Lejos quedan los tiempos en los que la izquierda radical se manifestaba contra la 'opresión cristiana' frente al Cabildo Viejo cada 9 de octubre, en una especie de bis del jaleo granadino de cada 2 de enero en la conmemoración de la Toma de Granada. Y es que la cosa va de tomas, tanto de ciudades como de conciencias.

De aquellos jaleos estas ausencias. Sólo tres de los cinco partidos políticos con representación en el Consistorio, en la casa de todos los jerezanos, hicieron acto de presencia en el Día de Jerez, en la jornada en la que se celebra, véase como se quiera, la reinstauración de nuestra cultura de raíces grecorromanas o la toma de una ciudad sin el derramamiento de una gota de sangre (aunque ciertamente el sitio al que Alfonso X sometió a la ciudad no fue precisamente una fiesta).

Sea como fuere, sólo PSOE, PP y Ciudadanos enviaron concejales al acto en mayor o menor medida. La Banda Municipal, con quince miembros, interpretó el himno de España cuando el Pendón de la ciudad -el nuevo, pues el viejo sigue en paradero desconocido erigiéndose en un misterio digno de estudio para Iker Jiménez- hizo acto de presencia en la logia renacentista que preside, a buen seguro, el rincón más bello de Jerez.

Unos policías locales (de los cinco que dispuso el Ayuntamiento) guardaron en posición de firmes los sones del himno mientras que otros prosiguieron con su mañanera conversación como si tal cosa. El Traslado del Pendón va de formas, y las formas hay que guardarlas aunque los jerezanos pasen solemnemente del acto. No en vano, el número de concejales, músicos, cortejo y agentes duplicaban por mucho a los asistentes a pie de plaza.  Como consuelo queda que, con distancia entre las personas sentadas, el interior de San Dionisio estaba lleno.

Junto al Pendón anduvo, como marca la tradición, el concejal más joven de la corporación, que en este caso es Jesús Alba, delegado de Medio Rural del Ayuntamiento, acompañado de la escolta de mazas y clarines, objetos que simbolizan el poder municipal. Diez concejales del PSOE hicieron acto de presencia, con la alcaldesa Mamen Sánchez al frente con bastón demando, siete lo hicieron por el Partido Popular y dos por Ciudadanos.

El interior de San Dionisio recibió a numerosas personas, como ha quedado dicho. En un lateral al lado de la entrada se dispusieron las niñas del coro de voces blancas del Colegio Montaigne (Compañía de María) y las voces ya no tan blancas de la Coral Polifónica de San Dionisio. La Real Academia que lleva a gala el nombre del conmemorado patrón de Jerez, la Unión de Hermandades, así como representantes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil estuvieron presentes en el acto. 

Fue allí, en el templo, bajo el artesonado mudéjar, donde los dos Cabildos por excelencia de la ciudad, el Municipal y el Catedralicio, se dieron la mano. Allí, en el altar, el deán del Cabildo Catedral, Montero Jordi, dio la bienvenida a los asistentes, recordando a modo de anécdota que el obispo, monseñor Rico Pavés, celebra este 9 de octubre su cumpleaños y que la alcaldesa lo hace justamente un día después, el 10 de octubre. Curiosidades de las efemérides.

Este hermanamiento de Cabildos consiste, a grandes rasgos, en una acción de gracias, en un reconocimiento de cuanto une a la sociedad civil y a la religiosa, instituciones que llevan a gala: "Trabajar por el bien común", señaló con acierto Montero.

Antes de que el Tedeum (acción de gracias) despidiera el acto, el obispo glosó en torno a la figura del patrón (o de los patrones) porque siglos después sigue sin estar claro si el patrón de Jerez es San Dionisio Areopagita o San Dionisio de París. Porque al tradicional, al del Areópago, se le rinde culto el 3 de octubre y al de París tal día como el sábado 9 de octubre. En el templo, por si acaso, (donde en tiempos se le veía con la cabeza entre las manos) se le venera hoy en día con una imagen sin la testa cortada. Vaya usted a saber si es uno o es otro... o es el uno antes de que le decapitaran. Hasta para eso esta ciudad es especial.