Suzuki actualiza sus dos SUV de mayor éxito comercial, Vitara y S-Cross
Primer contacto
Suzuki, que presentó a principios de año la renovación de su SUV de mayor tamaño el S-Cross hace lo propio ahora con el que es su modelo de mayor aceptación comercial, el Vitara. Son retoques en dos SUV, siempre con etiqueta Eco, destinados a hacerlos mejores y que se ofrecen a precios muy interesantes: el Vitara a partir de 24.500 euros y el S-Cross desde 26.795.
El Vitara estrenará este verano una nueva actualización, la segunda de este Suzuki
El Vitara estrena una pequeña revisión de su aspecto -cambian levemente la parrilla y los faros, así como el spoiler trasero o las llantas-, a la vez que mejora en terrenos como la seguridad o la conectividad. Es, con diferencia, el modelo más vendido de Suzuki y, con el S-Cross, éste con una carrocería de 4,30 m de longitud, comparte toda su oferta de motores.
Algo más pequeño, con 4,18 m, también su actual gama queda conformada por dos versiones híbridas, ambas con la etiqueta Eco, con 129 CV en un caso, y 116 CV en el otro. Ambas se pueden elegir tanto con tracción delantera, como total. En este caso se trata de la All Grip que emplea un embrague multidisco para acoplar el eje trasero.
Además, el reparto de empuje entre las cuatro ruedas motrices puede adaptarse según el modo de conducción seleccionado: auto, sport, snow y lock. Suzuki lo asocia a los dos niveles de acabado más alto con sobreprecio de entre 2.400 y 3.000 euros, según los motores y acabados elegidos para el Vitara; y 1.740 o 2.465 euros en el S-Cross.
Todos de gasolina, todos Eco
La primera de estas versiones Eco es la microhíbrida con la denominación comercial Mild Hybrid. Está asociada al motor 1.4 de inyección directa y con turbo de 102 CV y al que apoya una arquitectura eléctrica de 48 voltios de la que forma parte un motor de 13,6 CV (10 kW) conectado al de gasolina por una correa.
La segunda es la Strong Hybrid, que se venderá bajo pedido con entregas unos cuatro meses después de su reserva. Al igual que en el S-Cross, en el Vitara esta híbrida autorrecargable -es un sistema en paralelo- tiene como motor térmico un 1.5, en este caso atmosférico y de inyección indirecta de gasolina, junto al que participa e, incluso puede reemplazarlo, un motor eléctrico de 33 CV (24,6 kW).
Éste, integrado en la caja de cambios manual robotizada -AGS, por Auto Gear Shift-, está alimentado por una batería de 0,84 kW. Es más capaz que la del sistema microhíbrido, que emplea una de 0,38, en tanto que trabaja con una mayor tensión: 140 V.
Si bien esta caja ofrece ventajas propias de una manual por su ligereza y bajo consumo, también se convierte en una opción que facilita una conducción más cómoda, más aún al estar electrificada: el motor incorporado en ella debe trabajar para suavizar las transiciones entre marchas. En todo caso, en un futuro próximo, Suzuki pretende complementar esta oferta de cambios automáticos para sus SUV con una opción más. Será una transmisión con un variador continuo.
Hemos tenido la oportunidad de conducir tanto el Vitara como el S-Cross con el motor microhibridado. En primer lugar, cabe reseñar que el consumo se ha mantenido en ambos modelos en similares parámetros -no en vano, el Mild Hybrid del S-Cross homologa un gasto desde 5,1 l/100 km y el Vitara desde 5,0- y, para tratarse en su mayor parte de un tramo de montaña -unos 80 km-, ha acabado siendo muy contenido: 7,7 l/100 km.
El perfil del trazado, eso sí, exigía un manejo decidido del cambio manual, con un tacto suficientemente preciso, para sacarle el máximo provecho a un motor que, si bien tiene el apoyo de su pequeño motor eléctrico, requiere moverse entre las 3.000 y 5.000 rpm para empujar con soltura. La ligereza de estos SUV, sólo 1.280 kilos en el S-Cross y, aún menos, 1.255 en el Vitara, ayuda a moverse con cierta agilidad, aunque los 129 CV de éste MHEV no obran milagros cuando se trata de, por ejemplo, llevar a cabo un adelantamiento.
El ajuste de la suspensión es similar en ambos SUV, apostando por la comodidad, lo mismo que ocurre con la dirección. Esta adolece de exceso de ligereza y filtrado, lo que no ayuda en la práctica de una conducción deportiva o, cuando menos, si se intenta ir rápido y hay continuos cambios de dirección, ahora bien, tiene como parte positiva que exige muy poco esfuerzo a quien los conduce.
Aún con una presentación sencilla, manifestada por el uso de plásticos sin acolchados en los paneles de las puertas, ambos modelos se sienten sólidos y bien hechos, además de equipados mucho más allá de lo imprescindible. Así, por ejemplo, del nivel básico del Vitara forman parte las llantas de aleación de 17", el encendido automático de luces, los retrovisores exteriores eléctricos y calefactados, el climatizador monozonal, el arranque sin llave o la nueva pantalla de 9" en lugar de la anterior de 7", semejante a la estrenada en el flamante Swift.
Esta también forma parte del equipamiento de serie del S-Cross desde su nivel S1, el escalón de entrada a la gama. En este modelo está en una posición algo más elevada en la zona central del salpicadero e incorpora, dentro de su marco y en la parte superior, la cámara para el sistema que controla la atención del conductor, otra de las novedades de la dotación de ambos. En el Vitara esa cámara, que se dirige hacia la cabeza del conductor, ha encontrado su lugar donde antes se situaba un reloj, entre las dos salidas de aire centrales.
La nueva pantalla integra diferentes funciones, entre las que está la navegación, el control de los diferentes equipos conectados a ella, aporta información adicional a la del ordenador de viaje de la instrumentación situada tras el volante e, incluso, del funcionamiento del sistema híbrido. Asimismo, ofrece la imagen que capta la cámara trasera. En el caso del nivel más alto del S-Cross, ésta es reemplazada por varias perimetrales que ofrecen una imagen de 360º alrededor del coche.
Por otro lado, la conectividad se facilita en mayor medida ahora en tanto que los teléfonos con Apple CarPlay y Android Auto pueden enlazarse inalámbricamente.
Otra ventaja con la que ya contaba desde hace unos meses el S-Cross y que recientemente se ligó a la nueva generación del Switt, alcanza también al Vitara. Se trata de Suzuki Connect. Esta desde una aplicación en el smartphone, hace posible conocer la situación del coche, su estado, el historial de conducción, establecer alertas, etc. Suzuki Ibérica ofrece acceso gratuito a esta función durante los tres primeros años que, pasado este plazo, costaría cinco euros al mes o 50 al año.
Entre las novedades que ofrece el Vitara y que ya tenía el S-Cross en el apartado de las ayudas a la conducción está, junto al ya mencionado sistema de monitorización del conductor, el asistente de mantenimiento de carril, con mayor alcance del que tenía hasta ahora. Forma parte de ese bloque de sistemas de seguridad que Suzuki denomina DSBS II y es de serie en todos sus acabados, junto a otros como el control predictivo de frenada, la alerta de cambio de carril, el control de velocidad adaptativo, el reconocimiento de señales, sensores de aparcamiento traseros, etc.
El nivel S2 en el Vitara se nutre de los elevalunas eléctricos traseros, asientos delanteros calefactables, volante de cuero, calefacción suplementaria trasera, cristales tintados o, en el caso de las ADAS, detección de vehículos en el ángulo muerto o alerta de tráfico posterior. Por su parte, el S3 amplía el equipamiento estándar con unas llantas pulidas de 17", tapicería con inserciones de cuero, los sensores de aparcamiento delanteros, tweeters o retrovisores plegables eléctricamente y que en su carcasa integran los intermitentes.
Con el motor 1.4T MHEV el precio de los Vitara con acabado S1 arranca en 24.500 euros, promoción incluida, que sube 800 euros de elegir el S2 y, de éste al S3, supone añadir 2.260 euros a la factura.
De elegir la versión Strong Hybrid, la que emplea el 1.5, los precios -también con promociones- arrancan en los 28.390 euros que cuesta el nivel S2 y siguen en los 30.635 del S3, por tanto, el salto origina un incremento similar al de los Mild Hybid. Son, por tanto, unos 3.000 euros más que este MHEV.
En el S-Cross, por su parte, el nivel S1 con una dotación de serie prácticamente igual a la del Vitara S1, el precio con el motor microhíbrido se inicia en 26.795 euros, por tanto, unos 2.300 más que su hermano más pequeño. Pasar al S2 que incluye volante de cuero, asientos calefactables, cristales tintados, detección de vehículos en el ángulo trasero, retrovisores plegables eléctricamente o sensores de aparcamiento delanteros, así como faros antiniebla, exige en este SUV 1.200 euros y, de éste al S3, 3.400. Con la diferencia se ganan las llantas de aleación pulida de 17", el techo solar panorámico, la tapicería con inserciones en cuero, un altavoz central o esas cámaras perimetrales.
En cuanto a las versiones Strong Hybrid del S-Cross con el nivel S2 cuestan 31.060 euros y con el S3, 34.460 euros.
Si los cambios en el Vitara en cuanto a aspecto son de matiz, en el S-Cross para identificar al actual de su antecesor hay que fijarse en que el radar frontal, que antes estaba en el paragolpes, ahora se sitúa bajo el logotipo de la marca en la parrilla.
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