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Los vecinos de El Estribo aguardan esperanzados la llegada de su juicio

  • En la vista, que tendrá lugar la próxima semana, reclaman a la constructora y promotora la reforma de la urbanización, que al poco de entregarse ya sufría graves desperfectos

El 13 de mayo de 2005 se ponía la primera piedra de la promoción de 248 viviendas de Residencial El Estribo, ubicadas junto a la avenida Puertas del Sur. En su momento, una nota de prensa del Ayuntamiento indicaba que esta importante promoción de viviendas protegidas se construirían "con un innovador sistema, de patente española, basado en un conjunto de encofrados metálicos, que permiten hormigonar de una sola vez y en una misma jornada, toda la obra gruesa, incluyendo las instalaciones de agua, luz y gas de la vivienda", lo cual no sólo permitía "un ahorro de tiempo de un 30 por ciento respecto a una construcción tradicional, sino que contribuye a la mejora del medio ambiente, mediante la reducción de los residuos generados por la obra". No sería muy bueno ese innovador sistema cuando en 2008, al poco de entregarse las viviendas, empezaron a surgir mil y un desperfectos en la urbanización. La constructora y promotora de la misma, la UTE formada por Imasatec y Compás Gestión, se vieron desbordadas ante la lluvia de reclamaciones que recibieron.

Cansados del problema y de los innumerables desperfectos tras tener que desembolsar 120.000 euros por sus casas, los vecinos se pusieron en manos del bufete de Francisco Mauriño y Asociados para resolver la situación en los tribunales. El juicio será en dos sesiones, el 15 y 16 de este mes, y en ella los vecinos no piden otra cosa que los responsables de la urbanización acometan las obras de reforma (valoradas en más de un millón de euros) necesarias para que las viviendas puedan ser perfectamente habitables.

El propio Mauriño reconoce que "en todos los años de carrera profesional no había visto algo así, porque aquí, desde el proyecto, la dirección y la obra en sí, todo ha sido calamitoso". El letrado recuerda que el interés de sus clientes no es recibir compensación alguna, sólo "que los responsables arreglen la totalidad de los desperfectos, porque esto no admite parche alguno".

Hay que recordar que en la vista previa celebrada el pasado febrero en el juzgado de Instrucción número 2, las partes demandadas (constructora/promotora, arquitectos del proyecto y arquitecto técnico responsable del mismo) alegaron que todos los problemas de las viviendas eran "defectos de acabado", rechazando los informes de un perito que verificaba que de 2009 a 2011 los desperfectos se habían agravado el doble, si bien la jueza acabó aceptando dichos informes periciales.

Lo cierto es que una visita a El Estribo sirve para comprobar que esos supuestos defectos de acabado son bastante más que eso. Solería levantada, humedades, puertas y ventanas que no se cierran bien, ascensores que se estropean cada dos por tres, goteras, grietas... Hasta los cajillos de la luz se sueltan cuando se encienden o apagan los interruptores. Una verdadera ruina que es común en todas las viviendas y en todos los bloques. Las zonas comunes tampoco se libran. Así, el garaje se inunda cada vez que cae una tromba de agua por la mala situación del acceso al mismo y las goteras es algo habitual. Los vecinos se ven en la obligación de cubrir sus coches porque el agua viene acompañada de cal debido a las filtraciones. En cuanto a la piscina, sólo se construyó una en lugar de las dos que estaban proyectadas (la de adultos y la de niños) y, además, de dimensiones inferiores a cómo tenía que ser.

Juan Pedro Pérez, uno de los afectados, muestra cómo se levantan las losas de su vivienda. "Estamos sentados en el salón y vamos escuchando los ruidos que hacen al abombarse", dice, a la vez que lamenta la situación por la que están pasando. "Antes vivíamos en Torresoto y cuando vimos la posibilidad de venirnos aquí no nos lo pensamos, porque la zona es muy buena. Pero al poco de entregarnos el piso ya empezamos a notar los defectos. Estoy muy agobiado y mi mujer está mala por lo mismo, porque tal y como está el bloque es para tirarlo entero. Y eso que el piso nos gusta, pero es que así no se puede vivir. Una noche nos pegamos un susto porque se cayeron hasta las puertas del armario empotrado del pasillo". El vecino, que como todos espera como agua de mayo la llegada del juicio, se pregunta "qué va a pasar cuando tengan que levantar la casa entera para arreglarla. ¿Qué hago con los muebles? ¿Dónde iremos a dormir? Esa es la otra preocupación que tenemos".

Gumersindo Sánchez, presidente de los vecinos de El Estribo, relata que los problemas en las viviendas son comunes, si bien en algunos casos se acentúan, como las de aquellas más altas, que sufren más problemas de humedades debido al mal estado y a la mala colocación de la tela asfáltica en el techo de los bloques. Las filtraciones de agua a través de las grietas provoca también que en muchas casas se vaya la luz al afectar al cableado eléctrico.

Víctor, otro de los vecinos, reconoce que todos se sienten "engañados", y más después de desembolsar 12.000 euros más de lo previsto inicialmente para adquirir sus viviendas.

Fuera, algunos carteles de "se vende" lucen en las ventanas de algunos pisos. "Ni se han vendido ni se van a vender, porque la gente sabe cómo está esto. Nadie está tan loco para comprar un piso en este estado".

Aún en el caso de que haya una sentencia favorable para los intereses vecinales y se obligue a los demandados a reparar, no hay que olvidar que Imasatec se encuentra en concurso de acreedores, por lo que este asunto tendría que trasladarse al juzgado de lo Mercantil. Por otra parte, muchos vecinos temen que arreglar estos desperfectos pueda ser una misión más que difícil ya que algunos bloques se están desplazando por problemas estructurales. Así y todo, los vecinos quieren ser optimistas y pensar que el final de su pesadilla está un poco más cerca.

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