Juan Miguel de la Flor. Gerente del restaurante Tendido 6 y Rey Baltasar 2015

"En poquitos sitios se vive la Navidad como en Jerez"

  • A pocos días de la mágica noche del 5 de enero, el empresario declara que "queda la guinda del pastel, estoy como en una nube. Muy feliz"

Juan Miguel de la Flor ha vivido la hostelería desde que nació. Sus padres, Juan y Adela, fundaron el restaurante Tendido 6 en 1960, comenzando como un despacho de vinos de pocos metros. Juan Miguel tomó el testigo de su padre, un grandísimo hostelero, y mantiene en pie algo más que un negocio: tradición y memoria de Jerez. De la Flor ha conseguido diversos galardones gastronómicos, como el primer premio de las Jornadas de Cocina Regional Andaluza. También es consejero y medalla de Oro 2014 de la patronal Horeca y a partir de esta Navidad, suma otro reconocimiento, Rey Baltasar 2015.

-¿Esperaba ser algún día un Rey Mago?

-Alguna vez pensé que me podía tocar, pero no sabía que iba a ser este año. Es un reconocimiento al trabajo: el año pasado fuimos primer premio de la tapa, tenemos varios galardones, en Navidad le damos mucho contenido al restaurante con hasta 22 zambombas, 55 años abierto el restaurante en Jerez... Todo eso ha ido sumando, lo han valorado y me he llevado una grata sorpresa.

-¿Qué fue lo primero que le vino a la mente cuando le comunicaron la noticia?

-Lo primero fue imaginar la expresión de mi chico cuando me vea. El pequeño, que es un niño eterno, lo va a disfrutar muchísimo, igual que sus dos hermanos mayores, a los que también les ha hecho mucha ilusión. A veces pensamos que el día 5 de enero sólo emociona a los pequeños de la casa, pero no, también a los mayores y eso lo hemos visto cuando los Reyes Magos visitamos el Hogar El Abuelo.

-¿Cómo recuerda la Navidad de su infancia? ¿Hay algún momento que cada año le venga a la memoria?

-Siempre fueron Navidades muy bonitas. Mis padres siempre mantuvieron el espíritu de la Navidad, decorando la casa, el restaurante... Recuerdo el cariño con el que montaban todo y el día de Reyes. Era un piso pequeño y modesto y parecía que había muchísimos regalos. Sacaban el ingenio para que disfrutáramos lo máximo posible. Y recuerdo con especial cariño la primera bicicleta. Éramos tres en casa, mi hermana pequeña aún no había venido al mundo, y mi hermana la mayor tenía unas ganas enormes de una bicicleta. El día 6 de enero, cuando nos levantamos, vimos que los Reyes nos habían traído una bicicleta a mi hermano y a mí, y a ella se la habían escondido en la cocina, que era muy, muy estrecha. Cuando mi hermana vio que no tenía bici, mi madre la mandó a la cocina a por un vaso de agua. Fue y volvió con el vaso pero sin mostrar ninguna alegría. Mi madre le preguntó, '¿tú a dónde has ido a por el agua? ¿A la cocina? Pues ve a por otro vaso'. Fue por segunda vez y por sus nervios ni la veía. Hasta que por fin se dio cuenta. Es uno de esos días que no olvido.

-¿Cómo está viviendo esta Navidad más que especial?

-Pues compaginando esta gran labor con mi trabajo. La ilusión y la fuerza no sé de dónde la he sacado, porque he estado durmiendo una media de dos o tres horas, poquísimo. Pero muy contento, muy contento. Todavía queda la guinda del pastel, y estoy como en una nube. Muy feliz.

-¿Cómo ve su ciudad estos días?

-La ciudad lo ha pasado muy mal, pero Jerez es la ciudad de la Navidad y eso atrae a mucho público. Yo he tenido el 80% de mis clientes de fuera, de Algeciras, Granada, Málaga, Sevilla, Marbella, de Madrid, Galicia... Es que como se vive la Navidad en Jerez, en poquitos sitios...

-Y el sector de la hostelería, ¿qué momento está viviendo?

-Ahora hay un repunte. Creo que se está ganando en confianza, hay algo más de alegría, sin tirar cohetes, pero poco a poco esto va a ir a más. Creo que 2015 va a ser un buen año.

- Están realizando muchas actividades en la campaña de los Reyes Magos, como la zambomba, el concurso de mosto, la jornada del circuito..., ¿cómo sacan tiempo para sus trabajos?

-Pues muchas veces ni nos lo explicamos, pero lo estamos haciendo con todo el cariño del mundo. Ahora estamos volcadísimos con la campaña para realizar el último el sprint de cara al 5 de enero.

-¿Con qué momento se queda de todo lo vivido hasta ahora?

-Hemos tenido momentos muy bonitos, como la donación de una hermandad, la recolecta que hicieron los mayores del Hogar El Abuelo, que fue una visita muy bonita... Han habido muchos detalles, la expresión de la gente, el cariño con el que te saludan por la calle... Ni te imaginas cómo de bien nos reciben, desde la empresa más humilde hasta el director de una gran firma. Nos escuchan, te hacen preguntas, notas la ilusión de la gente y te reciben como en su casa. Increíble.

-¿Sueña ya con la cabalgata?

-Si te digo la verdad tan solo he tenido un sueño y cuando me desperté me dio mucho miedo. ¡Es tan grande la responsabilidad! Ahora mismo estamos inmersos en la campaña, y con mi trabajo, no he tenido mucho tiempo de pararme y pensar en el día 5, en el momento de la cabalgata. Pero sí, cuando me desperté tras mi sueño me temblaron un poco las piernas.

-¿Cuáles son sus deseos para el próximo año?

-Sobre todo prosperidad y que seamos más felices.

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