La Isla recupera su interés en las urnas con más participación
Mientras los populares hablan de "empate técnico", el PSOE hace hincapié en la pérdida del PP de más de 6.500 votos en tres años
Hacer un análisis extrapolable de unas elecciones a otras, de distinto ámbito, de las generales a las municipales, de las europeas a las autonómicas, se convierte en un ejercicio de dudoso acierto por el comportamiento que los votantes tienen en cada momento, según las circunstancias o la distancia con que miren los comicios, incluso la irrupción de nuevas formaciones que cambian el panorama político. Defendía ayer esta postura de no leer en clave local los números el alcalde de San Fernando, José Loaiza (PP); mientras la candidata socialista a la Alcaldía isleña, Patricia Cavada, hacía una valoración positiva de los resultados por ser la segunda cita en las urnas en menos de un año en las que el PSOE queda como fuerza más votada, lo que a su juicio demuestra la tendencia al voto socialista que espera ver consolidado en mayo. A pesar de estas respuestas diferentes, y más allá de las diversas opiniones que puede despertar el escrutinio finiquitado de unas elecciones, hay una cuestión que puede compararse con detenimiento, por retratar el cambio de actitud que la población tiene ante el ejercicio del derecho al voto, como es la evolución del porcentaje de participación y de abstención desde las municipales de 2011 a estos comicios regionales, tiempo en que sólo las eleciones generales despertó más interés ciudadano: echó su papeleta un 64,26%, frente al 58,87% del censo electoral de San Fernando que lo ha hecho en esta ocasión.
Más allá de los números absolutos de votantes, de difícil comparación por la variación de ese censo electoral de la ciudad, los porcentajes de quienes se acercaron a los colegios electorales y quienes optaron por quedarse en casa son significativos. En mayo de 2011 votó el 53,66% de los isleños que podían hacerlo. En noviembre de ese año las elecciones generales lograron, como ya se ha mencionado, captar la atención del 64,26% de los electores. Meses más tarde, justo los anteriores comicios autonómicos en Andalucía, acudiría a las urnas el 50,70% del censo (electoral). Ya el año pasado, en mayo de 2014, la llamada a la elección del Parlamento Europeo obtuvo el peor de los resultados porcentuales, muy llamativo, con apenas un 37,9% de los ciudadanos con derecho a voto ejerciéndolo. Menos de un año después, las autonómicas del pasado domingo mejoran sus datos de votación de hace tres años, al alcanzar el 58,87%. Eso supone, puede leerse entre líneas, que el interés de los votantes ha despertado, puesto que también supera en algo más de cinco puntos a las últimas elecciones municipales. Así pues, la ciudad comienza a desperezarse, y modifica su tendencia a la abstención.
Sobre el origen de ese interés renovado de los ciudadanos por las elecciones podría señalarse a las nuevas formaciones políticas que han concurrido a estas elecciones al Parlamento de Andalucía: Podemos y Ciudadanos (C's). Ambos partidos recogen aquellos votos que la mayoría de fuerzas que se presentaron hace tres años (el Gobierno andaluz decidió su adelanto sin cumplir legislatura) han perdido en este tiempo. Pero, además, se hacen con ese número de votantes que se han recuperado para las urnas después del desencanto anterior. Irrumpen, por tanto, con solidez ambos grupos, de distinto signo político: el primero para convertirse en la tercera opción de voto ciudadano con un 21,63% (9.691) y el segundo, justo por debajo, con un 14,22% (6.369).
La pérdida de apoyos señalada anteriormente afecta, curiosamente, a todos los partidos con representación en el Ayuntamiento: PSOE, PP, IU y PA, además de UPyD (que se quedó a las puertas en mayo de 2011). La más abusiva, sin lugar a dudas, es la caída de los populares que en clave regional pierden en tres años 21 puntos, puesto que de 17.461 votos se quedan en 10.870. Le sigue en este duro ranking IU, que pasa de tener el 10,29% de respaldo electoral a un 4,50%, que traducido en cifras absolutas concluye en contabilizar 1.954 votos menos (de 3.969 a 2.014). El PSOE, aun siendo la primera fuerza votada en La Isla, se deja en el camino 897 votos: de12.134 a 11.237, de un 31,45 a un 25,08%. Por su parte, el PA arranca 1.322 votos en esta ocasión, esto es 354 menos que en marzo de 2012.
El análisis que los dos grandes partidos en La Isla hacen de sus resultados, siempre en función del eterno rival, resulta muy diferente ante la cuestión en que cada uno pone el acento. Por un lado, el PP recuerda que de nuevo se produce un "empate técnico" con los socialistas, con números de votos muy cercanos tanto ahora como en las elecciones europeas (más acuciado entonces pues entre ambas formaciones apenas hubo 53 votos de diferencia). Por otro, el PSOE incide en que de nuevo quedan por encima de los populares (con una diferencia algo superior esta vez, 367), pero sobre todo en la pérdida que el PP ha sufrido de votos, 6.591 menos, de unas autonómicas a otras.
También te puede interesar
Lo último