La salud y la alimentación suelen ir de la mano, por ello es importante que los alimentos que se consumen estén en buen estado y sean inocuos, es decir, que no puedan causar daño. La inocuidad de los alimentos ha de preservarse en distintos puntos de su viaje hasta el plato, comenzando desde su buena gestión desde los distintos sectores que trabajan en el mundo de la alimentación.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cada año 1 de cada 10 personas enferma por tomar alimentos contaminados. La importancia de la alimentación y del acceso a alimentos en buenas condiciones también ayuda a prevenir enfermedades: según la FAO más de 200 enfermedades son causadas por tomar alimentos que se encuentran contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas entre las que también se encuentran los metales pesados.

Los más afectados suelen ser niños y niñas menores de 5 años, que son víctimas del 40% del total de las enfermedades transmitidas por alimentos, al tiempo que tan solo constituyen el 9% de la población mundial. Esto se traduce en unas 125.000 muertes de menores al año.

La importancia de mantener la inocuidad de los alimentos y los retos climáticos

Según datos de FAO el cambio climático también afectará a la inocuidad de los alimentos y la salud humana. Uno de los riesgos es la exposición a nuevas plagas y enfermedades "que florecen solo a determinadas temperaturas y condiciones de humedad". Pero también el aumento de las condiciones de insalubridad, la dificultad para acceder a comida en buen estado, pero también el aumento de la población y las posibles migraciones forzosas que pueden producirse como consecuencia del cambio climático también pueden repercutir de forma negativa en la inocuidad de los alimentos y por tanto, en la salud de las personas.

¿Cómo se puede preservar la inocuidad de los alimentos?

La FAO ha creado una serie de normas, directrices y códigos de prácticas relativos a la manipulación de alimentos, el uso de aditivos o los límites máximos de residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios que puede haber en los alimentos. Estas se encuentran recogidas en el Codex Alimentarius, para el cuál han publicado una guía de uso por el Día de la Inocuidad de los Alimentos de 2023, que se celebró el pasado 7 de junio.

El Codex Alimentarius da herramientas y guía sobre la manipulación higiénica de los alimentos, además de explicar cómo deben calcularse, envasarse y transportarse los alimentos para preservar que sigan siendo seguros para el consumo humano. Y aunque de estas pautas pueden beneficiarse ciudadanos de cualquier parte del mundo, estas van principalmente dirigidos a productores de países de bajos ingresos, en los que se tiene un impacto económico negativo que supera los 95.000 millones de dólares.

Como destacan desde FAO estas ayudas no pretenden ser una piedra en el camino para quiénes se ganan la vida en los diferentes sectores económicos que producen los alimentos, sino que cumplirlas hace que los consumidores confíen en estas empresas.