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Salah Abdeslam, herido y detenido en una operación antiterrorista en Bruselas

  • Las fuerzas de seguridad especiales de Bélgica han hallado al principal fugado de los atentados del 13-N en París en el distrito de Molenbeek. Hay otros cuatro arrestados.

El primer ministro belga, Charles Michel, confirmó la detención del principal sospechoso huido de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, en el operativo antiterrorista efectuado en el distrito bruselense de Molenbeek. "Hemos detenido a Salah Abdeslam en el marco de los registros relacionados con los atentados de París", se felicitó Michel en una rueda de prensa con el presidente francés, François Hollande. "Varios sospechosos han sido detenidos, entre ellos Salah Abdeslam", dijo Michel, quien no reveló la identidad de los otros detenidos y explicó que "hubo resistencia armada de los sospechosos arrestados".

El primer ministro belga aseguró que la batalla contra el terrorismo no termina ahora, aunque el resultado de esta operación haya sido una victoria. En cuanto al estado de alerta en el país, Michel indicó que habrá que esperan a ver si en las próximas horas el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam) de Bélgica recomienda elevar el nivel, ahora mismo en el grado tres. "Debemos seguir alerta y hacer cooperar nuestros servicios de investigación, para prevenir peligros", afirmó Michel. El mandatario belga quiso agradecer "muy calurosamente" a las fuerzas de seguridad, a los servicios de inteligencia, a los agentes de la policía, a los magistrados y a los interrogadores" el trabajo "intenso, minucioso y profesional" que han efectuado. "Es un resultado extremadamente importante en el marco de la lucha contra el terrorismo", recalcó el primer ministro belga, quien explicó que en los últimos meses se han realizado unos cien registros bajo condiciones "extremadamente delicadas" en los que se ha detenido a 58 personas.

Michel subrayó además la importancia de la cooperación entre Bélgica y Francia en la lucha contra el terrorismo y en la investigación de los atentados del 13-N en París. El primer ministro belga y el mandatario francés han hablado por teléfono con el presidente de EEUU, Barack Obama, quien les ha pedido que feliciten a los servicios de inteligencia por haber dado con el presunto cerebro logístico de los atentados. El jefe del Gobierno belga también agradeció su trabajo a los ministros de Interior, Jan Jambon, y de Justicia, Koen Geens. Hollande, por su parte, anunció que convocará al Consejo de Defensa y que pedirá la extradición de Abdeslam.

La Fiscalía federal belga confirmó la detención de otras cuatro personas además de Salah Abdeslam, que tuvo que ser traslado al hospital tras resultar ligeramente herido en una pierna. El portavoz de la Fiscalía belga Thierry Werts explicó en una rueda de prensa que los cinco detenidos son Abdeslam, un cómplice -que también resultó herido y fue trasladado a un hospital- y tres miembros de la familia que acogía al presunto cerebro del aparato logístico de los atentados del 13-N. Los dos primeros se encuentran detenidos con cargos, mientras que los miembros de la familia están a la espera de que un juez decida si son puestos bajo mandato de arresto.

La Fiscalía explicó que este viernes se llevaron a cabo tres registros en los distritos de Molenbeek, Saint-Jean y Jette que se saldaron con las detenciones. La policía científica continúa con las tareas de investigación. Abdeslam y su cómplice fueron interceptados en el mismo lugar en el distrito de Molenbeek. Ambos habían sido objeto de un control en Alemania el 3 de octubre en 2015 en el que se tomaron sus huellas dactilares, las mismas que se encontraron en la vivienda que usaba el grupo terrorista que fue objeto de un registro el pasado martes en el distrito bruselense de Forest. En esa casa se encontraron también un pasaporte sirio falso y un carné de identidad belga a nombre del cómplice de Salah, pero no se encontraron explosivos.

Escondido durante cuatro meses

Salah Abdeslam, el escurridizo yihadista que consiguió esconderse durante cuatro meses de las fuerzas de seguridad, ha sido herido y detenido en el mismo barrio del que salió para participar en el ataque. El presunto cerebro logístico de los atentados de París, en los que fallecieron 130 personas, era el hombre más buscado de Europa, después de haber sido sacado en coche de Francia con la ayuda de dos cómplices, Mohamed Amri y Hamza Attou.

Fue controlado el sábado posterior de los atentados por la policía francesa en Cambrai, en la autovía en dirección a Bruselas, pero, al no estar registrado en la base de datos, no despertó sospechas. Así, este francés nacido en Bruselas, de 26 años, consiguió escapar del primer cerco policial tras el 13-N. Sus amigos le dejan en la plaza Emilie Bockstael, en Laeken, desde donde es trasladado a Heysel, cerca del estadio de fútbol Rey Balduino, presuntamente por Lazez Abraimi, un marroquí de Jette. Después se pierde la pista de Salah, que se crió junto a sus hermanos en el distrito bruselense de Molenbeek, que se ha hecho famoso por ser un barrio multirracial en el que han residido varios terroristas, presuntos y condenados, y que ha sido objeto de varias redadas y registros después de los atentados del 13-N.

Abdeslam creció en el seno de una familia "normal" y sin que los padres les inculcaran especialmente una vida religiosa, tal y como relató su hermano mayor, Mohamed, a la cadena RTL. Pero su otro hermano, Ibrahim, compartía con Salah su tendencia yihadista. Murió al estallar los explosivos que llevaba adosados al cuerpo cuando se encontraba en el bulevar Voltaire, uno de los escenarios de los ataques de París, donde supuestamente abrió fuego contra las personas que había alrededor. Junto con sus hermanos regentaba el bar Les Beguines, en Molenbeek, que había sido cerrado el 4 de noviembre de 2015 por tráfico de estupefacientes.

El siguiente rastro de Abdeslam se descubrió el 8 de diciembre en el distrito bruselense de Schaerbeek, donde la policía ha encontrado en un apartamento rastros de explosivos y tres cinturones como los utilizados en los atentados de París, así como una huella dactilar de Salah. Aquel hallazgo hizo pensar a las fuerzas belgas que Abdeslam nunca había abandonado Bélgica y ni siquiera Bruselas. Salah, que llegó a trabajar para la empresa de transportes públicos de Bruselas, era conocido por el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza (Ocam) de Bélgica y figuraba en una lista de 1.200 personas con vinculaciones con Siria, siendo considerado "en vía de radicalización".

El hermano mayor, Mohamed, que también fue detenido en un primer momento por la policía belga y después puesto en libertad, describe a Salah como una persona "muy inteligente" que, a su juicio, abandonó los planes en París del comando yihadista y decidió emprender la huida antes que inmolarse. Nada hacía presagiar, según Mohamed, que Salah pudiera emprender esta deriva extremista, ya que lo había visto días antes del atentado de París y ninguna señal había hecho saltar las alarmas, "no hubo un adiós". Sí describió un "cambio en el comportamiento" de su hermano seis meses antes, cuando "empezó a vivir de manera más sana, a rezar, a no beber alcohol, a ir a la mezquita de vez en cuando", lo que en su opinión "no es directamente una señal de radicalización", según relató a los medios belgas. Tras los atentados de París, la familia de Salah colocó velas en la ventana de su domicilio en la plaza del Ayuntamiento de Molenbeek en señal de homenaje a las víctimas.

Finalmente, las autoridades belgas y francesas, siempre colaborando estrechamente desde los atentados, se toparon con una nueva pista este martes en una operación antiterrorista en el distrito bruselense de Forest. Este viernes, la Fiscalía federal confirmó que la policía científica belga había encontrado las huellas dactilares y trazas de ADN de Salah Abdeslam en una vivienda de Forest. De ahí la pista ha llevado de nuevo a Molenbeek, el barrio que ha sido su hogar y escondite y del que salió para participar en los atentados del 13-N.

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