"No vamos a parar hasta que cierre este nuevo club de alterne"

Más de un mes y medio después de su anuncio de apertura, el negocio que puso en alerta a principios del mes de junio a los vecinos de la calle Belgrado abrió este pasado jueves sus puertas, desatando las protestas de los residentes de la zona, quienes consideran que "este negocio hace imposible la convivencia al estar tan cerca de nuestras casas", según cuenta uno de ellos.

"No vamos a parar hasta que consigamos el cierre de este club de alterne", afirma rotundamente un vecino de la zona, quien ha preferido que no trascienda su identidad, pero que asegura que "varios residentes hemos estado en este nuevo local y hemos comprobado que es un club de prostitución, aunque tampoco hay que ser muy listos para adivinarlo, porque por la calle Belgrado pasean muchas jóvenes ligeritas de ropa y que son claramente empleadas del negocio". Por ello, consideran "inapropiada" la apertura de este local "tan cerca de nuestros hogares", ya que "nos causa muchos perjuicios, pues la música y el ruido no cesan hasta bien entrada la madrugada".

Para forzar el cierre del local, los vecinos de residencial 'El Ángel' llevan desde hace dos meses recogiendo firmas, llegando a acumular en estos momentos unas 300, que "usaremos para hacer fuerza y denunciar o al Ayuntamiento, por permitir su apertura, o al dueño del local", anuncia uno de los vecinos. Algunos residentes ya se han puesto en contacto con los de Nuevo Chapín para que "nos ayuden y podamos unirnos a ellos para organizar una manifestación que muestre nuestro descontento ante la apertura de este club de alterne en pleno casco urbano de Jerez", máxime cuando se ha hecho "sin el consentimiento de los residentes, que estamos totalmente en contra de ver alterado el ambiente de la zona, que hasta ahora, era muy tranquilo".

Estos vecinos han hecho llegar su indignación al Ayuntamiento, pues han mantenido recientemente una reunión con miembros de las delegaciones de Urbanismo, Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana, a quienes les trasladaron sus quejas, como asegura uno de los vecinos, quien asegura que "nos prometieron que íbamos a tener más seguridad y que se iba a hacer todo lo posible para que no se abriera el local, pero en vista de que finalmente ha abierto, anunciamos que vamos luchar hasta que se cierre, pues no podemos vivir con un negocio de estas características al lado de nuestras viviendas".

Hasta han pensado hacer todo tipo de protestas, como "sentarnos en sillas todos los vecinos a lo largo de la calle para que no molesten nuestras casas", anuncia un afectado, quien denuncia que "ya han estado durante esta semana muchos jóvenes tomando copas en plena calle hasta altas horas de la madrugada, haciendo ruido y orinando en las puertas de las viviendas".

Esta situación no es nueva para los residentes del entorno de Lola Flores, quienes hace unos años ya lograron el cierre de un negocio que se instaló en la zona y ahora vuelven a protestar para conseguir que este nuevo local corra la misma suerte.