Turquía acusa a Siria de transportar material militar en un avión civil

Las autoridades rusas critican el trato dado a sus nacionales que viajaban en la aeronave obligada a aterrizar por cazas turcos para ser inspeccionada · El incidente incrementa la tensión en la zona

Putin, ayer en el Kremlin con gesto cariacontecido.
Putin, ayer en el Kremlin con gesto cariacontecido.
Dogan Tilic (Efe) / Estambul

12 de octubre 2012 - 05:03

La tensión entre Turquía y Siria volvió ayer a subir después de que Ankara obligara a tomar tierra para su inspección a un avión civil sirio que volaba de Moscú a Damasco con ciudadanos rusos a bordo, lo que ha disgustado a Rusia. El embajador de Rusia en Turquía, Vladimir Ivanovskiy, se reunió ayer con las autoridades turcas para exigirles explicaciones sobre esa decisión, informó la emisora CNN Türk.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Siria de haber transportado material con fines militares en el avión civil procedente de Rusia. "Está claro quién es el remitente del material y está claro quién lo recibe. Lo envía una institución rusa, una empresa que exporta armas y munición, similar a nuestra MKE", aseguró Erdogan, en referencia a la compañía estatal turca de producción de armamento.

"El receptor del material es el Ministerio de Defensa sirio; ustedes pueden adivinar qué tipo de material es", aseguró Erdogan en una rueda de prensa transmitida en directo por la emisora turca NTV. "No se puede transportar este tipo de material en un avión civil. Voy a ir más lejos: no se deberían transportar ni siquiera grandes cantidades de navajas en este tipo de vuelos", añadió el primer ministro.

"Estamos ahora investigando el material confiscado y emitiremos una declaración cuando hayamos concluido", prometió.

El ministerio de Exteriores de Turquía ha negado que los 37 pasajeros del Airbus 320 sirio procedente de Moscú hubiesen corrido peligro al ser interceptado el jueves por dos cazas turcos F-16, tal como sostienen Siria y Rusia.

Selcuk Unal, portavoz del Ministerio de Exteriores, explicó en un comunicado que Turquía recibió información de servicios secretos indicando que el avión transportaba equipos militares ilegales, por lo que se decidió realizar el control correspondiente.

"Informamos al piloto sobre la situación mientras se hallaba sobre el Mar Negro, de manera que tenía la opción de regresar, pero al no optar por ello le obligamos a aterrizar", precisó Unal.

Varios medios turcos aseguran que se confiscaron 12 enormes cajas, aunque su contenido es un misterio, especulando tanto con que fueran "piezas de misiles" como "equipos de comunicación militar".

Según testimonios de pasajeros del avión, recogidos por la televisión rusa RT, las cajas, abiertas ante los viajeros, sólo contenían "piezas de repuesto".

Turquía ya había declarado antes que no permitiría transportes de armas a Siria a través de su espacio aéreo, pero su actuación contra el avión suscitó un evidente enfado de Moscú, entre otros motivos por el supuesto trato incorrecto a los 17 viajeros rusos.

El Ministerio de Exteriores turco aclaró que durante la inspección del avión no se recibió información sobre la nacionalidad de los pasajeros y sólo se supo de la presencia de ciudadanos rusos poco antes de despegar el avión rumbo a Damasco.

Turquía pondrá en marcha un comité de coordinación para mantener un contacto regular con la embajada rusa y atender a los derechos de los viajeros de esa nacionalidad, en lo que parece un intento de rebajar la tensión con Moscú.

Varios analistas turcos han especulado con que el "soplo" de los servicios de espionaje sólo pudo provenir de Estados Unidos o la OTAN, pero la emisora NTV asegura que "no llegó desde EEUU", citando fuentes anónimas.

El incidente llega un día después de que el jefe del Estado Mayor turco, Necdet Ozal, amenazara con endurecer la respuesta de Turquía a la caída de piezas de artillería procedentes de Siria en territorio turco. "Hemos respondido, pero si esto continúa responderemos con mayor dureza", aseguró, desencadenando especulaciones sobre los próximos pasos, posiblemente incursiones de los F-16 en territorio sirio.

Ozel hizo esa advertencia cuando visitaba el pueblo de Akcakale, donde la semana pasada murieron cinco civiles por la caída de un obús procedente de Siria.

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