"Desde que me levanto hasta que me acuesto, mi día se limita a pintar. Me estoy enfrentando a un cuadro de casi dos metros". El artista pictórico Javier Palacios recoge así su jornada de trabajo. El jerezano se refiere aquí a su última obra, que espera "sea la estrella de la exposición" que prepara. Reconoce que le dedica tanto tiempo por su forma de trabajar; no es una excepción: "Realmente esto es así desde hace muchos años, y me gusta, me mantiene al margen de muchas cosas, me da tranquilidad y me permite no verme sobrepasado por la realidad". Pero no está en un momento cualquier de su trayectoria, ya que este joven pintor jerezano acaba de recibir la Beca Velázquez, que otorga el Ayuntamiento de Valencia y es una de las mejor dotadas del panorama artístico. "La Casa de Velázquez es una institución con prestigio internacional, y tener su apoyo es importante para la proyección de un artista joven. Por la institución han pasado personajes históricos como George Bataille. Además, el apoyo económico y el espacio que me brindan me permitirá llevar a cabo un proyecto que de otra manera, habría sido imposible", afirma.

En la institución dependiente de Francia, realizará un proyecto llamado 'Linceul, Vie et Vide: una conversación imaginaria con Yves Klein'. "Es una propuesta pictórica en la que relacionaré mi trabajo personal con este importante artista francés, para reflexionar de una manera poética sobre el concepto de espiritualidad", recoge el pintor, que aunque procura "no pensar a largo plazo" tiene otros proyectos entre manos: "Happy Me/Sad Me' es un proyecto muy personal en el que a través de animación, acuarela y pintura, genero relaciones entre el artista americano Bruce Nauman y el Carnaval de nuestra tierra. 'Magic Dolmen' es el proyecto en el que estoy trabajando actualmente y que se expondrá en la galería valenciana Espai Tactel a finales de septiembre. En mi primera exposición, 'Shit Behind Beauty', reflexionaba sobre la percepción contemporánea de la belleza. En el actual proyecto expositivo profundizo en el concepto de lo espiritual, no desde un punto de vista específicamente religioso, sino como un término que permite relacionar elementos en principio opuestos como materia y espíritu. En esta exposición el espectador se encontrará con la representación de nuevas e irreales formas megalíticas, misteriosos agujeros perforados de origen desconocido, junto con otras pinturas que, dialogando entre sí, presentan un acercamiento personal a la espiritualidad contemporánea".

En su cabeza ronda la idea de irse a Países Bajos, "para conocer un nuevo ambiente artístico, realizar algún programa de estudios, ya veremos". En el extranjero hay más apoyo a los artistas como Palacios, que considera "verdaderamente preocupante la gran desventaja en cuanto a apoyos, tanto a nivel privado como público, que tenemos los españoles respecto a otros países. Creo que esto nos afecta gravemente, y afectará aun más en el futuro de manera histórica a nuestra identidad como país".

Las críticas por el apoyo a la cultura también existen mirando la región, aunque no cree que haya tantas diferencias. No obstante, la mayoría de ayudas que ha conseguido el jerezano las ha obtenido en Valencia, al igual que la última: "En muchas ocasiones se me considera artista valenciano, puesto que toda mi trayectoria artística se ha desarrollado en este contexto, y estoy muy agradecido al mundo valenciano de la cultura en general. Sin embargo, yo me siento orgulloso de ser andaluz. Desde mi criterio, hay ahora mismo grandes referentes artísticos andaluces. Dentro de la pintura, Rubén Guerrero y Miki Leal son exponentes internacionales. Luis Gordillo o Pérez Villalta forman parte de la Historia del Arte español".

Cerrando cada vez más el círculo, apunta a Jerez y su provincia: "Tengo amigos de mi propia generación que considero grandes artistas: José Carlos Naranjo, Ignacio Estudillo, Ana Barriga, son algunos de ellos, con reconocimiento nacional e incluso internacional. Todos nos hemos visto obligados a buscarnos el futuro fuera de la provincia. La situación económica de Jerez es muy complicada, pero ya desde antes de la crisis no existía una apuesta seria por la cultura contemporánea. Exceptuando algunas iniciativas aisladas, como el Certamen de la Confederación de Empresarios, los proyectos de DKV, o las residencias artísticas del ECCO en Cádiz, desde mi experiencia, hay muy poco apoyo para los artistas contemporáneos de nuestra provincia y es una pena, pues hay muchísimo talento".

A pesar de todo, está "contento por la forma en que se reconoce lo que hago, sobretodo en un contexto como el español, donde el margen de maniobra para un pintor contemporáneo es tan pequeño, y más para un pintor joven. Me voy ganando mi libertad creativa luchando mucho, y estoy orgulloso de eso".

Describe sus influencias y en qué se fija a la hora de elaborar sus obras sabiendo que es difícil definirse a uno mismo: "Me interesa y disfruto mucho conociendo el trabajo de otros artistas, la forma de ver el mundo de otras personas, la Historia del Arte. También me veo influenciado por la realidad cotidiana, y creo que es importante generar reflexiones propias sobre conceptos universales, que nos afectan a todos".

Y es que, lejos de sentirse ya un artista consagrado en vez de una promesa por su juventud, Palacios se define como "constante e intenso" y esgrime: "No pienso las cosas desde esos términos... Sí, sé que quiero dedicarme a esto toda la vida, y cuando veo a artistas como Luis Gordillo, que con más de 80 años siguen pintando, soy consciente de que llevo muy poco tiempo y que el verdadero logro es ese, mantenerse haciendo lo que te gusta".