad, y por la paz.

P.–Aunque antes lo ha comentado, entiendo que su próximo disco, tras diez años, verá la luz pronto...

R.–Sí, en realidad son ya casi 10 años, porque la última publicación es de 2016. A finales de 2018 publiqué un single que inauguraba ya un nuevo periodo de composición y que pretendía que fuera de grabación, pero había también conciertos que hacer, y sobre todo una pandemia, que nos hizo cambiar a todos. Estos últimos años han sido un desafío para mí y entre esos cambios y los conciertos, todo se ha retrasado. Mi intención es grabar mi próximo disco el próximo año.

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