Desde que, supuestamente, el SARS-CoV-2 apareció en un mercado de animales salvajes de Wuham, han sido muchos los expertos que han pretendido entenderlo con más o menos éxito. Han sido meses en que los criterios científicos han ido variando según aparecían nuevos datos del patógeno y con ellos los protocolos. Aquí en España, en Andalucía, en las últimas semanas hemos visto cómo se han sucedido los episodios en que los profesionales sanitarios han recibido órdenes cambiante de sus superiores. Primero la cuerentena debía de ser de 14 días, ahora parece que 10, incluso se han producido casos, aireados por este medio, en que trabajadores que seguían dando positivos en pruebas PCR eran dados de alta porque, supuestamente, habían pasado la fase de contagio y su carga viral era ínfima.

Este medio ha tenido acceso a ese nuevo protocolo y esto es, a grosso modo, lo que dice en cuanto al aislamiento domiciliario. Si la PCR ha salido positiva debe durar 10 días desde que empezaron los síntomas, siempre que lleve tres días sin enfermedad. Si hay PCR pero no hay síntomas, debe estarse igualmente diez días aislado desde que le hicieron la prueba.

Si la PCR es negativa pero se ha tenido un contacto estrecho con una persona con PCR positiva entonces hay que mantener una cuarentena de 10 días a contar desde el último contacto con esa persona. Si no hay posibilidad de aislamiento de esa persona positiva entonces la cuarentena debería alargarse hasta los 20 días, los 10 del aislamiento, al menos, con ese conviviente a los que se añadirán otros diez desde el último día de contacto con posiblidad de contagio.

Además, en el último protocolo se dice que una persona con síntomas puede dar por finalizado el aislamiento si la PCR es negativa, salvo que mantenga un contacto estrecho con personas con PCR positiva.

Por contacto estrecho se define estar más de 15 minutos a menos de dos metros de distancia de una persona con PCR positivo.