Los vecinos del centro histórico adecentarán edificios abandonados

La asociación de vecinos del casco histórico ha decidido tomar la iniciativa ante el mal estado en que se encuentran muchos inmuebles de estos emblemáticos barrios y lo hará con una original intervención: serán los propios vecinos los que adecenten y ornamenten las fachadas de algunos de estos edificios abandonados. La asociación abordó ayer por la noche este proyecto en una asamblea, con la intención de recabar el mayor apoyo vecinal y poner en marcha las actuaciones aprovechando el verano. El presidente de la asociación, Alejandro González, manifestó ayer que la iniciativa parte de la falta de interés que observan en las Administraciones en lo que respecta a la rehabilitación del casco histórico y pretende ser un toque de atención a los políticos. "A ver si así el Ayuntamiento se siente obligado a actuar", indicó González.

La asociación empezará a ponerse en contacto con viveros que se presten a colaborar para poder adornar con flores las fachadas y esperan que también haya empresas que puedan facilitar los materiales para pintarlas. En principio se quiere empezar por la plaza del Mercado, para continuar por otras zonas del centro histórico y según manifestó González, hay hermandades y bodegas que ya se han ofrecido a colaborar.

El estado de abandono en que se encuentran muchos edificios, algunos antiguas casas palacios, del casco histórico, ha sido denunciado de forma reiterada por esta asociación, que, aunque apenas cuenta con unos meses de vida, ha conseguido aunar el interés de un buen número de vecinos de estos barrios. Fue la asociación la que también tomó la iniciativa de elaborar un censo de casas abandonadas, unas 150, que entregó al Ayuntamiento con el fin de que éste cotejase esos datos con los que aparecen en su registro de solares.

A día de hoy, la asociación sigue esperando una respuesta del gobierno local, mientras reclama que al menos se obligue a los propietarios de los inmuebles vacíos a mantenerlos y a arreglar las fachadas. La situación de muchos de estos edificios es penoso, y las intervenciones se limitan, y no siempre, a su apuntalamiento cuando se produce algún derrumbe, el último en un casco de bodega en la calle Alcaidesa, según denuncian los vecinos, que critican además que los escombros permaneciesen en la calle durante varios días.

La mala conservación y el deterioro progresivo ha llegado al extremo de que se corten calles por el riesgo que entrañan algunos inmuebles. González lamentó que los políticos "se hagan los sordos con el tema del patrimonio" y agregó que desde la asociación no se van a cansar de reclamar.