“La cuenta del barrio”. Así se presenta Nickel, filial de BNP Paribas, que ofrece la posibilidad de abrir cuentas corrientes, ingresar o retirar efectivo o solicitar tarjetas de crédito en máquinas dispuestas en estancos y administraciones de lotería. La entidad ha encontrado un nicho de negocio en el cierre de sucursales de la banca tradicional, ya que brinda un punto físico a aquellos clientes a los que aún no les convence la operativa digital o no se sienten seguros en un cajero automático en la calle.

El punto de mira está puesto especialmente en las localidades medianas y pequeñas, donde hay más riesgo de exclusión financiera. En la provincia de Cádiz cuenta ya con 16 puntos de venta, seis de ellos en la capital y el objetivo es alcanzar el medio centenar este año. Entre otros núcleos urbanos, ya hay un puntos Nickel en Chiclana, Paterna, Arcos, Algeciras, La Línea o en Nueva Jarilla, pedanía de Jerez.

“Nickel es una cuenta bancaria que se abre desde establecimientos de loterías y estancos. Nickel llega ahora a Cádiz para dar una alternativa a la gente que quiere seguir teniendo los servicios bancarios cerca, sin tener que pagar altísimas comisiones por ello, ni renunciar a la seguridad", señala Javier Ramírez, consejero delegado de Nickel. La entidad tiene un IBAN español y en sus cuentas es posible domiciliar ingresos y pagos y hacer transferencias. Además, se puede retirar efectivo de cualquier cajero ya que va asociada a una tarjeta de débito Mastercard. “Cualquier gaditano puede abrirse una cuenta Nickel en menos de cinco minutos”, asegura.

Nickel pertenece al grupo BNP Paribas y tiene ficha bancaria del Banco de España, según explica el directivo. Esto supone que sus depósitos están protegidos hasta un importe máximo de 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos, como en una entidad financiera convencional

Por ahora, los puntos nickel se circunscriben a estancos y administraciones de lotería “porque son locales que tienen una licencia especial del Estado y cuentan con todas las garantías de seguridad y solvencia”. “Estamos hablando de comercios de barrio de toda la vida. Suelen estar atendidos por personas que conocen a sus vecinos, que siempre les van a tratar con confianza, cercanía, y les van a hablar de tú a tú. Eso es importantísimo para nosotros, contamos con ellos para que devuelvan ese trato humano a las gestiones bancarias de todos los días”, agrega el ejecutivo.

Otra de sus ventajas es su horario. “Abren de sol a sol, y así se adaptan al ritmo de vida de la gente y no al revés. Y también es importante señalar que son tiendas seguras, en las que manejar efectivo da más tranquilidad que hacerlo en un cajero en medio de una calle oscura o desierta”, sostiene.

Los locales en los que se instalan los Puntos Nickel también reciben una contraprestación. “Cada vez que alguien ingresa o retira efectivo en su punto de venta, verán que la operación tiene un coste de 0,50 céntimos, que se quedan íntegros para ellos. Nosotros no nos llevamos nada de esas operaciones, todo se queda en el local. En Nickel sólo cobramos un único pago anual de 20 euros, y ya. Para todos y para siempre”, explica el CEO de Nickel.

“Más allá de darles unos ingresos extras, Nickel supone para estas tiendas un nuevo servicio que ofrecer a sus clientes, además de lo que ya venden. Están siendo tiempos muy duros para este tipo de comercio de barrio, y ampliar la oferta de servicios es muy importante para salir adelante”, asegura.