Provincia de Cádiz

Conil y Barbate miran hacia Rabat a la espera del acuerdo con Marruecos

  • La UE retoma hoy en la capital marroquí las negociaciones del tratado pesquero con España que caduca el próximo 14 de julio

Imagen de archivo del puerto de Barbate.

Imagen de archivo del puerto de Barbate. / manuel aragón pina

Los pescadores de cerco y palangre de Conil y Barbate aguardan con inquietud que hoy se reinicien en Rabat las conversaciones entre la Unión Europea (UE) y Marruecos para renovar el acuerdo de pesca cuya vigencia finalizará el próximo 14 de julio.

En principio, los responsables del sector han recibido una notificación en la que se informa de que las conversaciones empiezan hoy y que durarán hasta el jueves que viene. Estas mismas fuentes optan por pensar que el hecho de que se retomen las negociaciones puede ser un buen síntoma que pueda llegar de la mano de una posible solución para el conflicto territorial con la zona del Sáhara.

Tanto los armadores de Barbate como desde la cofradía de pesca de Conil, sus responsables Tomás Pacheco y Nicolás Fernández, respectivamente, cuantifican en unas 400 familias las que se verían perjudicadas de manera directa si no se alcanza un acuerdo en Rabat que les permitiera salir a faenar frente a las costas marroquíes.

Tomás Pacheco, en nombre de los pescadores de Barbate, criticaba ayer que se quiera vincular el acuerdo a un "tema meramente político". "Nuestras economías no pueden quedar pendientes de una resolución sobre un conflicto de derechos humanos", según Pacheco.

La flota andaluza que faena en Marruecos está constituida por 20 embarcaciones de cerco y 25 de palangre de fondo, y supone la flota española más importante por detrás de la gallega y la canaria. La flota gaditana que tiembla mientras se habla en Rabat está compuesta por algo más de una treintena de barcos, la mayoría de ellos con base en Barbate.

La traba política del Sáhara afecta de manera directa a aquello pesqueros que faenan en esas zonas del continente africano, dándose la circunstancia de que ni Barbate ni Conil pescan allí. Los pescadores jandeños no llegan a tocar las latitudes inmersas en el conflicto territorial del Sáhara Occidental, ya que lanzan sus artes como muy lejos frente a las costas de Al Jadida, es decir en territorio marroquí.

Esto hace que sus economías dependan directamente de un acuerdo con Marruecos y de su renovación más allá del fatídico 14 de julio de 2018.

Tomás Pacheco cuantificó que unas 16 personas pueden formar parte de la tripulación habitual de cada uno de los 20 barcos de cerco de Barbate. Por parte de Conil, Nicolás Fernández estimó que medio centenar de personas dependen de lo que ocurra en Rabat de aquí a una semana. Cada uno de sus doce barcos puede llevar a bordo a unas cuatro personas, por lo que calcula que unas 50 familias miren con ansiedad hacia la capital alauí.

"El problema es que el pueblo de Barbate no tiene ningún otro negocio. Aquí el turismo es prácticamente nulo y no contamos con demasiadas plazas hoteleras, así que la situación nos preocupa", según Pacheco.

Por su parte, Nicolás Fernández, en nombre de la Organización de Productores Pesqueros Artesanales de la Lonja de Conil (OPP72), decía: "¿Cómo no vamos a tener esperanzas? O mejor, no tengo esperanza. Tengo certeza absoluta de que lo que ocurra este jueves a partir de las doce de la mañana será positivo para los gaditanos que dependemos de este acuerdo con Marruecos".

"Conil y Barbate necesitan más que un acuerdo atado a un protocolo, un acuerdo de vecindad", comentaba ayer Nicolás Fernández. "El Estrecho es más estrecho de lo que se pueda pensar y allí los pescadores marroquíes y los gaditanos pescamos codo con codo y nuestra relación suele ser más cordial de lo que los políticos se piensan".

Tanto Pacheco como Fernández coinciden en que hablan de unos 400 empleos pero que son muchos más los que, de manera más indirecta, dependen de las conversaciones con los vecinos marroquíes. "Los ocho barcos de Conil aportan un tercio de la actividad, de producción y comercialización, de la lonja pesquera conileña, así que no me queda más remedio que confiar en que lo que ocurra en Rabat sea positivo para la provincia de Cádiz y para sus pesquerías", sentencia Nicolás Fernández.

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