Historias con alma

Un hombre tiene una grave enfermedad y permiten que su perro le acompañe durante toda su hospitalización

Magnus con su dueño

Magnus con su dueño

Brian Benson es un hombre que durante más de 35 años ha estado entrenando duro y comiendo sano para evitar tener problemas de salud, pero aun así recibió una triste noticia después de estar varios días hospitalizado: sufría de una cardiomiopatía, una enfermedad que provoca que el corazón pueda ser más grande o más grueso, sin importar en muchas ocasiones la edad que tengas. 

Así contaba su historia a través de las redes sociales: "estaba teniendo dolores en el pecho y me costó respirar el fin de semana pasado, así que fui a emergencias para que me revisaran. Me retuvieron durante 3 días para hacer incontables pruebas, además de observar mi condición y monitorear mi corazón", empezó contando en su perfil de Instagram dedicado a su perro Magnos, un precioso labrador de terapia. 

"Lamentablemente es muy grave y descubrieron que tengo una condición llamada cardiomiopatía, lo que significa que mi corazón está débil y trabaja mucho más de lo que debería. Normalmente esto ocurre debido a una obstrucción del corazón. No tengo ninguna arteria bloqueada, cual es la buena noticia. La mala noticia es que esto está posiblemente relacionado con mi historial familiar de enfermedades cardíacas y ataques cardíacos (especialmente a una edad temprana).A pesar de que he estado entrenando durante más de 35 años, comer sano, corrí el maratón de Nueva York, completé múltiples carreras espartanas, entrenado en Krav Maga y boxeo, soy uno de los casos raros en los que una persona "solo" desarrolla cardiomiopatía.La dolorosa realidad es que a veces no puedes vencer a tu genética sin importar lo duro que trabajes. Es casi como intentar nadar río arriba; máximo esfuerzo con resultados mínimos o limitados." continuaba diciendo. 

El animal tiene casi 650.000 seguidores y se ha viralizado por haber acompañado a su dueño en el hospital durante toda su hospitalización: "Afortunadamente se le permitió quedarse conmigo 24/7 porque también es mi perro de servicio. Hizo exactamente lo que mejor sabe hacer; me mantuvo relajado y me quitó la mente de la situación actual. Él sabe cuándo abrazarse y cuándo ponerse un poco "tonto". Hizo sonreír al personal médico y también mantuvo a mis chicas calmadas. Amo a este perro más de lo que él nunca sabrá", agradecía Brian a su mascota. 

Por suerte, Brian ha vuelto a casa donde recibe todas las atenciones necesarias y empieza una nueva vida donde tiene que tener en cuenta cuáles son sus nuevas limitaciones, acompañado siempre de su fiel compañero de cuatro patas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios