Ecologistas en Acción da a conocer los valores de la finca La China mediante un recorrido botánico e histórico
El Puerto / Medio Ambiente
Juan José Rubal Lobo habló sobre el interés paisajístico de este balcón natural a la Bahía mientras José Antonio Ruiz Gil se centró en las herramientas halladas en el yacimiento paleolítico de El Aculadero
Frente común para preservar la finca La China, junto a Puerto Sherry
El PERI de La China, en El Puerto, ha recibido unas 60 alegaciones de colectivos y ciudadanos
Ecologistas en Acción ha organizado una visita a la finca La China, para dar a conocer a la ciudadanía los valores naturales e históricos de esta finca, lindante a Puerto Sherry y que desde hace más de tres décadas "está permanentemente amenazada por el interés del desarrollo de un proyecto urbanístico".
Los ecologistas afirman que el valor de los terrenos aumenta "por ser el único balcón natural a la Bahía que nos queda en El Puerto". A la visita asistieron unas 70 personas.
La visita estuvo planteada en dos vertientes, la ecologista, orientada por el naturalista Juan José Rubal Lobo, miembro de la asociación, y la histórica, aportada por el profesor de la UCA José Antonio Ruiz Gil.
Juanjo Rubal aportó datos elaborados a través de un estudio de la zona que le ha permitido catalogar más de 200 especies en este espacio, "que demuestran su importancia para la biodiversidad".
José A. Ruiz Gil, por su parte, aportó explicaciones que derivan de estudios en los que ha venido participando desde principio de los años 80 en el yacimiento de El Aculadero, ubicado en este entorno de La China y en la desaparecida playa de La Colorá, que destacó por la observación de los cantos trabajados en el Paleolítico con las diferentes técnicas que aquellos humanos labraban la piedra para la fabricación de herramientas.
Hace escasos días, Ecologistas en Acción registró de nuevo las Alegaciones al Plan Especial de Reforma Interior de la Unidad de Ejecución SCO-10 (Anterior sector ARI-11) 'La China', del PGOU de El Puerto de Santa María, alertando, "de lo que consideramos son incongruencias e irregularidades que no deberían ser consideradas en positivo".
Según señalan los ecologistas, el convenio del Ayuntamiento con los propietarios de estos suelos en que se basa este trámite, data de 2005 y no está en vigor: "Se mantiene la clasificación de suelo como urbano, cuando ni siquiera está urbanizado ni recogido como solar. El Ayuntamiento no ha exigido el pago de la deuda y ha renunciado al cobro de su mayor parte, concediendo para ello el aumento de edificabilidad y recalificaciones".
El proyecto, añaden los ecologistas, es fruto de la "tendencia desarrollista de los años 60 del siglo pasado, modelo expansivo basado en el ladrillo". Antes de la aprobación de cualquier nueva figura de planeamiento cediendo derechos edificatorios a los propietarios de estos terrenos, "ha de exigirse que el interventor municipal aporte informes donde se expliciten las inversiones realizadas hasta la fecha por 'Marina de El Puerto de Santa María S.A.' con cargo a los citados convenios del planeamiento".
Además, según afirman, "falta la Evaluación ambiental en el procedimiento de consultas previas de la Evaluación Ambiental Estratégica, que obvia las sugerencias aportadas que no han sido valoradas".
El informe Ambiental Estratégico aprobado por la delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía "es fraudulento, al no valorar ninguna de estas sugerencias presentadas y asegurar que la actuación no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente, de forma totalmente infundada".
"El actual PGOU", concluyen, "no fue sometido a ningún procedimiento de evaluación ambiental, ya que no era obligatorio cuando se aprobó, y su revisión ha sido anulada por carecer de Evaluación ambiental Estratégica".
Por lo tanto, concluye los ecologistas, "el actual planeamiento carece de evaluación ambiental, por lo que sus determinaciones carecen de motivación y justificación, sin haberse analizado las diferentes alternativas y sin valorar sus repercusiones ambientales".
En base al Plan de Ordenación del Territorio, "es excesiva la presión que se ejercerá sobre los recursos turísticos, la alteración ecológica, territorial y paisajística. Se debe valorar el incremento urbanístico de estos últimos años en toda la zona y el aumento o disminución del consumo de todos los recursos naturales básicos (agua, energía, suelo, materiales), así como de la correcta gestión de sus ciclos", concluyen.
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