Ruidos y gritos a altas horas de la madrugada; botellas, latas, plásticos, cristales rotos y demás basura arrojada a lo largo de toda la calle; peleas, orines y malos olores... Es la estampa con la que los vecinos de los bloques de la zona de León Herrero afirman llevar lidiando un fin de semana tras otro desde hace tiempo a causa del botellón y con la que suelen despertarse cada domingo.

La situación –denuncian– es insoportable. No son pocas las veces en las que han tenido que llamar a la Policía a causa de algo que va mucho más allá de ser una molestia ocasional. Al Ayuntamiento, aseguran, les consta el problema que sufren, que afecta de lleno a su derecho al descanso y, por ende, a la limpieza de la zona. Por eso le pide que tome medidas al respecto.

La situación, explican estos vecinos, afecta sobre todo a aquellos cuyas viviendas dan a la calle Concejal Andrés Ruiz Pizones y su pasadizo y al parque del Barrero, que –afirman– inexplicablemente mantiene abiertos algunos de sus accesos durante la noche, lo que lo convierte en un lugar perfecto para practicar el botellón.

La imagen con la que se despiertan y la que se encuentran los usuarios más madrugadores de este céntrico parque –hasta que intervienen los servicios de limpieza– es desoladora e indigna a unos y a otros. Sobre todo al tratarse de una zona utilizada por numerosas familias y donde se proyecta la futura Ciudad de los Niños. Basta darse un paseo por la zona para apreciar las consecuencias. Los residentes reclaman a la Ayuntamiento que intervenga y solucione el problema.