La barbateña Manoli Vélez ha puesto en marcha un proyecto pionero en la localidad y en la región, ya que es la fundadora de la Asociación de Mujeres Rederas de Barbate (Murebar), una iniciativa que ha contado con la colaboración del patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Alfonso Reyes.

Se trata de una profesión, que en el caso de Barbate, siempre han realizado los hombres, siendo ahora unos pocos jubilados los que aún remiendan y cosen las redes que cada día extraen de la mar los preciados peces que llegan hasta la lonja barbateña.

Ante esa falta de mano de obra, Manoli Vélez, ha encabezado este proyecto, aunque reconocido que aún existe cierta reticencia por parte de los compañeros varones. Según ha explicado que “no te lo dicen directamente, pero sacan esa sonrisita maliciosa cuando les expones que estas preparando este proyecto”. Otros, según lamenta, “te lo dicen en la cara, ustedes que vais a saber remendar”, en referencia a que hace falta cierta fuerza para que los nudos no se suelten.

Esta barbateña, apuesta por apoyar con su propuesta al sector pesquero local, una ayuda que espera recíproca, ante la falta de rederos en la localidad. Ahora que han realizado un curso, lo que quieren es poner en práctica esos conocimientos, ya que quienes lo han visto, no tienen dudas de aplaudirlo.

Ahora, para seguir con esa formación, han solicitado una subvención al Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), que es quien promociona este tipo de iniciativas. En caso de que aprueben ese curso, que tendría unas 400 horas, podrían adquirir todos los materiales y podrán pagar también a la persona que vaya a impartir esos conocimientos.

Entre los trabajos que han comenzado a realizar también están las redes de las almadrabas, además de artes de pesca de las modalidades de cerco, arrastre y aparejos. Por ello, está en mente de estas mujeres constituir una cooperativa para realizar esta actividad laboral cumpliendo todos los requisitos exigidos. Eso supondría la generación de varios empleos que ahora son cubiertos por algunos jubilados o jóvenes marroquíes que vienen a realizar estas tareas.

Vélez cree que esta profesión puede ser un buen aliciente para los jóvenes de la localidad que ahora no tienen un empleo e incluso un motivo de promoción turística de la localidad.

Por otro lado, esta barbateña lamenta que aún no se haya podido sacar el Folio, para poderse embarcar. Un requisito administrativo indispensable para formar parte de algunas de las tripulaciones que cada día faenan en las aguas de la bahía de Barbate, el Golfo de Cádiz o en el caladero de Marruecos.

Manoli Vélez, ha reconocido que ha registrado su instancia a la vez que otros compañeros varones como su propio hijo, y que a ellos ya les han llegado esas autorizaciones, y la de ella de momento “sigue en espera de aprobación”.