Cine

Los videoclubes que se renuevan para no cerrar sus puertas

  • Apenas quedan cinco negocios en la ciudad dónde se pueden alquilar películas para visionar en casa

El ‘videoclub Ocio Games’ que regenta David Ortiz desde hace 23 años.

El ‘videoclub Ocio Games’ que regenta David Ortiz desde hace 23 años. / Manuel Aranda

¿Recuerdan cuándo paseaban por las calles de Jerez y era fácil encontrar un videoclub? Esos tiempos han cambiado y es que desde hace tres años atrás cada vez son más los videoclubes que han ido cerrando, hasta el punto de que apenas hay cinco en la ciudad.

Éstos nacieron en los 80 de la mano de la película VHS, lo que supuso una gran novedad en la sociedad y un éxito. Pero esto no se quedaría ahí y viviría el paso de las películas a formato DVD, el cual tuvo mayor impacto aún que las de VHS y provocó que este sector experimentará un gran auge. Y finalmente, la llegada de las 'Blu Ray'. Este negocio viene sufriendo desde hace un tiempo la piratería, y a esto hay que sumarle las nuevas plataformas digitales para poder reproducir películas desde casa. Ambas cosas han supuesto un problema para el sector. Esta es la historia de dos videoclubles que siguen apostando por seguir con el alquiler de las películas mientras sus clientes se lo permitan y además de ir diversificando el negocio.

Francisco José Sánchez regenta desde hace siete años el 'Videoclub Rotonda 7', y ya contaba con experiencia en el sector. Éste anteriormente estuvo trabajando durante cinco años en otra videoclub de la ciudad que se vio obligada a cerrar por la situación de la piratería. Al comenzar con el negocio el principal problema que encontró es habilitar el local. En cuanto al funcionamiento no tuvo inconveniente, puesto que ya conocía a los proveedores y dónde tenía que comprar las cosas.

Su principal objetivo fue ir ganando clientes poco a poco y transformar el local a su gusto. El precio del alquiler de las películas es de 1,20 euros durante 24 horas, excepto los sábados que se tiene hasta el lunes. De ahí, que los sábados es cuando más demanda se produzca. Sin embargo, a pesar de que el precio del alquiler sea muy reducido, su negocio lo ha tenido que ir complementando con la venta de golosinas, bebidas y realizando fiestas.

Él es muy aficionado al cine y ese es uno de los motivos por los que se dedica a ello, sobre todo al cine de los 80 y 90. 'Organizo fiestas de esa época que se llaman Rebobina a los 80 y 90, en diferentes discotecas de Jerez' afirma el propietario del negocio. Y es que según él mismo contaba ya ha realizado cinco fiestas con esta temática y según la fecha los asistentes oscilan entre los 200 o 400. A las fiestas se lleva una réplica del coche fantástico, a un mago vestido de cazafantasmas y a veces también a un grupo de música con canciones de esa década. La próxima de las fiestas se espera que sea para el mes de octubre.

Es un videoclub muy particular, ya que en su interior tiene dos máquinas antiguas dónde pueden jugar los clientes, aparcamiento de bicicletas en el interior y él mismo dice que “tengo réplicas de cosas de cine de los 80 como puede ser el traje de los cazafantasmas o varias réplicas de 'Gremlins' y la exposición de una máquina de cine antigua. Es un pequeño museo”.

Asimismo, Francisco José Sánchez asegura que sus ingresos provienen del “alquiler, las ventas de chucherías y bebidas. Solo con el alquiler no se puede mantener”. Y esto se debe a que ha sufrido una caída, debido a las plataformas digitales y a la piratería. Y es que una parte de la población opta por esta opción “incluso clientes que vienen y le buscas una película, te contesta que ya la ha visto o que la ha descargado. Te lo dicen sin problema ninguno” sentencia Francisco.

Por ello, asegura que una de las grandes trabas que tiene el negocio desde hace unos tres años es la piratería, el alquiler de películas ha podido caer desde entonces en un 30 por ciento de manera progresiva. “Una vez le comenté a un cliente que es algo ilegal y el cliente me dijo: si es ilegal pues que lo quiten” sentencia el dueño del videoclub.

Aunque no todos los casos son iguales y hay otros en los que “el cliente ve lo que quiere en ese momento o lo que ofrecen ese mes en las plataformas, y una vez que lo han visto tienen ganas de más. Entonces vienen aquí y alquilan las últimas novedades e incluso películas antiguas” explica el propietario.

El cliente que suele ir al videoclub es aquel que le gusta que le recomienden una película y relacionarse con gente que le gusta el cine para poder hablar de ello. Además, cuenta con una barra de bar dónde “vienen los amigos, se toman algo y se ponen hablar. Lo que es la típica charla de bar, pero aquí en el videoclub”. Y también, tiene la opción de que el cliente pueda ver el tráiler de la película en el propio negocio.

En el caso de David Ortiz quien es propietario del 'Videoclub Ocio Games' desde 1996 también asegura que este sector ha caído bastante. En sus comienzos, hace 23 años, empezó sin ordenador, alquilando películas de VHS, con muy pocas películas, estanterías de madera, un fichero para anotar a los clientes y una agenda de teléfono.Poco a poco se fue informatizando y haciéndose con clientes. Además, recuerda que empezó alquilando las películas a 20 duros o 100 pesetas. Asimismo, él vivió el paso del VHS al DVD y fue entonces cuándo realmente empezó a hacer negocio. Según él mismo dice “le dediqué muchas horas y amplié poco a poco. Cuando di el salto al DVD, y se pasó de analógico a digital fue un boom para mí y todos los videoclubes”.

De este modo, el propietario del 'Videoclub Ocio Games' asegura que “ese fue mi mejor momento del videoclub. El cambio de las películas VHS a DVD” . En aquella época era el único por la zona e incluso contaba con un cajero 24 horas dentro del local, en el que el cliente con una tarjeta de socio desde la calle podía alquilar una película a cualquier hora. Por último saldría el formato 'Blu Ray' que también tuvo una buena aceptación, pero no tanta como la del DVD.

Actualmente, en su negocio no solo alquila películas, sino que también alquila y vende videojuegos nuevos y de ocasión, vende móviles, accesorios para éstos, cartuchos de tinta y desde hace tres años cuenta con un salón dónde se pueden celebrar cumpleaños, ya que el negocio se ve afectado por la piratería y tiene que complementarlo. Y aunque, es verdad que el tema de las descargas de películas por Internet le afecta sigue contando con “clientes que pasan de piratear nada. Que le merecen la pena por 1 euro o 1,20 euros ver una película original. Entonces vienen aquí a que yo le recomiende una película, que yo conozco sus gustos y preferencias” asegura David Ortiz.

Las películas que nunca decaen son las de terror, acción y superhéroes. A David desde pequeño le ha gustado el cine, es por ello por lo que estudió imagen y sonido y asegura que “ yo me mantendré siempre”.

Ambos propietarios de los videoclubes coinciden en que la situación no es del todo la que les gustaría que fuera, pero que ellos tienen pensando mantener el negocio en un futuro, aunque para ello tengan que complementarlo con otras cosas.

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