Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Jerez

Una vigía que vivió tiempos de esplendor

  • Aunque no tiene graves problemas estructurales, la Torre Tío Pepe requiere de una intervención tras años en el ostracismo

En abril de 1986 fue la puesta de largo la Torre Tío Pepe. Ese día, el circuito se daba a conocer internacionalmente con la celebración del Gran Premio de España de Fórmula 1 donde ganó el malogrado piloto brasileño Ayrton Senna. Nacida como torre de control y de telecomunicaciones, ya que desde sus plantas superiores se ve todo el trazado, se convirtió también en un lugar destinado para el protocolo donde el Ayuntamiento y las firmas patrocinadoras de las pruebas agasajaban a sus invitados VIP.

Sin embargo, tras la reforma del trazado a principios de la pasada década, este símbolo del trazado empezó a ser víctima del ostracismo cuando se reformó la zona de boxes y se construyeron las actuales mezzaninas de la recta de meta. Además, el nuevo lugar exclusivo pasó a ser el 'ovni' mirador de la recta de meta. No obstante, este espacio ha seguido siendo utilizado por patrocinadores durante estos años.

325.000Euros. Es el importe máximo de la obra de remodelación de la torre de autoridades del trazado

La torre tiene una altura de 22 metros, a la que sumarle la botella Tío Pepe que la corona desde su construcción. Cuenta con cuatro plantas mirador, tres de ellas cubiertas. La de mayor superficie es la última con unos 75 metros cuadrados pues su parte central está ocupada por los accesos mediante escalera y ascensor; las otras dos cuentan 42 metros cuadrados útiles.

Aunque no hay problemas en la estructura de la vigía, el paso de los años y la falta de una intervención profunda ha hecho mella sobre su estado de conservación. No solo hace falta una mejora estética de cada una de las plantas sino también una sustitución de los cerramientos para impedir que el agua de lluvia siga filtrándose al interior. No en vano, los sótanos están inutilizados al no contar con una red de desagüe.

Uno de los requisitos que se exigía en el concurso público para remodelar la Torre Tío Pepe es que la actuación propuesta no puede superar los 325.000 euros de presupuesto de ejecución. Al concurso se presentaron cinco propuestas arquitectónicas, que fueron valoradas por un jurado compuesto por 12 miembros, entre ellos arquitectos municipales y externos, representantes de los grupos municipales y de González Byass así como personal del circuito de velocidad.

Los criterios aplicados para hacer esta primera criba se basaron en la viabilidad económica, la calidad arquitectónica, singularidad o representatividad del edificio y su integración en el entorno.

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