No cabía un alfiler esta tarde a lo largo del recorrido de la cabalgata de Halloween, que este año ha tenido como protagonista indiscutible a Cruella de Vil, la villana de la película 101 dálmatas.

La comitiva partía a las siete de la tarde desde la plaza de Isaac Peral y a lo largo de todo el recorrido se aglomeraba público, pendiente de ver qué había preparado en esta ocasión el omnipresente concejal de Fiestas, David Calleja.

David Calleja, liderando una de las coreografías.

Está claro que el edil ha dejado su impronta en las fiestas portuenses y una de las razones es su absoluta implicación en todo lo que organiza, y en este caso no iba a ser menos. Ahí esta él, en primera línea, dirigiendo la coreografía por delante de la primera carroza, aunque no llevaba la careta de dálmata con la que aparecía en los carteles promocionales, sino un antifaz negro.

Uno de los aciertos al organizar el evento ha sido involucrar a colectivos que participan activamente, además de aportar vistosidad.

A los sones de cantantes de moda como Rosalía o Lola Índigo avanzaban las carrozas que formaban parte de la comitiva, todas ellas con Cruella multiplicada como protagonista y con otros tipos grupales como los dálmatas, unas pequeñas catrinas, naipes de una baraja de cartas y otros disfraces de temática libre. Algunos de los coches que participaban en el trayecto también iban customizados para la ocasión, como un todoterreno que llevaba encima una enorme araña negra.

Los dálmatas, durante la cabalgata.

La encargada de encarnar a la Cruella principal era Laura Portillo, que fue la más votada el año pasado de entre las personas que se disfrazaron de Maléfica. Laura llevaba un original disfraz con bata de cola de color rojo y una guerrera con galones, sin olvidar por supuesto la característica melena bicolor de la malvada villana de 101 dálmatas.

La comitiva discurrió por las calles Nevería y Palacios, la avenida Micaela Aramburu y la Bajada del Castillo hasta llegar a la fortaleza, donde al cierre de esta información se desarrollaba un evento con el edificio convertido en el Castillo de Cruella.También en la jornada del lunes se desarrollaba la actividad ‘Pánico en el Hospital de Mujeres’, en el escenario del Hospitalito, entre las calles Cruces y Nevería.