El traslado a Cristina del aparcamiento de motos pasa casi inadvertido

El nuevo aparcamiento para motos de Cristina se estrenó ayer con escasa repercusión entre los motoristas, que siguieron utilizando el anterior espacio habilitado para el estacionamiento de vehículos de dos ruedas en el acerado de calle Larga. El traslado a uno de los laterales del bulevar de Cristina pasó desapercibido para la mayoría de los asiduos del aparcamiento originario salvo para uno, que se encontró con el aviso del 092 tras la retirada de su moto con la grúa por carecer de seguro.

A media tarde de ayer había más motos estacionadas en la acera de calle Larga que en Cristina, donde el nuevo espacio para los vehículos de dos ruedas señalizado con pintura lo ocupaban los coches de caballo, que también tienen en la céntrica alameda su parada con marquesina, contenedores específicos para las heces de los animales y fuente de agua, aunque rara vez la utilizan.

Comerciantes del entorno de Larga explicaron a este medio que la Policía, de momento, se está encargando de informar del traslado del aparcamiento a los motoristas para que empiecen a utilizarlo. La actuación de la grúa de ayer por la tarde cabe interpretarla como una desafortunada casualidad para su propietario, ya que en su recorrido por Larga para avisar del cambio de ubicación a los motoristas, los agentes comprobaron si los vehículos estacionados en Larga tenían la documentación en regla, requisito que no cumplía la moto retirada a la altura del bar La Moderna.

En el espacio del antiguo aparcamiento permanece además la señal distintiva y tampoco hay ningún indicativo de la nueva ubicación en Cristina. Según comerciantes de la zona, los policías locales empezaron a informar el viernes, aunque esporádicamente y sólo a los motoristas que se cruzaban en su camino.