Triste aniversario de una tragedia

Se cumplen 80 años del ahogamiento de ocho niños jerezanos en el mar en Sanlúcar

Unos 200 técnicos superiores sanitarios están llamados a dos días de huelga en Jerez

Orla conmemorativa de los ocho niños fallecidos (cortesía Natividad Montaño).
Orla conmemorativa de los ocho niños fallecidos (cortesía Natividad Montaño).
Salvador Daza Palacios

01 de junio 2025 - 06:30

El próximo 14 de junio se cumplen 80 años de un trágico accidente ocurrido en la playa de Sanlúcar de Barrameda, en el que ocho niños jerezanos, alumnos del lasaliano Colegio del Sagrado Corazón (Mundo Nuevo) perecieron ahogados en el mar.

El hecho tuvo lugar en 1945, en el transcurso de una excursión de fin de curso que había organizado el citado colegio para que un grupo de 48 alumnos de entre 10 y 12 años tuviesen un día de diversión y expansión cerca del mar, dada la cercanía del verano y el periodo vacacional. Uno de los profesores que acompañaban la expedición, el hermano Fortunato, ya conocía Sanlúcar, pues había estado destinado en su colegio lasaliano años antes. Pero el resultado del viaje no pudo ser más catastrófico, causando una consternación general. Aun a pesar de que los niños iban con por varios de sus profesores, estos no pudieron evitar que un grupo de nueve de ellos se aventuraran a subir a una de las barcas fondeadas en la orilla de la playa. El fuerte viento de levante rompió las amarras y la embarcación se lanzó mar adentro. Dos de los niños cayeron al agua, Antonio Leiva y Francisco Aguilar Pavón. El primero pudo ser salvado por un profesor, con la ayuda de los vecinos sanluqueños Manuel Velázquez y José Estrada, tras grandes esfuerzos; pero Aguilar, aunque fue sacado con vida, falleció poco después. Los otros siete alumnos se ahogaron después al zozobrar el bote. La comandancia de Marina organizó el salvamento, ayudada por la Cruz Roja y los Flechas Navales, pero no pudo conseguir rescatarlos sanos y salvos. Los fallecidos se llamaban Francisco Moreno Alba, Juan Miguel Delgado, José Joaquín González, Sebastián Torres Narbona, Juan Carrasco, Miguel Mestre Calvo y Antonio Garcés.

Esquela de los niños fallecidos. Ayer, 20 de junio de 1945.
Esquela de los niños fallecidos. Ayer, 20 de junio de 1945.

Las versiones del suceso fueron confusas en un primer momento, algo comprensible dado el nerviosismo producido por tal accidente. Pero también porque la época no permitía informar con detalle y claridad de lo ocurrido. Así, enseguida salieron a la luz ciertas contradicciones, pues algunos diarios dijeron que no había habido una barca sino dos. Y que fue la imprudencia de uno de los pequeños, que hizo levar el ancla de una de las embarcaciones, lo que provocó que esta se fuera a pique, distanciándose de la playa a gran velocidad. También hubo en un primer momento errores en los nombres de las víctimas. Y, en cualquier caso, en las noticias aparecidas se dejó siempre en buen lugar tanto la actuación de las autoridades y equipos de salvamento (cuya intervención se calificó de heroica) como la de los profesores que tuvieron el infortunio de presenciar tan terrible hecho.

El diario Ayer relató que el grupo de niños había estado por la mañana oyendo misa en la Parroquia de la O y luego fueron a la Casa de la Cilla, invitados por Manuel Barbadillo. Luego almorzaron en los jardines de Las Piletas y después marcharon hacia la playa cercana, donde había una porción de botes de pesca fondeados.

La noticia en Jerez

Desde las primeras horas de la tarde del mismo día comenzaron a circular por Jerez insistentes rumores del terrible suceso. El corresponsal de Ayer facilitó por teléfono los primeros datos, que produjo en Jerez la más honda impresión, especialmente entre los familiares de los pequeños, muchos de los cuales se trasladaron a Sanlúcar ante la incertidumbre de que sus hijos o allegados pudiesen ser las víctimas. Al enterarse de tan enorme desgracia, la ambulancia de la Cruz Roja de Jerez se ofreció en personal, material y cuanto fuese necesario para tal ocasión.

Comenzó la ansiosa búsqueda de los cuerpos de los niños ahogados, ya que no había esperanzas de que pudiera haber sobrevivido ninguno de los desaparecidos. El primer fallecido, Francisco Aguilar, fue trasladado por la noche a Jerez, donde se celebró el sepelio al día siguiente, y se enterró en el cementerio de la Merced, acompañado por multitud de vecinos. Y el superviviente Antonio Leiva, tras haber permanecido unas horas en el hospital de Sanlúcar fue trasladado en buen estado a su casa de Jerez.

Ayer lamentaba la situación, aunque calificó el hecho como «inevitable desgracia» pues había sido a causa del viento, que había provocado ese mismo día otros percances que habían definido al 14 de junio como un día «funesto y fatídico». La Comisión Municipal de Jerez, bajo la presidencia del alcalde Sebastián Carrasco, acordó visitar el colegio lasaliano para dar el pésame a su director.

Finalmente, el mar fue devolviendo los cadáveres, que serían identificados por sus familiares, y con este motivo se desarrollaron dolorosas escenas. Aparecieron seis cuerpos, que fueron trasladados a Jerez, donde se celebraría un imponente funeral tras haberse instalado una capilla ardiente en el propio colegio de Mundo Nuevo. Serían enterrados el domingo 17 de junio en el cementerio de La Merced. Desde las personas de más relieve social de Jerez hasta el más modesto artesano desfilaron por la escuela para manifestar su pesar, recibiendo los hermanos muestras de afecto. El hermano director Ginés María, dejó patente su gratitud por todos los testimonios de apoyo, y dijo que los niños fallecidos destacaban por sus bondades y fervor entre sus compañeros. Recordó que a todos los niños les había sido impuesto, pocos días antes de la excursión, el escapulario del Carmen por el fraile carmelita fray Redento Ramos. Cuando llegaron a Sanlúcar oyeron misa y habían comulgado todos los niños. El director estaba muy consolado por todas las atenciones que habían recibido de las autoridades sanluqueñas.

La Delegación del Magisterio convocó a todos los maestros y a sus alumnos para que asistieran al funeral, expresando así su dolor por lo ocurrido. El alcalde, la familia Domecq, fundadora del colegio, los directores de los demás colegios, e incluso las autoridades de Sanlúcar y el profesorado, asistieron al funeral celebrado en la parroquia de San Miguel. El templo estaba abarrotado. Asistieron los alumnos de los tres colegios lasalianos y las alumnas de María Auxiliadora con todos sus profesores, el hermano visitador, el director del colegio de Sanlúcar, el hermano Eduardo, y otros directores de otras escuelas, todas las autoridades, la Cruz Roja, y los periodistas. La capilla musical intervino de manera altruista como generosa ofrenda a las víctimas. Y al día siguiente se celebraría en el mismo lugar el funeral por Juan Miguel Delgado de Castro, la siguiente victima en aparecer. También se organizó en Sanlúcar otro funeral por todos los fallecidos, organizado por la Asociación de Padres de Familia, al que acudieron miles de personas. El cadáver de Miguel Maestre fue el último en aparecer, pues lo hizo el día 19 en la playa de la Ballena entre Chipiona y Rota. Tuvo lugar un nuevo sepelio en San Miguel, al que asistieron multitud de personas, entre ellas todo el personal de las bodegas, por ser el padre del chico empleado de González Byass.

Unos días después, uno de los grandes promotores de la natación en España, Vicente Esquiroz, desde Barcelona, pidió a las autoridades que el aprender a nadar fuera de obligado aprendizaje. "Hacemos un nuevo llamamiento al Ayuntamiento, a las escuelas, a los maestros, a todos cuantos intervienen en la educación de nuestros niños para no que se repitan los accidentes como el ocurrido en Sanlúcar de Barrameda hace escasos días, para que todos los españoles sepan desenvolverse en el agua". De esta forma no volverían nunca más a repetirse esos dolorosos accidentes, pues lo ocurrido había dejado destrozadas a ocho familias y a unos profesores que, poco después, solicitaron el traslado a otras ciudades por haber quedado su escuela estigmatizada con tan fatal tragedia.

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