Los efectos del coronavirus en Cádiz

“Si en verano no se recupera el turismo es la muerte para muchos”

El verano, última esperanza del sector turístico para evitar el descalabro total.

El verano, última esperanza del sector turístico para evitar el descalabro total. / Julio González

Cuando se inició el confinamiento en marzo de 2020 el sector turístico confiaba en que esta medida se limitase a la quincena inicialmente prevista. Después todo se complicó y se alargó.

Con el inicio de 2021, el sector turístico confiaba en que la llegada de las vacunas redujese de forma notable la pandemia de coronavirus y que, ya en Semana Santa, se pudiesen recibir a los primeros turistas nacionales e internacionales. Sin embargo, como en marzo de 2020, todo se complicó y la tercera ola provocada por las fiestas de Navidad y Reyes disparó los contagios y los fallecimientos hasta el punto de cerrar las provincias durante esta semana festiva

Agobiados tras tantos meses de cierre forzado, de trabajadores en regulación de empleo o en el paro, el sector turístico de la provincia afronta las semanas previas al verano, tras cerrar estos días festivos con un aumento de los contagios en todo el país y en media Europa, con extrema preocupación, con la incertidumbre que provoca no saber con certeza si el proceso de vacunación se va a agilizar como para tener a un porcentaje de la población lo suficientemente numerosa como para hacer rentable la temporada estival.

"Vemos el panorama muy mal, pero vamos a seguir luchando", advierte Josefa Díaz, presidenta de la Asociación de Empresas Turística de Cádiz, AETC.

La empresaria, propietaria del Hotel Las Cortes de Cádiz, que ha mantenido abierto a pesar de la casi total ausencia de clientela, constata que "si la situación no se normaliza, o comienza a normalizarse con cierta fuerza, es la muerte para buena parte del sector".

Tras trece meses perdidos casi totalmente, sin ingresos y manteniendo muchos gastos (como los impuestos y tasas) Díaz deja claro que un segundo verano a medio gas dejará a los negocios sin fuerza suficiente para asumir el otoño, pendiente entonces de las fiestas de Navidad de 2021.

El verano, esencial para poder salvar el negocio

Sin ser alarmista, recordando lo que ya se ha pasado y lo que se ha ido dejando por el camino, el verano será el termómetro definitivo para ver si el sector turístico es capaz de afrontar la recuperación a corto y medio plazo.

En este sentido se manifiesta también el presidente de Horeca, Antonio de María, que en el encuentro celebrado esta semana con la ministra de Turismo, Reyes Maroto, insistía en la necesidad de mantener las ayudas económicas estatales y regionales al menos en lo que queda de semestre, "para poder llegar vivos al verano".

De María fija la cifra de negocio en tres tercios: uno con clientela andaluza, otro con la nacional y la tercera con la internacional.

Ya se tiene más que asumido que el turista extranjero, cada vez más relevante en la provincia y en especial en la zona costera y entre ellos el visitante alemán que encima es el que más gasta durante su estancia, aún tardará en llegar. La apertura del mercado internacional en Baleares se ha diluido en parte ante el aumento de contagios en Alemania.

Además, las empresas que operan con este tipo de grupos de turistas trabajan en su mayor parte con meses de antelación, aunque con la pandemia el manejo de los tiempos es diferente, por lo que los hoteleros de la costa gaditana constatan que habrá que esperar al otoño para volver a recibirlos.

En cuanto al turismo nacional y el andaluz todo dependerá de la evolución de la tasa de incidencia de los contagios. Si bien es cierto que Cádiz ha mantenido unos datos relativamente aceptables, la tercera ola aún está afectando a numerosas partes del país. Y aunque estamos todavía en abril, los empresarios ya no se fían.

Así, ¿puede vivir el sector con el 33% del negocio procedente de la provincia y del conjunto de la región? Más complicado lo tienen los establecimientos hoteleros, y empresas especializadas en el turismo cultural (guías, museos y equipamientos de gestión privada, tiendas de regalos...) y con más aguante, la hostelería.

"Hoy estamos aguantando con el 10 o el 15% del negocio habitual. Si se lograse llegar a este tercio, al menos nos daría una capacidad de aguante y, sobre todo, a algunos les permitiría recuperar a trabajadores que estén en situación de regulación de empleo", constata el presidente de Horeca.

Con todo, cada día se mira la tasa de incidencia. Y se ve como por fin hay poblaciones por debajo de 50. La cuestión es que éste dato se extienda por todo el país y por el resto de Europa.

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