Kia se sale del molde con los EV4 hatchback y fastback
Primer contacto
En un mundo donde los SUV dominan las calles, Kia se atreve a ir por otro camino con el EV4, un eléctrico que apuesta por el formato berlina. Disponible en versiones hatchback y fastback, combina un diseño atrevido, eficiencia, amplía autonomía o un espacio razonable, aportando así una propuesta diferencial para quienes quieren algo más que “otro SUV eléctrico”.
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Cuando lo que llega al mercado son SUV y más SUV, se hace extraño que alguna marca apueste por otras siluetas. Eso es, justamente, lo que hace Kia con el EV4, un automóvil exclusivamente eléctrico que, además, tendrá dos carrocerías: la hatchback, una berlina de cinco puertas que se fabricará en Europa -será el primer eléctrico de Kia hecho en el continente- y que tiene 4,43 m de largo; o la de cuatro puertas, denominada en España fastback, producida en Corea y con 30 cm más de longitud.
En ambos casos, la base es la misma, un desarrollo de la plataforma E-GMP de Hyundai Motor Group, estrenada en su versión original por Kia en el EV6 y en Hyundai por el Ioniq 5. No obstante, a diferencia de estos, y como ya ocurriera con el EV3 que también recurre a esa misma base, un elemento esencial de la misma, tal cual es la arquitectura eléctrica, no es de 800 voltios, sino de 400 en los nuevos EV4.

Plataforma y tecnología ya conocida
La semejanza técnica con el EV3 es de tal calibre en estos dos nuevos Kia que el sistema de impulsión eléctrico es idéntico: mismo motor para todas las versiones, un síncrono de imanes permanentes de 204 CV (150 kW) de potencia y 283 Nm de par máximo situado en el eje delantero; así como la misma capacidad de batería que, en el caso de las versiones Long Range es de 81,4 kWh y en los Standard Range de 58,3; idénticos inversores de carburo de silicio, igual sistema de gestión de energía, el ya conocido sistema de frenada regenerativa con cuatro niveles de retención más uno de ajuste automático llamado Smart y el modo i-Pedal, función V2L que le permite ceder energía a consumidores externos, V2G en algunos mercados, etc.

También los cargadores embarcados (OBC) son los ya conocidos del EV3, lo que permite recibir potencias de carga para la batería de hasta 11 kW si se usa corriente alterna. Con corriente continua, en el caso del acumulador más capaz se pueden alcanzar hasta 128 kW, en la que lo es menos, de 102 kW. Potencias, en estos casos, un tanto bajas para coches que pueden presumir de cierta disposición para salir a la carretera.
En cuanto a la autonomía homologada, frente a los 436 y 605 km obtenidos con las mismas baterías en el EV3 -siempre con celdas NMC 811 de LG Energy Solution-, en estos EV4 se alcanzará con una carga 410 y 430 km, respectivamente, en el caso del hatchback y fastback en las versiones Standard Range -siempre con llantas de 17", que en las versiones más equipadas 19"-; por los 590 y 630 obtenidos en los Longe Range de ambas carrocerías.
La penetración aerodinámica manda
Así las cosas, obviamente la gran diferencia respecto al SUV de 4,30 m que Kia empezó a vender a lo largo del año pasado es el “cuerpo” del EV4, si bien algunos rasgos de diseño se mantienen respecto al SUV: no hay más que fijarse en el frontal, con los principales grupos ópticos, por ejemplo, casi sobre las aletas delanteras y unidos por esa franja. Incluso, también por los pasos de rueda, remarcados con protecciones en negro con el mismo material y tono que se emplea en la zona inferior de las puertas o el peso que toma en su diseño lateral el pilar C. Incluso visto por detrás el EV4 replica también la forma de los pilotos -más evidente la semejanza en el hatchback que en el sedán, donde se estiran hacia las aletas- o el “bigote” que se integra por encima de la matrícula.

También en todos los miembros de esta familia se emplean algunos recursos comunes de cara a maximizar su penetración aerodinámica, como el alerón que remata el portón, los bajos completamente carenados o los tiradores enrrasados en las puertas y que sólo surgen cuando se desactiva el cierre centralizado, así como las entradas de aire frontales controladas con motores. Si todo esto permite alcanzar un Cx de 0,26 en el EV3, en el EV4 llega a ser de 0,23 en el caso del más afinado sedán.
Un salpicadero al estilo EV3
Al igual que ocurre con su implantación técnica, este EV4 utilizan el mismo salpicadero, con una combinación de pantallas -hasta tres consecutivas, dos de 12,3" para instrumentación y equipo multimedia, una de 5,3" entre ambas para la climatización, en un lugar algo cuestionado por su visibilidad- y mandos físicos que, a nuestro juicio, es muy acertada, más cuando se duplican los que permite controlar el climatizador.

De este modo, salvo por la integración de la iluminación ambiental, sería difícil discernir entre el salpicadero del EV3 o los EV4. Incluso ocurre así si nos fijamos en el tratamiento del apoyacodos central, pues en los Kia recientemente desvelados se integra en ella una mesa extraíble.

Los asientos se sitúan en el EV4 fastback, que es la carrocería a la que hemos tenido la oportunidad de acceder, más cerca del suelo, a 24 cm en el caso de los delanteros, mientras que los posteriores están a 32 cm. Llama la atención la considerable longitud de la banqueta de los posteriores, mucho más de lo usual -suele ser de 49 o 50 cm-, mientras que a sus pies se encuentra, como es habitual en los eléctricos de Kia, un suelo plano.
Esto permite una cómoda movilidad entre las plazas traseras y que, junto a una adecuada distancia entre el pilar central y la base de la banqueta posterior, hace mucho por el confort de sus ocupantes.

En términos de espacio, del EV4 fastback destacaríamos una consecuencia de su amplia distancia entre ejes -sólo ocho centímetros menor que la del EV6, de 4,68 m de largo-, que es de 2,82 m: la generosa cota longitudinal que da pie a que pasajeros altos puedan sentirse cómodos para situar sus piernas, incluso cuando ocupan tanto plazas delanteras como traseras simultáneamente.
Menos nos ha parecido a destacar el espacio a lo alto, con 90,5 cm entre la banqueta y el techo en la zona posterior, como consecuencia de la silueta descendente que toma la carrocería; mientras que delante es correcto aún cuando la unidad tenía un techo solar practicable. Otro tanto ocurre con la anchura, si bien mejora la de su hermano mayor, el EV6, que sólo sería preferible en términos de espacio habitable por su mayor altura interior.
Un maletero grande, pero condicionado por las formas
En cuanto al maletero en este fastback encontramos soluciones llamativas. La primera es una tapa para su acceso que, abierta, deja un hueco prácticamente vertical y con poca altura -apenas 44 cm-. Esto también se debe a que Kia ha optado, quizá por ofrecer mayor rigidez en esa zona, por un plano de carga muy alejado del suelo, a 76 cm, que limita ese hueco.

Además, para la articulación de la tapa del maletero se ha optado por una solución mucho más sencilla técnicamente y económica que otras: los cuellos de cisne. En su debe, sin embargo, está el considerable espacio que restan al volumen útil de este espacio de carga: nada menos que 26 litros menos cada uno de los dos alojamientos de la articulación.
En total, el maletero ofrece, según los datos de Kia, 435 litros en el hatchback por los 490 del fastback, que son los mismos que ofrece el EV6. Sin embargo, nuestras mediciones han encontrado un volumen de unos 60 litros adicionales. En todo caso, no todo el espacio resulta idealmente aprovechable ya, más allá de la dificultad de acceso a él, tiene formas irregulares tanto en las paredes laterales como, muy especialmente, en el techo, éste con muchas protuberancias.
Para la situación de los cables de carga, sin la posibilidad de una caja bajo el capó -por cierto, sin amortiguadores para sostenerlo, sino con una sencilla varilla más propia de un coche económico-, hay que contentarse con el espacio disponible bajo el piso que proporciona una estructura de poliespán con 15 cm de alto.
Resulta posible ampliar el espacio del maletero abatiendo las dos partes que componen los respaldos posteriores. No obstante, en el caso de necesitar este recurso es necesario saber que el hueco de acceso de comunicación con el habitáculo es más bien pequeño.

El EV4 eslovaco, el hatchback, debe ser el que más éxito comercial tenga de los dos en España, acaparando un 80 por ciento del volumen de ventas de este modelo que iría destinado a competir con los más pequeños Cupra Born, Citroën ë-C4, Peugeot E-308, Opel Astra o DS Nº 4; mientras que el fastback está más enfocado en pelear por los comparadores con coches como los Polestar 2, Peugeot E-408, Tesla Model 3 o quizá el mismo Kia EV6. Aunque serán las asignaciones de precios -podrían estar entre 3.000 y 4.000 euros por encima del EV3, SUV que se mueve entre 37.000 y 49.000 euros-, que deben revelarse al final del verano, las que definan de manera definitiva el posicionamiento en el mercado de estos nuevos EV4.
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