La vendimia se cerrará con un incremento del 12% de producción

Vinos

Con los últimos lagares funcionando, las cifras de recolección de este 2023 no superarán los 50 millones de kilos en el Marco, una cantidad inferior a lo esperado inicialmente

Un camión, descargando en uno de los lagares de la ciudad.
Un camión, descargando en uno de los lagares de la ciudad. / Manuel Aranda
F.P.

03 de septiembre 2023 - 05:00

Después de un mes justo, la vendimia en el Marco de Jerez da sus últimos coletazos, pues aunque todavía quedan algunos lagares abiertos, sí es cierto que reciben ya escasas cantidades.

El último informe del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez, Xérès, Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, fechado el pasado jueves 31 de agosto, se habían recogido 49.437.083 kilos de uva.

Esta cifra supone un 12% más que la vendimia pasada, en la que se alcanzaron los 44,4 millones de kilos, cifra que, no obstante, no termina de contentar a los viticultores, que esperaban inicialmente un incremento entre el 15 y el 20 por ciento.

La sequía ha vuelto a pasar factura a la producción en este 2023, que si bien es cierto que ha crecido con respecto al pasado ejercicio, que uno de los peores de los últimos años, no termina de llegar a las cifras habituales.

Hay que recordar que en 2022 se recolectaron 44,4 millones de kilos, por los 57,5 de la vendimia de 2021, y los 53,4 de la correspondiente a 2020. En 2019, por su parte, se llegó a los 57,3 millones de kilos. Para encontrar pues una media aceptable hay que remontarse hasta 2018 cuando la vendimia en el Marco alcanzó los 80 millones de kilos.

César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, ha calificado a la cosecha como corta, a pesar de haber incrementado la producción con respecto a 2022. En su opinión, “las expectativas eran mayores en términos de cantidad y, finalmente, el crecimiento con respecto a la campaña del año pasado se va a quedar en el entorno del 12%”, ha manifestado, recordando que el año pasado fue “una campaña particularmente corta” y que “seguimos en niveles de tiempos de sequía”.

Varias personas, cortando uvas de manera manual en uno de los pagos del Marco.
Varias personas, cortando uvas de manera manual en uno de los pagos del Marco. / Manuel Aranda

No obstante, ha explicado que la de 2023 ha sido "bastante tranquila" gracias a la ausencia de incidencias, añadiendo que “las vendimias complicadas son en las que hay un tormentón o hay problemas”, algo que esta no ha sido, al haber tenido un mes de julio “suave”.

En ese sentido, la pluviosidad se ha mantenido entre los 425 y los 480 litros por metro cuadrado de media, aunque “muy por debajo” de los 600 litros de un año normal. A pesar de ello, ha aclarado que las condiciones han sido “más benignas”, gracias a las lluvias caídas en diciembre y a primeros de junio, que han beneficiado a la humedad de la tierra albariza, además de contar con un verano “más suave que el de 2022”, donde hubo olas de calor prolongadas.

Esto ha beneficiado a la calidad de uva que va a hacer que los mostos sean “muy buenos este año”, con una media de 11,5 grados Baumé, aunque en términos de cantidad sea menos de lo que el sector esperaba.

Según ha aventurado Saldaña, esos 49 millones de kilos de uva se traducirán en 34,6 millones de litros de mosto y casi 70.000 botas de vino, una cantidad “bastante justa” en relación a las necesidades del sector vitivinícola, que destina esta cosecha a los vinos con Denominación de Origen, los vinagres, a vinos de la tierra de Cádiz y para el envinado de botas. Esa demanda hace que la producción sea “corta” y se prevé que afecte al precio de la uva.

Un hombre, cortando uva en una viña jerezana.
Un hombre, cortando uva en una viña jerezana. / Manuel Aranda

Las producciones antes de este periodo de sequía estaban en aproximadamente 10.000 kilos de uva por hectárea de media, y llevamos cinco años que apenas llegamos a los 8.000 kilos de media, lo que supone menos mosto y me temo que la ley de la oferta y la demanda es inexorable”, ha confesado.

Además, ha resaltado la colaboración que se ha desarrollado durante esta campaña con la Guardia Civil para evitar que lleguen a los lagares del Marco uvas que no han sido recolectadas en las viñas inscritas a lo largo de los diez municipios del Marco de Jerez, y que en su opinión, ha servido como medida disuasoria ante “la tentación de traer uva de fuera”.

El Marco de Jerez cuenta con aproximadamente 7.000 hectáreas inscritas en el registro de viñas del Consejo Regulador, con más de 2.000 viñas inscritas en sus denominaciones de origen en los 32 lagares de elaboración que se han dado de alta en esta campaña, que ya se encuentra en sus últimos días.

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