Navidad en Jerez

Tiempo de zambombas: La vuelta al clasicismo

  • Una tarde en el ensayo de la Peña Tío José de Paula, que el viernes 6 regresa a Villamarta con su 'Navidad Flamenca'. José Gallardo y Jacinto Gutiérrez coordinan un espectáculo "tradicional"

Son casi las ocho de la tarde "y todavía nos queda, ha habido días que hemos empezado a las seis y media y nos han dado aquí cerca de las diez", explica Ana Fernández, la relaciones públicas de Tío José de Paula.

Meses y meses de ensayo empiezan a hacerse notar, aunque el sacrificio ha sido duro. "Llevamos liaos desde agosto", comenta Joaquín El Zambo en medio del receso. No obstante," la cosa está ya madurita", cuenta Jacinto Gutiérrez, director musical, mientras mira de reojo lo que hace el resto del coro. Son más de treinta personas y ya se sabe, ponerlas de acuerdo es una tarea compleja. De cualquier modo, "esta peña tiene un ambiente propio, mantiene su solera, su flamenquería pero son una familia, se cubren unos a otros que es una maravilla", advierte José Gallardo.

Como dice el responsable artístico, el ensayo transcurre con entusiasmo. Quedan pocos días, Villamarta está ahí, y todo el trabajo y todas las horas de dedicación ya no pesan tanto.

No faltan las risas y las ganas de cachondeo de Bastiana, Salvaora y Rosario la Majuma. "Llevamos 25 años haciendo zambombas y esto para nosotros es como una terapia", afirma la primera de ellas, mientras reparte ramitas de naranjo que ha traído en una bolsa. "Son del naranjo de mi casa", continúa Bastiana mientras se coloca una de ellas en el roete.

De pronto silencio, Abraham Fernández se sitúa en medio de la escena. A las guitarras Higuero, Domingo Rubichi y David Peña. Se oyen compases de fandangos. Joaquín se acerca despacio, "este es el homenaje que queremos hacerle al Gloria, y lo hemos hecho a través de un villancico por fandangos que va a hacer mi hijo", relata. Entretanto, Abraham lidia con una composición tan difícil como bella, al tiempo que Antonia, desde una esquina, le jalea. "Olé los que cantan gitano", grita.

Es una de las novedades que tendrá la zambomba del próximo viernes en Villamarta, una cita habitual desde 1999 y que este año realiza la peña Tío José de Paula. "Es un trabajo complicado", -continúa Joaquín El Zambo, su actual presidente- quien a la vez sólo tiene palabras de elogio "para toda la gente que nos está ayudando" y sobre todo "para Ángel Morán, que ha sido el que ha hecho que a nuestra peña la conocieran por todas partes cuando llegaba la Navidad".

Pero la de Abraham 'El Zambo' no será la única nota distinta en un repertorio "clásico y tradicional porque Jerez es un clásico vivo", afirma su director artístico José Gallardo.

"Se van a ver villancicos nuevos sin perder la esencia como el que cantará Luis El Zambo o Pepe El Cordobés. Aquí no se imita, creamos sobre lo que hay y eso es lo bonito", prosigue a la vez que reparte una copa entre parte del coro.

Precisamente Luis 'El Zambo' protagonizará, según cuentan todos, "uno de los momentos de la noche".

"No es habitual un villancico en compás de seguiriya", cuenta Jacinto Gutiérrez cuando se refiere a Luis. Hasta él mismo no tiene dudas de que la pieza "tiene trigo, llevamos dos meses ensayando y no veas. Ya va bien, pero es algo distinto, se sale de lo tradicional. Ya será el público el que decida, porque al final es el público quien manda".

Su presencia es cuanto menos llamativa pues a lo largo de todos estos años de zambombas en Villamarta, El Zambo nunca desfiló por el escenario. "Nunca me han llamado, por eso no he ido, aunque tampoco soy yo mucho del villancico ni de estas fiestas", asegura. "Esta vez me llamaron y aquí estoy, porque es mi barrio y mi peña", afirma.

Igual de ilusionado responde Pepe el Cordobés, otro de los artistas invitados. Sobrado de soniquete y siempre con su inseparable guitarra bajo el brazo, Pepe está radiante. "Mi compare José (Gallardo) me ha hecho un villancico a mi forma, y es muy bonito. La gente me encasilla en la canción y la copla que es lo mío, pero aquí hago de todo", reconoce encantado.

Entre villancico y villancico, Bastiana y Salvaora hacen su pataíta, al igual que Manuel Peña, que junto al Maleno, todo un buque insignia de Santiago y la peña, se encarga de la zambomba. "Esto hay que saberlo tocar", mientras se moja una y otra vez las manos en agua.

Jacinto Gutiérrez repasa el procedimiento, donde "no hay disciplina, sería ridículo encorsetar a esta peña y estas mujeres porque la Peña Tío José de Paula es improvisación, y así será encima del escenario en más de una ocasión".

No obstante, "primero asignamos a cada solista el villancico acorde a su voz, luego nos pusimos con las guitarras y los solistas y ahora desde hace unas semanas estamos todos en la peña para ensayer como coro".

En un rincón de la sala sigue con atención lo que ocurre el pintor Pepe Basto. Vinculado a la peña, el artista ha sido el encargado de crear "la proyección que vamos a poner de fondo", confiesa. "Es una mezcla de los dos barrios flamencos, Santiago y San Miguel, con la balustrada de la Catedral en primer plano. Queríamos salirnos de los tradicionales patios de vecinos que están muy vistos", asegura.

Pero si hay una voz inconfundible cuando llegan estas fechas esa es la de Ángel Vargas. Sus participaciones en este tipo de zambombas son infinitas. "La verdad es que he perdido la cuenta, pero sí, reconozco que mi voz se identifica ya con los villancicos, que es un palo mío y a mí me encanta". "Además, voy con mi peña", añade entre risas.

Ángel confiesa que "será una zambomba muy tradicional", y nos adelanta que hará "un villancico que escribió mi hermano José pero que yo haré a mi forma". Pero si hay algo que motiva al cantaor es la presencia de su nieto, 'El Monky'. "La saga continúa", destaca entre risas. "Es muy gracioso y baila muy bien, ha salido a su tío José".

No es la única garganta poderosa la de Angelito Vargas, detrás del coro femenino encontramos a Eva Rubichi, Davinia Jaén y Conchi Molina, tres portentos cuando hay que alzar el tono y tirar hacia arriba. Para Eva, los ensayos "no han sido muy pesados porque aquí se siente uno como en casa. Al menos a mí siempre me han tratado bien". No obstante, sabe que "el listón está muy alto y hay que poner todo el corazón".

También Davinia Jaén, que ha curtido su currículo viajando por todo el mundo con el Nuevo Ballet Español, vive con entusiasmo este momento. "Será mi segunda zambomba en Villamarta, la anterior fue en 2008, y tengo ganas de volver a cantar con mi gente, en mi tierra, siempre con ese estilo clásico".

El ensayo sigue en medio de las correcciones de José y Jacinto, de los bailes de Bastiana y Salvaora, con el sonido de la botella de anís que lleva Currita y con una ilusión excelsa por volver, 14 años después, a las tablas del Teatro Villamarta. El desenlace: El viernes a las 20.30 horas.

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