La clínica veterinaria de la Real Escuela, pionera en intervenciones oculares
Ha operado esta semana a un caballo de Pura Raza Española que padecía una ceguera debido a un problema de cataratas congénitas en ambos ojos desde su nacimiento
La vanguardista clínica ecuestre de la Real Escuela de Jerez ha llevado a cabo con éxito una intervención quirúrgica de cataratas en un caballo de Pura Raza Española. Se trata de un animal que padecía una ceguera debido a un problema de cataratas congénitas desde su nacimiento en ambos ojos, una alteración ocular que le impedía reconocer objetos y desplazarse sin ayuda.
La operación se ha hecho esta semana en la clínica veterinaria del Recreo de las Cadenas y ha sido todo un éxito, según la nota de prensa difundida por la institución ecuestre.
La peculiaridad de esta intervención en un equino, a diferencia de otras especies e incluso en el ser humano, radica en que únicamente puede realizarse bajo anestesia general, con un protocolo sumamente complejo y delicado que puede conllevar riesgo para la vida del ejemplar. La operación ha sido dirigida por el veterinario especialista en oftalmología Fernando Sanz, de la clínica veterinaria Bellavista Visionvet, en Sevilla, que estuvo asistido por el equipo quirúrgico al completo de la clínica veterinaria de la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, que realizó todo el manejo del équido antes, durante y después de la cirugía, así como la anestesia del mismo.
El procedimiento utilizado ha sido una microcirugía mediante la técnica de facoemulsificación, que consiste en la eliminación de las cataratas utilizando ultrasonidos y realizando para ello una micro-incisión de 3,2 milímetros en la córnea. La intervención transcurrió sin percance ni anomalía alguna, a pesar de que se vivieron instantes de tensión por la propia complejidad de la misma.
Por su parte, el caballo se ha recuperado perfectamente de la anestesia y evoluciona favorablemente, pudiendo ya distinguir perfectamente los objetos y desplazarse sin ningún problema, lo cual le permite llevar una vida completamente normal.
Las características propias y complejas de esta intervención, así como los pocos casos referidos en caballos en nuestro país, hacen a la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre pionera en este campo dentro del mundo de la veterinaria equina.
El cristalino del caballo (también llamado lente) es un tejido normal del ojo, transparente, ubicado entre dos cápsulas. La luz lo atraviesa, impactando en la retina, ubicada en el fondo, como en una película fotográfica, formada por tejido nervioso. De esta parte del ojo parten los impulsos que llegan hasta áreas específicas del cerebro, dando lugar a la percepción de imágenes. Las opacidades que pueden afectar al cristalino se denominan cataratas, que varían desde ligeros puntos o rayas, apariencia de vidrio rajado, zonas opacas parciales o totales y presentan generalmente un color blanco.
El iris está ubicado por delante del cristalino. Al contraerse o dilatarse según la intensidad de la luz, como el diafragma de una cámara de fotos, deja ver mayor o menor superficie del cristalino. Por este motivo, las cataratas parecen más grandes en la penumbra. La visión disminuye hasta desaparecer totalmente cuando la catarata ha alcanzado su nivel máximo de madurez. En ese momento el animal sólo percibe la presencia de la luz, sin imágenes. Si no se operan, la dolencia puede complicarse originándose partículas irreconocibles para el organismo que derivan en la inflamación de los tejidos.
En el caso de los caballos, las cataratas encuentran su origen en un factor genético en un porcentaje muy alto, aunque existen otras causas como inflamaciones severas, golpes, úlceras o heridas, ciertos tóxicos, diabetes...
La cirugía ocular del caballo se diferencia a la humana en que se precisa anestesia general, como se ha señalado anteriormente. El veterinario se ayuda de un microscopio y delicado instrumental quirúrgico para hacer una diminuta incisión milimétrica en la córnea. Una sustancia transparente y lubricante mantiene al ojo y a su estructura protegidas. Mediante ondas ultrasónicas se destruye y se aspira la catarata. Una vez operados los ojos, los objetos muy cercanos serán menos nítidos.
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