Rusia condena a un periodista de EEUU por espionaje y retrocede a la Guerra Fría
Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal, ha sido sentenciado a 16 años en una cárcel de máxima seguridad por supuestamente recabar información secreta "por encargo de la CIA" sobre la industria militar rusa en Yekaterimburgo, capital de los Urales.
Rusia condena a 16 años de prisión por espionaje al periodista de EEUU Evan Gershkovich
MOSCÚ/Rusia retrocedió a la Guerra Fría al condenar por espionaje a un periodista estadounidense Evan Gershkovich, corresponsal de The Wall Street Journal (WSJ), en el enésimo ataque a la prensa libre desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
Gershkovich fue sentenciado a 16 años en una cárcel de máxima seguridad por supuestamente recabar información secreta "por encargo de la CIA" sobre la industria militar rusa en Yekaterimburgo, capital de los Urales.
Todo apunta a que el reportero será en breve moneda de cambio en un canje por un preso ruso, según admitieron las autoridades rusas.
Hijo de emigrantes soviéticos que se asentaron en Estados Unidos en 1979, Gershkovich es el primer reportero estadounidense acusado de espionaje en este país -artículo 276 del código penal- desde 1986.
El WSJ condenó inmediatamente la sentencia -"el periodismo no es un crimen"- y prometió que seguirá trabajando para lograr su liberación.
Un testigo, ningún periodista
El juicio transcurrió a puerta cerrada, ya que, según explicó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, el ámbito investigado es "extremadamente sensible".
El tribunal regional de Sverdlovsk estableció que, aunque el periodista no admitió su culpabilidad, "la totalidad de las pruebas presentadas ante el tribunal fueron suficientes para dictar un veredicto condenatorio".
El juez también dictaminó que el teléfono móvil y el bloc de notas del acusado sean destruidos.
Ni Estados Unidos ni The Wall Street Journal albergaban grandes esperanzas de que Gershkovich fuera puesto en libertad, tanto por la falta de transparencia del proceso como por el porcentaje de absoluciones menor al 1 por ciento en Rusia.
Dentro del secretismo que caracterizó el juicio, la prensa local informó sobre un solo testigo, un diputado de la asamblea regional del partido del Kremlin, Viacheslav Vegner, quien admitió que habló con el reportero sobre la industria militar de Sverdlovsk, las actividades del grupo Wagner y el apoyo a la guerra entre los rusos.
Durante la vista judicial que transcurrió en Yekaterimburgo, a casi 2.000 kilómetros de Moscú, la Fiscalía pidió 18 años de prisión para el acusado frente al máximo de 20 años contemplados por la ley.
La defensa tendrá ahora hasta 15 días para recurrir el fallo, tras lo que Gershkovich podría ser trasladado a una prisión en la región de Mordovia, tristemente famosa por su red penitenciaria.
Un juicio casi sumario
El proceso judicial fue inusualmente rápido, ya que constó de sólo tres vistas, dos de ellas esta misma semana -la lectura del fallo duró apenas 4 minutos-, lo que la prensa ha vinculado con el interés de Washington en acortar los plazos para su futuro canje por un preso ruso. De hecho, las vistas de este jueves y viernes, adelantadas a petición de la defensa, debían haberse celebrado a mediados de agosto.
Gershkovich, que lleva 478 días entre rejas, no reconoció su culpa y mantiene, al igual que el medio para el que trabaja, que únicamente cumplía con su deber profesional cuando fue detenido en Yekaterimburgo en marzo de 2023.
La última detención de un periodista estadounidense por espionaje tuvo lugar en 1986, en plena Perestroika, e implicó a Nicholas Daniloff (US News&World Report), que fue detenido por el KGB y canjeado tres semanas después por un preso soviético.
El periodista, de 32 años, recibió la misma pena que Paul Whelan, el ex marine estadounidense sentenciado también por espionaje en junio de 2020.
Gershkovich fue detenido cuando realizaba un reportaje en Yekaterimburgo -detención que provocó el huida de numerosos corresponsales occidentales-, tras lo que el Servicio Federal de Seguridad le acusó de recopilar información secreta sobre las actividades de la empresa Uralvagonzavod, fabricante de tanques, entre otro armamento pesado.
El canje, una cuestión de tiempo
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró esta semana que Moscú tiene "pruebas irrefutables" de las actividades de espionaje de Gershkovich, que fue pillado con "las manos en la masa", según el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
A la vez, confirmó que los servicios especiales de Rusia y Estados Unidos están en contacto para "ver si se puede intercambiar a alguien por alguien".
En una entrevista en junio con responsables de las principales agencias internacionales de noticias, incluida EFE, Putin reconoció la existencia de contactos con Washington, pero añadió que la liberación de Gershkovich puede ocurrir "solo sobre una base de reciprocidad".
A principios de año el líder ruso ya sugirió un posible canje de Gershkovich por Vadim Krásikov, el chechén que asesinó en agosto de 2019 en Berlín al georgiano Zelimjan Jangoshvili.
En diciembre de 2022 la baloncestista estadounidense Brittney Griner fue intercambiada por el Mercader de la muerte, el traficante de armas ruso Victor But.
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