Sánchez pide a la UE que se mantengan los objetivos de emisiones de CO₂
Movilidad sostenible
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha instado a la Comisión Europea a no rebajar los objetivos de reducción de emisiones de CO₂ para el automóvil, advirtiendo de que una mayor flexibilización podría comprometer la competitividad futura de la industria y retrasar las inversiones necesarias para su transformación hacia la movilidad eléctrica.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que se preserve "el actual nivel de ambición" de los objetivos de emisiones de CO₂ para la industria automovilística, pendientes de revisión la próxima semana, cuando Bruselas presentará las conclusiones del Diálogo Estratégico con la industria automovilística europea.
"La Comisión ya ha introducido flexibilidad (...). Cualquier flexibilización adicional correría el riesgo de desencadenar un retraso significativo en las inversiones de modernización, lo que tendría un impacto directo en la competitividad futura de la industria europea del automóvil", ha expresado Sánchez en una carta remitida directamente a Ursula Von der Leyen a la que ha tenido acceso Europa Press.
De esta forma, el Gobierno de España comparte su posición, ya anteriormente conocida y similar a la Francia, sobre las conclusiones que se presentarán esta semana, con una opinión enfrentada a la de Alemania o Italia.
Entre otros puntos, Sánchez ha mostrado su rechazo a que los vehículos de combustión u otras tecnologías sin viabilidad demostrada puedan seguir comercializándose más allá de 2035. Además, aunque reconoce que los vehículos híbridos deben mantener "su papel transitorio hasta esa fecha", ha apuntado que los vehículos híbridos enchufables (PHEV) deben estar sujetos a límites de producción para incentivar la penetración en el mercado de los vehículos eléctricos.
Por otro lado, ha mostrado su firme apoyo a la propuesta de ecologización de las flotas corporativas como un importante motor para la electrificación y una forma práctica de ayudar a los fabricantes de equipos originales a cumplir sus objetivos.
"Tiene mucho potencial para ser un poderoso instrumento del lado de la demanda para los vehículos de emisiones cero y para ampliar el acceso a la movilidad verde para los ciudadanos europeos acelerando el crecimiento del mercado de segunda mano", ha argumentado.
Coches pequeños y asequibles
España pide además que se establezca una definición de "coche pequeño y asequible" como nueva subcategoría de homologación -distinta de los denominados kei-cars japoneses-, que garantice que la asequibilidad y la accesibilidad se integren plenamente en el marco de movilidad de Europa.
"Una nueva categoría bien definida democratizaría el acceso a la movilidad eléctrica en toda Europa", ha subrayado Sánchez, que cree que este enfoque es "esencial" para garantizar que la transición a las tecnologías de emisiones cero sea inclusiva y asequible para todos los consumidores, contribuyendo al mismo tiempo a la consecución de los objetivos climáticos.
Otro elemento crucial "para salvaguardar la competitividad tecnológica de Europa" al que se ha referido el presidente es "un sólido paquete de medidas de refuerzo de las baterías", para que la UE reduzca su dependencia de proveedores externos de baterías.
También ha considerado "importante" impulsar el contenido de acero ecológico en el sector de la automoción. Esto requiere el desarrollo de una sólida "etiqueta de acero verde" que refleje la ruta de producción, teniendo en cuenta los diferentes métodos de producción -horno eléctrico frente a horno básico de oxígeno- y las actuales líneas de base de emisiones de CO2.
Por último, Sánchez ha defendido que España apoya "firmemente" la inclusión de una cuota mínima obligatoria de contenido producido en la UE, así como el uso preferente de chatarra disponible localmente en el sector del acero bajo en carbono
"En conjunto, estas medidas reforzarán la soberanía industrial de Europa, promoverán cadenas de suministro sostenibles y garantizarán la competitividad continuada y a largo plazo de las industrias siderúrgica y automovilística de la UE", ha concluido.
Greenpeace pide a la Comisión Europea mantener la prohibición de vender coches de combustión para 2035
La organización ecologista Greenpeace reclama a la Comisión Europea que se mantenga la prohibición de vender vehículos nuevos de combustión para 2035, tal y como estaba fijado en los planes de emisiones de CO₂ de la Unión Europea.
Greenpeace critica que la restricción de vender automóviles nuevos con motores de combustión, que se había decidido para 2035, se "va a eliminar bajo la presión de Alemania, junto con otros países".
Además, cuestiona a la Comisión Europea que vaya a reducir las emisiones de CO₂ de vehículos de combustión en un 90 por ciento en lugar del 100 por ciento acordado inicialmente y que los nuevos motores de combustión seguirían estando permitidos en 2040.
Así, demanda que la supresión de la fecha de caducidad de los vehículos de combustión sólo atiende "a los intereses económicos a corto plazo de los fabricantes europeos de coches y perjudica al clima y a toda la sociedad".
Greenpeace ha mostrado su apoyo al Gobierno de España tras la carta enviada por el presidente Pedro Sánchez a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que se preserve "el actual nivel de ambición" de los objetivos de emisiones de CO₂ para la industria automovilística, pendientes de revisión la próxima semana, cuando Bruselas presentará las conclusiones del Diálogo Estratégico con la industria automovilística europea.
La organización ecologista pide al Ejecutivo que se mantenga "firme" a cualquier intento de suavizar los objetivos en el próximo Consejo Europeo, ya que considera que "cualquier retroceso es inaceptable y una traición para las generaciones futuras".
"Desde Greenpeace reclamamos al Ejecutivo que rechace cualquier retraso en la fecha y lidere la defensa del 2035 sin excepciones para garantizar una transición rápida hacia la movilidad de cero emisiones. No sólo para proteger la salud ciudadana y ser coherente con la lucha contra la emergencia climática, sino también para evitar el colapso de la propia industria automovilística europea, que por ganar unos años de beneficios se quedará sin la posibilidad de competir con los fabricantes asiáticos, como ya ha sucedido en otros sectores industriales", ha declarado la responsable de la campaña de movilidad de Greenpeace España, Cristina Arjona.
"El Gobierno federal alemán, bajo el liderazgo de Friedrich Merz y Lars Klingbeil, ha elegido el lado equivocado de la historia industrial. Ahora depende de los Estados miembros razonables detener esta postura populista y contraria al futuro en el Consejo", ha manifestado el director ejecutivo de Greenpeace Alemania, Martin Kaiser.
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